La mala nota del ‘cambio’

Actualizado
  • 16/04/2014 02:00
Creado
  • 16/04/2014 02:00
Esta administración deja en el papel mejorar la calidad de la educación.

Uno de los puntos medulares del Plan de Gobierno del presidente Ricardo Martinelli era mejorar la calidad de la educación.

La administración del ‘verdadero cambio’, que denunciaba una enseñanza ‘deficiente’ en el país, a pesar de los importantes ingresos económicos (PIB de $24 mil millones en 2009), arrancó con la entrega del subsidio de $20 mensuales a los estudiantes de las escuelas públicas. En el Plan se dispuso que sería un apoyo exclusivo para jóvenes del nivel medio en condición de pobreza. En el camino abarcó a los estudiantes de las escuelas privadas con matrículas y mensualidades anuales inferiores a mil dólares.

La ministra Lucy Molinar tenía entre sus propuestas implementar la descentralización e implementar patronatos en las escuelas.

Entre las promesas se incluyó la construcción de planteles de excelencia en todas las provincias. A la fecha, el Ministerio de Educación (Meduca) ha informado de 10 proyectos de este tipo.

La evaluación por desempeño del docente que se recompensaría con una bonificación terció hacia la autoevaluación que garantizará $900 de incremento salarial en seis años para los docentes.

Entre los pendientes quedan la creación del Ministerio de Educación Superior, del Centro de Excelencia de Ciudad del Saber y destinar los impuestos de casinos a la construcción de nuevas escuelas.

Para financiar nuevas infraestructuras, se pactó un compromiso por $100 millones con el BID. También podrá disponer de hasta $100 millones más del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para obras similares.

Los logros más visibles son: La Transformación Curricular, la Beca Universal, los planteles de excelencia, reparación de infraestructuras los 12 meses del año, entrega de computadoras a estudiantes y docentes.

SALUD

La reestructuración de la administración de los hospitales era la primera propuesta de salud de la administración Martinelli. Los centros hospitalarios estarían administrados por patronatos. Durante la gestión del ministro Franklin Vergara, se inició este modelo en tres hospitales. La tarea quedó inconclusa tras la salida de Vergara.

El Hospital Regional 24 de Diciembre pasaría a manos de la Universidad de Panamá, se propuso. La iniciativa no prosperó. El Ministerio de Salud (Minsa) se encargó de la operación del centro hasta 2012 y ese año lo cedió a la Caja de Seguro Social.

La salud primaria estaría a cargo de un equipo multidisciplinario. Para este fin de crearon los Centros de Atención Primaria de Salud Innovadora (MINSA-CAPSI). Se licitaron 20 de estos puestos por $100 millones, pero la inversión en megahospitales triplicó la de la red de atención primaria ($386 millones).

El programa de manejo de residuos peligrosos que desarrollaría el Minsa en conjunto con la Universidad de Panamá quedó sin concretarse.

Para evitar la contaminación de medicamentos, se vendió un sistema oportuno, seguro y eficiente de aseguramiento de la calidad de fármacos, empero, las muertes relacionadas a la ingesta de medicinas alterados continuaron. Actualmente se investiga el fallecimiento de ocho neonatos en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid.

El plan contempló el relevo generacional de los médicos, mediante la formación de los especialistas; no obstante, la falta de personal médico es generalizada y el Minsa está en trámites para contratar a 100 médicos extranjeros.

SEGURIDAD

‘El problema que más preocupa a los panameños es la inseguridad, así lo dicen las encuestas’, recalcaba Martinelli cuando buscaba los votos. Un quinquenio después, la inseguridad está entre las preocupaciones de los encuestados. En este periodo se registraron 1,531 muertes violentas más que en el quinquenio pasado.

Han abonado la incertidumbre los asesinatos que involucran a agentes de la Policía Nacional. Uno de estos se registró en San Carlos. Allí fueron baleados dos menores de edad que se dirigían a un hotel de playa.

TRANSPORTE

El documento contempló un sistema de transporte masivo para la metrópolis. Se compensaron los ‘diablos rojos’ para darle paso al Metrobús, que inició en 2010. El pasado 6 de abril comenzó a funcionar la Línea 1 del Metro.

El recién estrenado sistema ferroviario tiene retos por cumplir: integración con otros sistemas, agregar más líneas y hacerse sostenible.

Además de este nuevo modelo de transporte, se prometió el cumplimiento de las normas del Tránsito y escalonar la entrada de los trabajadores estatales para descongestionar las calles. Los funcionarios continúan entrando a la misma hora de siempre.

La falta de estacionamientos sería un mal del pasado, prometieron. Las soluciones no se concretan y las dos estaciones terminales del Metro no cuentan con plazas para carros.

El problema se agudizará, se venden 5 mil carros nuevos al mes.

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