Estados Unidos impone nuevas sanciones petroleras a Rusia y suspende la cumbre Trump-Putin en Budapest

  • 22/10/2025 16:07
El Departamento del Tesoro endureció las sanciones contra Moscú por su falta de compromiso con la paz en Ucrania, mientras Washington enfría su diálogo con el Kremlin

Estados Unidos anunció un nuevo paquete de sanciones contra el sector petrolero ruso, considerado el motor de su economía, como represalia por lo que calificó como una “falta de compromiso real” del Kremlin con un proceso de paz en Ucrania.El anuncio, hecho por el Departamento del Tesoro, representa un cambio importante en la estrategia de Washington hacia el conflicto y llega apenas un día después de que la Casa Blanca suspendiera la cumbre prevista entre Donald Trump y Vladímir Putin en Budapest.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, adelantó las medidas en una conferencia de prensa antes de la reunión entre Trump y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, celebrada en la Casa Blanca. “Vamos a anunciar un aumento sustancial de las sanciones a Rusia”, declaró, señalando que la decisión se tomaría al cierre de los mercados.

Hasta ahora, Trump había amenazado en varias ocasiones con endurecer la presión económica sobre Moscú, pero sin concretarlo. Su administración se había limitado a imponer aranceles a la India por comprar petróleo ruso, sin extenderlos a China —principal cliente de Moscú— ni al propio régimen ruso.

Europa busca mantener viva la diplomacia

La visita de Mark Rutte a Washington tuvo como objetivo principal convencer a Trump de retomar su apoyo a Kiev y respaldar el plan de paz de 12 puntos que los países europeos han elaborado junto al gobierno ucraniano.

Rutte, considerado uno de los líderes europeos con mejor comunicación con el presidente estadounidense, sostuvo reuniones con congresistas de ambos partidos antes de su cita en el Despacho Oval.

“Trump es el único que puede resolver este conflicto”, dijo Rutte, quien insistió en ofrecer “todo el respaldo posible” de la OTAN a lo que calificó como la “visión de paz duradera” del mandatario estadounidense.

El secretario general de la Alianza negó que su visita se debiera a preocupación europea tras el tenso encuentro que Trump sostuvo días antes con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, reunión que concluyó sin avances. Según medios internacionales, Zelenski no logró obtener de Trump el compromiso de entregar los misiles de largo alcance Tomahawk, que Ucrania considera clave para presionar a Moscú en el campo de batalla.

Un vaivén en la política exterior estadounidense

La estrategia de Trump hacia la guerra en Ucrania se ha convertido en una auténtica montaña rusa. En los últimos meses, ha pasado de elogiar al Kremlin a amenazarlo con sanciones severas, para luego relativizar la situación y sugerir que Kiev debería ceder parte del territorio ocupado.

El jueves pasado, una llamada de más de dos horas entre Trump y Putin pareció marcar un giro: el mandatario estadounidense aseguró que “Estados Unidos también necesita los Tomahawk” y descartó entregarlos a Ucrania. Pocos días después, anunció una reunión con el líder ruso en Budapest.

Sin embargo, este martes el propio Trump volvió a modificar su postura y canceló la cumbre, alegando que “sería una pérdida de tiempo” debido al inmovilismo ruso.

El nuevo plan europeo para la paz

El plan de paz de 12 puntos que Rutte presentará oficialmente a Trump plantea un alto el fuego inmediato en las líneas actuales del frente, el regreso de los niños ucranianos deportados a Rusia, un intercambio de prisioneros y un fondo internacional para la reconstrucción del país.

La propuesta incluye también garantías de seguridad para Ucrania y una hoja de ruta para su futura adhesión a la Unión Europea, junto con un refuerzo coordinado de las sanciones económicas a Moscú.

Mientras tanto, el endurecimiento de las sanciones petroleras apunta directamente al corazón financiero del Kremlin, que depende en más del 40% de sus ingresos de las exportaciones energéticas. Analistas internacionales anticipan un aumento de la tensión entre ambos países y una reacción inmediata de Rusia, que ha prometido responder “de forma proporcional”.

Con este nuevo paquete, Washington busca enviar una señal inequívoca: la Casa Blanca está dispuesta a mantener la presión económica sobre Putin hasta que dé pasos concretos hacia una solución negociada al conflicto.

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