El consejero de la reelección de CD

Actualizado
  • 04/01/2013 01:00
Creado
  • 04/01/2013 01:00
PANAMÁ. Así como para Hugo Chávez desaparecieron los epítetos de ‘majunche’ y ‘cochino’ contra Henrique Capriles, a Ricardo Martinelli s...

PANAMÁ. Así como para Hugo Chávez desaparecieron los epítetos de ‘majunche’ y ‘cochino’ contra Henrique Capriles, a Ricardo Martinelli se le olvidaron los ‘empresaurios’, la sociedad civil que quiere ‘cogobernar’, y su tono antivarela. Y no es casualidad: detrás de ambos está el cerebro creativo del consultor político brasileño João Santana, el ‘fabricante de presidentes’ de América Latina.

Martinelli confirmó en octubre en una entrevista en la televisora TVN que su partido, Cambio Democrático (CD), lo había contratado para que lo asesorara en su campaña presidencial de 2014. CD quiere romper el paradigma de la reelección, aun cuando los resultados preliminares (que ya suenan a tendencia) no le dan ningún poquito de favor: dos de cada diez le daría su voto.

CD buscó a Santana porque, literalmente, ‘todo lo que toca lo vuelve oro’. Los resultados de sus asesorías en América Latina —que no reparan en ideologías— dan cuenta de ello: Le dio un vuelco al cáncer de Chávez hasta lograr su reelección. Llevó a la Presidencia de Perú a Ollanta Humala; a Mauricio Funes a la de El Salvador, y a Carlos Ménem a la de Argentina.

Y no solo eso. Consiguió la reelección del dominicano Partido de la Liberación Dominicana (Danilo Medina reemplazó a Leonel Fernández) y del Partido de los Trabajadores brasileño (Dilma Rousseff sucedió a Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva).

LA LÓGICA DE ‘TODOS QUEREMOS LO MISMO’

Aun cuando nadie sabe a costa de quién CD pretende retener el cetro presidencial (si del propio mandatario —pese a que la Constitución se lo prohíbe—, la de uno de sus seguidores o la de Alberto Vallarino o Alberto Alemán Zubieta), la fórmula de Santana está empezando a hacerse evidente.

Su estrategia es conocida como la de ‘paz y amor’. Apuesta por los discursos más emotivos y menos ideológicos, resaltó el diario argentino Perfil.

A Lula, por ejemplo, le recomendó huir de las confrontaciones y de las propuestas radicales. Martinelli dejó su oratoria de barricada para hablar de que ‘todos queremos lo mismo’. La oposición, los medios y la mujer que en Colón sufre el derrumbe de su casa y el corte en la Transístmica.

Sin saber de él ni de su rol en el plan político del gobierno, el analista político local Edwin Cabrera atina que el nuevo discurso de Martinelli ‘fue adecuado’ para bajar tensiones y evitar la danza de crisis en crisis que lleva. A su juicio, resulta contraproducente en tiempos electorales.

‘Cada crisis es una cruz que deberá cargar el candidato de gobierno, así que entre menos haya, menos peso tendrá’, dice.

El nuevo Martinelli confirma su influencia brasileña. Así como lo hizo con Funes y Daniel Medina —según el rotativo venezolano Notitarde—, Santana monta una campaña presidencial ‘moderna y conciliadora’ en Panamá, parecida la que CD se ha propuesto encontrar para derrotar los pronósticos electorales de 2014.

CUÑAS EMOTIVAS

En su fórmula de trabajo tampoco hay insultos. Hizo que Chávez los dejara porque con ellos no convencía a la masa indecisa. Acá, de un día para otro, desaparecen.

Las cuñas del gobierno de Martinelli y las reeleccionistas de Chávez —diseñadas también por Santana— tienen mucho símil. Allá son solo voz en off y una lluvia de agradecimientos al ‘comandante’. Acá son voz en off y una lluvia de agradecimientos al presidente del cambio que, según muchos, está llegando o llegó para mal.

Luis Eduardo Camacho, portavoz del gobierno, dice que la Presidencia no tiene vínculos con Santana.

Mario Rognoni, de todos modos, cree que la contratación de João no es determinante para la reelección. ‘Cada país es distinto... puede ayudar, pero deben estar seguros de que conoce la idiosincrasia de Panamá’.

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