Israel aprueba 22 nuevos asentamientos ilegales en Palestina

  • 30/05/2025 00:00
Bajo las normas internacionales, se considera ilegal cualquier asentamiento en territorio militarmente ocupado, como ocurre con Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967

El ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, confirmó este jueves que el Gobierno israelí aprobó 22 nuevos asentamientos en Cisjordania ocupada, lo que la ONG Peace Now califica como la medida más amplia de este tipo desde los Acuerdos de Oslo de 1993, cuando Israel se comprometió a no establecer nuevos asentamientos, ilegales según el derecho internacional.

“Lideramos una decisión histórica para los asentamientos: 22 nuevos asentamientos en Judea y Samaria (el nombre bíblico para Cisjordania, usado por el Gobierno israelí), la renovación de los asentamientos en el norte de Samaria y el fortalecimiento del Bulevar Oriental del Estado de Israel, su muro protector”, publicó el ministro en su cuenta de X.

Smotrich, además de ser ministro de Finanzas, ocupa un cargo en el Ministerio de Defensa con responsabilidad sobre asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania, y ha abogado por la expansión de los asentamientos ilegales y la construcción de nuevas colonias.

“Este es un gran día para los asentamientos y un día importante para el Estado de Israel,“ añadió Smotrich. “No tomamos tierra ajena, sino la herencia de nuestros antepasados”.

Según el periódico israelí Haaretz, la aprobación de los asentamientos se produjo hace dos semanas pero el Gobierno no informó sobre ello hasta ahora, un día después de que este mismo diario avanzara que lo había hecho “en secreto”.

El diario indica que dentro de estos 22 asentamientos están 9 outpost, el término en inglés con el que se describen las primeras construcciones establecidas por colonos para fundar un nuevo asentamiento.

Algunos de los nuevos, añade, se ubican en áreas remotas dentro de Cisjordania como el Monte Ebal, una colina en la que no había asentamientos entre las ciudades palestinas de Nablus y Sa Nur.

En un comunicado, la ONG israelí Peace Now, que investiga y monitoriza la proliferación de colonias en territorio palestino, afirmó que la aprobación de estos asentamientos demuestra que “la anexión de los territorios ocupados y la expansión de los asentamientos” son el “objetivo principal” del gobierno de Benjamín Netanyahu.

El grupo indica que se trata de la medida de este tipo más extensa desde los Acuerdos de Oslo de 1993, que dividieron el territorio palestino en tres zonas y estipularon la retirada gradual de las tropas israelíes, cosa que no ha ocurrido.

Y añade que “transformará drásticamente Cisjordania y consolidará aún más la ocupación”.

“En un momento en que tanto la opinión pública israelí como el mundo entero exigen el fin inmediato de la guerra, el Gobierno deja claro, una vez más y sin reservas, que prefiere profundizar la ocupación y avanzar en la anexión de facto antes que buscar la paz”, afirma Peace Now.

Bajo las normas internacionales se considera ilegal cualquier asentamiento en territorio militarmente ocupado, como ocurre con Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967, pero bajo la ley israelí la mayoría de las colonias en esa zona están legalizadas, aunque el movimiento colono también se instala en esta área sin autorización previa.

Privatización de ayuda a Gaza

Israel volvió este miércoles a chocar abiertamente con el sistema de Naciones Unidas, en esta ocasión por el sistema de ayuda humanitaria permitido en la franja de Gaza, mientras el Estado hebreo se empeña en imponer como único canal de ayuda el que gestiona una oscura Fundación Humanitaria para Gaza (GHF) creada en Estados Unidos sin el aval de la ONU.

“La privatización de la ayuda [humanitaria] y el uso de la ayuda como arma es un precedente muy peligroso. No solo en Gaza sino en otros conflictos”, advirtió la coordinadora de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Sigrid Kaag, tras intervenir ante el Consejo de Seguridad en una sesión sobre Palestina.

La ayuda de la ONU entra en Gaza a cuentagotas desde hace dos semanas, y las trabas impuestas por Israel son tantas que se traducen en las siguientes cifras: de los 900 camiones solicitados por la ONU, solo 500 superaron todos los trámites -entre ellos el de cargar y volver a cargar en camiones distintos cada cargamento- y entraron en Gaza, pero finalmente fueron 200 los que llegaron a sus beneficiaros palestinos.

Antes de la guerra en Gaza entraban en la franja una media de 600 camiones diarios, tanto de la ONU como del sector privado, por lo que la cifra de 200 en dos semanas está lejos de cumplir las necesidades en alimentos, medicinas, material médico o productos de higiene de los dos millones de gazatíes, que han alcanzado niveles de hambre jamás registrados en Palestina.

‘Ayuda’ a la medida de Israel

Pero frente a las trabas a la ayuda ‘oficial’, el Estado hebreo ha puesto la alfombra roja a un sistema alternativo puesto en marcha por la GHF, una fundación privada estadounidense promovida por contratistas con recorrido en zonas de conflicto y con la que Israel pretende hacer llegar la ayuda según sus criterios y no los de la ONU. El principal argumento de Israel es que la ayuda no caiga en manos de Hamás.

En su primer día de despliegue en Gaza, la GHF organizó un reparto de comida que se tornó en caos y escenas de pánico, con disparos incluidos, y que acabó con una persona muerta y 47 heridos, en unas escenas que la ONU calificó de “desgarradoras”.

Lo Nuevo