Los nocivos efectos del rumor en la vida social

Actualizado
  • 27/10/2016 02:00
Creado
  • 27/10/2016 02:00
La inteligencia debe usar la regla de la bondad: ¿es bueno para alguien, de alguien, para mí y la salud mental que quiero tener?

El rumor es causa de muchos dolores humanos. El rumor es violencia, se esparce, todos lo saben, muchos lo repiten. El rumor va y viene y nada bueno trae. El rumor nace en cualquier lado o esquina, cualquiera lo dice, lo repite, no hay miramientos, eso dijo la vecina, mi madre, mi mejor amigo, lo leí en algún lado, lo sé, viene de buena fuente, estoy segura, se lo escuché a unas personas en el parque…

Algunas veces es totalmente malintencionado, quiere herir y destruir aunque sea mentira, otras son agregados a comentarios, creando una versión nueva o distinta, otros no llevan intención, solo son meras repeticiones de algo que se escuchó y parece interesante propagar.

Respecto al rumor, no nos detenemos a pensar en las reglas. La uno dice: ¿Será verdad? Realmente cuando sabemos de algo, estamos seguros de que es verdad. Al menos debemos por mera lógica dudar para estar seguros. La inteligencia debe usar la regla de la bondad: ¿es bueno para alguien, de alguien, para mí y la salud mental que quiero tener? Sino es bueno el comentario, ¿para qué lo dejo en mi memoria ensuciando mis neuronas? Y la última regla: La necesidad. Esta es mucho más sabia. Si eso lo necesitamos saber, si tiene una utilidad, pues si va con la intención de dañar a alguien, aun a nuestro enemigo, no es útil, pues el uso de las cosas va en su mejora, en su crecimiento, incluso a los que no amamos.

El rumor puede ser entretenido, puede hacernos reír, gozar de un rato entre otros, pero igual pasará con nosotros. Si no nos gusta que hablen de nosotros, especialmente cuando no es cierto o tergiversado con mala intención, con parte de la verdad y parte inventada o más cruel cuando no saben en qué contexto pasó lo que pasó, qué circunstancias nos llevaron a una conducta, unas palabras fuera de contexto y peor aún, cuando no tienen ni la más remota idea que reparamos el daño, que cambiamos, que indemnizamos o simplemente no saben nada de nada y solo repiten, no nos gusta y entonces; análisis crítico profundo, sesudo y del alma, ¿por qué se lo hacemos a otros?

En Udelas en la carrera de Psicología enseñamos la solución a semejante problema humano que ha creado muerte, dolor, destrucción y angustia, especialmente la centrada en el bienestar humano, explica que todos somos grandiosos, que cada ser humano, por increíble que nos parezca, hasta el ex, la vecina, algunos parientes también lo son.

La Psicología explica que nosotros mismos conspiramos para nuestro fracaso, que la cantidad de ideas preconcebidas que ha impuesto la vida social de nuestro entorno ha hecho perder el interés y dormido las infinitas capacidades que poseemos, de modo que nos hemos vuelto conformistas, repetidores, creyentes en planteamientos antiguos que hoy no son aplicables. No hemos trabajado en nuestro éxito, no nos concentramos en cultivarnos, cuidarnos, respetarnos, crecer como personas y amarnos profundamente.

Es bien sabido que no se puede dar lo que no se tiene; si nos respetamos, respetamos; si nos amamos, somos capaces de realmente amar al prójimo y este amor se traduce en este contexto en no esparcir rumores de nadie. Lo cierto es que debemos hacer a los demás lo que nos gustaría nos hicieran a nosotros, eso es madurez, calidad humana, inteligencia y en el profundo amor que revelamos al mundo, nos tenemos a nosotros mismos. No al rumor.

PSICOLÓGA FORENSE

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