Una semana de caos en la ciudad por el Metrobús

Actualizado
  • 22/03/2013 01:00
Creado
  • 22/03/2013 01:00
PANAMÁ. La Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE) ha calculado que por cada hora laboral que se pierde, la economía de la...

PANAMÁ. La Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE) ha calculado que por cada hora laboral que se pierde, la economía de la ciudad capital dejaría de mover, aproximadamente, cinco millones de dólares. Y el ingreso del Metrobús a las nueve rutas que los ‘diablos rojos’ aún poseían, ha avivado esa preocupación: un oficial de banco llega tarde, no hay mensajero ni oficinista. No hay vendedor, la maestra está retrasada y en el salón de clases falta gente. El flujo se golpea.

Es que en 20 kilómetros cruzados, todos pelean lo mismo: un bus. No hay, y cuando aparece, surge el desorden. 100 personas quieren ingresar a un metrobús en el que solo caben 85. O 25 quieren espacio en otro que está tan lleno que hasta una oruga estorba.

La afectación a la economía es un detalle. Algis Torres, director de Salud de San Miguelito, sostiene que el caos por la lucha diaria por un metrobús provoca estrés, desgaste y le resta productividad a la gente.

El gobierno asegura que eso no es lo que quiere para los 750 mil usuarios del Metrobús, sino un sistema cómodo, seguro y confiable. Entonces, si esa es la meta, ¿qué es lo que propicia los problemas de transporte que desde hace una semana estelarizan los reclamos en la ciudad? El Movimiento 23 de Octubre remarca que ha sido falta de planificación e improvisación. Los recorridos se anunciaron a última hora, o con los usuarios en las paradas. La frecuencia es el principal tema de debate.

‘Se debió haber hecho con tiempo’, reclama David Ramírez, pese a que el director de la ATTT, Roberto Moreno, insistió la semana pasada en que los estudios para el diseño de las rutas se hicieron con seis meses de antelación.

Mi Bus ha decidido que ya no llamará más a la gente como usuario sino como cliente. El cambio de palabras no los convence. ‘Dónde están los metrobuses... no hay’, vociferaba ayer una veinteañera en la Plaza 5 de Mayo, pese a que ahí el gobierno y la concesionaria del nuevo sistema de transporte zonificó la parada de las troncales, pretendiendo neutralizar la molestia por una transición que el contrato para el Metrobús establecía debía ser de calidad.

Iván Posada, directivo de Mi Bus, la concesionaria del transporte, excusa las fallas: ‘este es un proceso dinámico. No es que reemplacé los buses de la ciudad y así quedó. Tiene componentes que deben ir creciendo de la mano’.

Aunque el gobierno asegura que los tranques vehiculares por las obras civiles que se levantan están afectando la operación del sistema, el abogado Ernesto Cedeño insiste en que la ATTT debe actuar ‘enérgicamente’.

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