Las generadoras de riqueza

Las áreas marinas protegidas son áreas designadas por ley para proteger parcial o totalmente zonas marinas de reserva donde las especies descansan de las presiones causadas por el hombre y permiten la repoblación de especies como corales, peces y mamíferos marinos.

Áreas marinas conectadas facilitan el desplazamiento de especies, mejorando su reproducción, tránsito y repoblamiento en beneficio de la sociedad. En Panamá hay áreas marinas protegidas como Coiba, el Parque Golfo de Chiriquí, Cerro Hoya, Bastimentos, Iguana, Cañas, Portobelo, etc. Todas son fundamentales para las regiones a las cuales pertenecen.

El futuro de la pesquería depende de los beneficios que le dan las áreas protegidas y preocupa que menos del 0.5% del mar tiene alguna categoría de protección y de estas el 80% no son protegidas más que en papel y no logran su cometido.

En Panamá son frecuentes las denuncias de pesca ilegal en áreas marinas cuya importancia y fragilidad biológica amerita un esfuerzo contundente de las autoridades. Se agrava cuando la mayoría de las denuncias sobre pesca ilegal industrial señala a naves extrajeras que vienen a llevarse nuestros preciados recursos. Las áreas protegidas no son un lujo, sino una necesidad pues ayudan a reducir la pérdida de especies marinas en peligro y restaurar pesquerías sobreexplotadas. Muy poco se ha hecho en los últimos años para fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Panamá. Los presupuestos han sido recortados, el personal se queja de falta de recursos y entrenamiento, e incluso algunas áreas han sido eliminadas. Necesitamos que en nuestro país se retome la protección ambiental; de lo contrario, las consecuencias traerán pérdidas económicas importantes y la recuperación de estas especies puede tomar años y en algunos casos las áreas son irrecuperables.

AMBIENTALISTA