Netanyahu admite aislamiento internacional y plantea una economía más autosuficiente

  • 15/09/2025 18:20
El primer ministro israelí reconoció presiones externas por la ofensiva en Gaza, advirtió posibles sanciones y defendió el fortalecimiento de la industria militar frente al rechazo diplomático global

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reconoció públicamente que su país atraviesa un proceso de aislamiento internacional a raíz de la prolongada guerra en Gaza, un conflicto que se ha extendido por casi dos años. En un discurso ofrecido durante una conferencia del Ministerio de Finanzas, advirtió que esta situación podría prolongarse por años y que Israel “no tiene otra opción que sostenerse por sí mismo”.

Netanyahu señaló que la economía israelí deberá adaptarse a un modelo más autosuficiente, con características “autárquicas”, y depender menos del comercio exterior. “Es una palabra que odio”, admitió, recordando que él mismo impulsó la apertura del mercado israelí décadas atrás. Sin embargo, aseguró que las circunstancias obligan a un viraje.

Uno de los sectores más comprometidos por este aislamiento es el de las armas, donde ya enfrenta restricciones de países europeos como Francia, Países Bajos, Reino Unido, España e Italia. El jefe de Gobierno advirtió que su país deberá impulsar la producción propia: “Tendremos que desarrollar nuestra industria armamentística: seremos Atenas y Esparta combinadas. No hay otra opción durante los próximos años”, subrayó.

Rechazo creciente en el exterior

Las declaraciones constituyen un inusual reconocimiento del costo diplomático que enfrenta Israel por su ofensiva militar. La ONU y organismos internacionales han advertido que un nuevo ataque contra la ciudad de Gaza podría provocar más muertes y devastación, mientras arrecian acusaciones de genocidio, rechazadas por el Gobierno israelí.

Pese a los embargos parciales de varios aliados europeos, Estados Unidos se mantiene como su principal proveedor de armamento. Washington incluso intervino para frenar presiones adicionales, aunque en el pasado la administración Biden llegó a suspender brevemente un envío de bombas, decisión revertida más tarde.

Críticas internas

En Israel, familiares de rehenes y sectores militares han manifestado oposición a la extensión del conflicto, alertando sobre sus riesgos humanitarios y políticos. El líder opositor Yair Lapid acusó a Netanyahu de ser responsable directo del aislamiento internacional: “El aislamiento no es un destino; es el resultado de su política fallida”, escribió en X.

Gadi Eisenkot, exjefe del ejército y figura política emergente, fue más tajante: “No habrá segunda oportunidad para reparar el daño causado por Netanyahu y sus socios, que abandonaron a los rehenes y aislaron a Israel”.

Economía en la mira

Netanyahu, en respuesta a los “pesimistas”, defendió la fortaleza de la bolsa de valores israelí y exhortó a los inversionistas a seguir confiando en el país. “Invertir en Israel es lo inteligente”, afirmó, destacando además que su administración incrementará el presupuesto destinado a la producción de armas, con el fin de reducir la dependencia de “líderes europeos débiles que ceden ante minorías extremistas en sus países”.

El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, respaldó sus palabras, celebrando el repunte de la bolsa y la reducción de la inflación, mientras insistió en que la gestión económica avanza a pesar de la guerra.

Más temprano, Netanyahu compartió escenario con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien elogió la cercanía bilateral y criticó junto al premier a países como Francia, Canadá y Australia, que analizan reconocer oficialmente un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU este mes.

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