Pronostican periodo legislativo de bajo perfil

Actualizado
  • 02/01/2013 01:00
Creado
  • 02/01/2013 01:00
PANAMÁ. Sergio Gálvez lo prometió: en su período como presidente de la Asamblea Nacional dirigiría el poder Legislativo con ‘caché y tal...

PANAMÁ. Sergio Gálvez lo prometió: en su período como presidente de la Asamblea Nacional dirigiría el poder Legislativo con ‘caché y talento’, como él solo lo sabe hacer. Y atinó. En sus primeros seis meses no dejó de gritar ‘¡sí es sí!’, al calor de leyes impopulares, ni mostró recato al empuñar su brazo derecho, desde la curul más prominente del Palacio Justo Arosemena, en señal de primacía.

El jefe de la Asamblea se olvidó de los tiempos en los que vociferaba sus ventajas íntimas (se autoproclamó ‘búfalo sexual’) para ocuparse de un Órgano del Estado que vería leyes y reformas colmadas de polémicas, rechazos y defensas a ultranza.

‘A Chello —como le llaman a Gálvez— lo eligieron porque es confrontativo y necesitaban a alguien así al frente de la Asamblea’, asegura el analista político Renato Pereira.

Es que bajo su mandato el Legislativo modificó el Código Electoral (y abolió la asignación de curules por cuociente y medio cuociente, y puso contra la espada y la pared el principio de paridad), intentó revivir la Sala Quinta de Instituciones de Garantías, y aprobó una ley (la 72) que pretendía la venta de las tierras en la Zona Libre. En esto último falló: la presión popular deshizo el sueño del gobierno.

Gálvez, de todos modos, defiende que en su primer tiempo se aprobaron 30 proyectos en tercer debate (aunque olvidó aclarar que 73% de estas provinieron del poder Ejecutivo).

EL SEGUNDO ‘ROUND’

Pero, ¿serán estos primeros meses con Gálvez un presagio de lo que viene? ¿Se agitará más la Asamblea Nacional en período electoral?

Hay quienes piensan que lo peor ya pasó. Que Gálvez, quien recuerda cada tanto sus orígenes chorrilleros, aprendió la lección de su primer periodo. Otros creen, paralelamente, que las circunstancias políticas harán bajar las tensiones en el Palacio Legislativo.

Y Gálvez, contra todo pronóstico, promete más. Anunció este fin de semana que en estos meses se impulsará el controvertido proyecto que revive las trabas al transfuguismo, las mismas que el oficialismo abolió para permitir el paso de 24 diputados de la oposición a sus filas (véase gráfica).

El año pasado este proyecto había muerto en su cuna, por la presión de los propios tránsfugas. Hoy, cree el diputado panameñista Alcibiades Vásquez, el panorama será distinto. ‘Aunque es un proyecto confrontativo, ellos se van a cuadrar’, vaticinó.

Salvo ese y el que crea la Autoridad del Agua, sostiene el diputado capitalino, no hay otro en el panorama hasta ahora que parezca difícil.

‘Gálvez se está agotando... la derrota de los proyectos anteriores no ha dejado bien parado al oficialismo, así que creo que va a apostar por el diálogo con los diputados de la oposición antes que el bloqueo frontal’, piensa Pereira.

Leandro Ávila, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), lo refuta. Cree que el presidente de la Asamblea ‘está cómodo con su estilo y poco hará por cambiar’.

Por ello, recrimina, en estos meses todos los diputados han pagado las consecuencias de un Legislativo bajo las sombras del Ejecutivo y de las críticas por el ‘talento y caché’ de Gálvez, quien trasladó su feria libre de la plaza 5 de Mayo a los jardines del Justo Arosemena.

‘Este periodo ha sido productivo solo para él y el Ejecutivo... y en el que viene, seguro que el gobierno impondrá su plan de acción de gobierno por encima de las ideas de los diputados’, reclama.

ADVIERTEN TRABAS

Tal vez eso no sea tan fácil de lograr. La clase política entrará este mes en un período clave para la configuración del nuevo ciclo de poder que sazona el 2014. Este efecto, coinciden Ávila y Vásquez, seguro llegará a la Asamblea Nacional, cuyos diputados lanzarán sus redes al electorado para asegurarse la reelección.

Ávila, reelecto una vez como diputado de San Miguelito, sabe que los tiempos que vienen los obligarán a estar más en sus circuitos que en el pleno o en alguna comisión. ‘Hay que meterse de lleno en los sectores’, dice. Justamente, por esa lógica Guillermo Ferrufino anunció que dejaría su puesto como ministro en el MIDES en diciembre pasado (lo que no se ha concretado aún) para dedicarse a su campaña presidencial.

Ese patrón lleva a Vásquez a no dejar de pensar que al gobierno se le hará difícil la aprobación de leyes en los próximos meses.

‘Las bancadas de gobierno han tenido que hacer esfuerzos en este período para pasar leyes, por el nivel de ausentismo... esto se va a acentuar’, sostiene el legislador. Por ello —dice— ‘como no se les hará tan fácil lograr la cohesión’ pasará lo que Pereira adelantó: tendrán que recurrir menos a la confrontación con la oposición y optar más por la consulta.

‘Los tiempos difíciles ya pasaron... no habrá peores que estos’, apunta el diputado.

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