Honduras toma medidas contra las pandillas dentro y fuera de sus cárceles

Actualizado
  • 28/06/2023 13:22
Creado
  • 28/06/2023 13:22
Las fuerzas militares y las autoridades civiles hondureñas tomaron acción en cuanto a la violencia y los altos niveles de criminalidad

Los privados de libertad dentro de los centros penitenciarios de Honduras vivieron el pasado lunes un fuerte operativo con el objetivo de desmantelar a las bandas criminales que operan dentro de las instalaciones.

Se distribuyeron imágenes por el gobierno liderado por Xiomara Castro, en donde aparecen cientos de prisioneros tatuados y descalzos, sentados con las manos detrás de la cabeza mientras son vigilados por los agentes de la  Policía.

Las fotografías hace mucha semejanza a los pandilleros de El Salvador, quienes en febrero del presente año fueron trasladados a la megacárcel inaugurada por el actual presidente Nayib Bukele.

El secretario de Estado de Defensa Nacional de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, informó que el operativo denominado “Fe y esperanza” pretende que los centros penitenciarios “dejen de ser escuelas del crimen”.

"Nuestra misión es derrotar el crimen organizado que está en las cárceles", comunicó por medio de su cuenta de Twitter.

Los militares hondureños decomisaron armas, teléfonos satelitales, granadas y sustancias ilícitas, entre otras cosas, que se encontraban entre las pertenencias de los privados de libertad.

El plan militar da lugar días después de que 46 reclusas murieran calcinadas y tiroteadas en un motín entre integrantes de pandillas rivales en una cárcel cercana a la ciudad capital hondureña.

La mandataria hondureña describió el hecho como un “monstruoso asesinato de mujeres”, despidió al ministro de Seguridad y ordenó una junta interventora para la prisión. La reunión también ocurre luego de un fin de semana donde corrió sangre en el país. El día sabado, 21 personas fueron asesinadas y 13 de ellas fueron víctimas de una masacre dentro de un billar en el norte del país.

Debido a la situación, Castro prometió tomar “medidas estrictas” y decretó el domingo un toque de queda desde las 9:00 p.m. hasta las 4:00 a.m. para las ciudades de Choloma y San Pedro Sula las cuales han sido afectadas por la violencia.

Además, gran parte del país está bajo estado de excepción, una medida que se rige desde el 6 de diciembre la cual suspende seis derechos garantizados en la Constitución de Honduras de los cuales se encuentran la libertad de circulación, el derecho de asociación y reunión y la inviolabilidad del domicilio, entre otros.

Castro también se encuentra dirigiendo una operación policial llamada “Candado Valle de Sula”, con la cual se desea controlar la violencia en la zona norte del país y recuperar las áreas tomadas por las pandillas. El plan incluye recompensas para aquellos quienes faciliten la captura de los autores de crímenes.

Todo esto ocurre gracias a las acciones del mandatario del país vecino, El Salvador, el cual lleva más de un año bajo un régimen de excepción. Nayib Bukele ha sido cuestionado por organizaciones de derechos humanos pero aplaudido por la población salvadoreña por disminuir el crimen y homicidios, según datos del gobierno. Esto ha causado un impacto en la población hondureña quienes también exigen un cambio y medidas.

“Bukele es muy valorado en la sociedad hondureña y hay amplios sectores de la ciudadanía que claman por un liderazgo como el de Bukele en el país. Que ponga orden, que se imponga, que le teman los delincuentes”, dijo a BBC Mundo Eugenio Sosa, sociólogo del Instituto Nacional de Estadística de Honduras.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus