El presidente explicó que la deuda adquirida para la construcción de los corredores es una ‘deuda que tenemos que manejar en el tiempo’

- 11/09/2025 17:47
El exmandatario brasileño, Jair Bolsonaro, fue sentenciado este jueves a 27 años y tres meses de prisión por encabezar un plan destinado a subvertir la democracia luego de su derrota en los comicios de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
Aunque la definición de la pena estaba prevista para una sesión especial el viernes, la Primera Sala de la Corte Suprema resolvió adelantar el proceso y dictar sentencia de inmediato. La decisión se tomó tras una audiencia en la que, por mayoría de cuatro votos contra uno, se confirmó la culpabilidad de Bolsonaro y de otros siete acusados, entre ellos antiguos ministros y altos mandos militares.
En el caso particular del expresidente, el juez relator señaló como agravante su papel de “líder” dentro de una organización criminal que buscaba impedir la transferencia legítima de poder a Lula, ganador de los comicios de octubre de 2022.
Bolsonaro y los demás procesados fueron hallados responsables de delitos graves contra la institucionalidad democrática, incluyendo tentativa de golpe de Estado, conspiración para abolir el Estado de derecho, pertenencia a organización criminal y daños al patrimonio protegido.
La Fiscalía General, que formuló las acusaciones aceptadas por el tribunal, detalló que la conspiración comenzó en junio de 2021, cuando Lula empezaba a liderar las encuestas. Desde entonces, Bolsonaro impulsó una intensa campaña de descrédito contra las instituciones y el sistema electoral brasileño.
La estrategia pasó del discurso a la acción después de la derrota electoral del ultraderechista en 2022. A ello siguieron manifestaciones violentas, planes de atentados frustrados y campamentos frente a cuarteles donde miles de seguidores exigían la intervención militar para impedir la investidura de Lula.
El nuevo presidente asumió el 1 de enero de 2023. Apenas una semana más tarde, miles de simpatizantes radicales salieron de uno de esos campamentos en Brasilia y protagonizaron el asalto a los edificios de la Presidencia, el Congreso y la propia Corte Suprema.
De acuerdo con la Fiscalía, ese ataque fue la culminación de la trama golpista orquestada directamente por Bolsonaro con el propósito de perpetuarse en el poder e instaurar una dictadura en Brasil.