Delitos sexuales se incrementaron 49%

Actualizado
  • 21/12/2017 01:05
Creado
  • 21/12/2017 01:05
Cada 24 horas se produce un delito sexual en Panamá. Las violaciones han aumentado un 23% en el último año. Especialistas consultados atribuyen el aumento a varios factores, entre ellos la impunidad, familias disfuncionales y la disparidad en el ingreso económico

Cada cuarenta y ocho horas ocurre una violación carnal y cada 24 horas se producen dos delitos sexuales en Panamá. Las violaciones han aumentado un 23% en el último año, mientras que los delitos sexuales reportan un incremento del 49% en el mismo periodo, según las estadísticas que maneja el Ministerio Público.

‘Los panameños estamos siendo influenciados por factores exógenos y endógenos que se reflejan en acciones criminales, y ya no importa la posición social'

MARCOS A. ÁLVAREZ

CRIMINÓLOGO

Las cifras indican que entre enero y octubre de este año se reportaron 664 delitos sexuales, entre ellos 238 violaciones. El incremento de la incidencia de estos delitos obedece a múltiples factores: debilitamiento de la justicia o impunidad en el sistema. Así lo analiza el criminólogo Marcos Álvarez, que añade que la percepción de la impunidad es que favorece a la clase alta.

‘Cuando no hay certeza del castigo la violencia surte como un estilo de vida de clase baja que puede dar paso a una anarquía social', añadió.

Otro factor es la descomposición del núcleo de la sociedad, la familia. Esta situación es como una espiral, dice el criminólogo, ‘mientras más se repite, más se agudiza y sus miembros se tornan más violentos'. Según Álvarez, las familias disfuncionales no se edifican con valores morales y sus miembros no acceden a una educación de calidad.

Para el sociólogo Marco Gandásegui, vivimos en una sociedad con muchas des- igualdes sociales. Los que tienen menos tienden a sumergirse a la criminalidad.

Francisco Whittingham, un reconocido fotógrafo panameño, usó su instagram para contactar a mujeres para ofrecerles fotos gratuitas a cambio de que las compartieran en sus redes sociales y le dieran el crédito al autor.

‘La criminalidad, entre otras cosas, es consecuencia de las contradicciones que caracterizan nuestra sociedades, donde unos tienen más que otros',

MARCO GANDÁSEGUI

SOCIÓLOGO

El fotógrafo invitaba a las féminas a su estudio, ubicado en su residencia, o a algún lugar apartado, y posteriormente grababa a sus víctimas. El fotógrafo tiene una serie de denuncias por agresión sexual.

Dos de seis denuncias recibidas contra el fotógrafo son por supuesta violación y otras cuatro, por intento de violación. Una de las víctimas resultó ser menor de edad. El Ministerio Público tiene registros de los primeros casos en este proceso, que se remonta al 2010, y el más reciente data de junio de este año.

Whittingham ha sido denunciado por los supuestos delitos contra la libertad e integridad sexual, en la modalidad de actos libidinosos, y por el delito contra la libertad individual, en la modalidad de extorsión.

Acerca de este caso, Álvarez considera que los panameños estamos siendo influidos por factores exógenos y endógenos que se reflejan en la criminalidad.

Según el criminólogo, nos encontramos ante una sociedad que muestra altos índices de peligrosidad y temibilidad. ‘Se trata de personas que tienen tendencia a violar las normas por el ambiente de impunidad que se vive, con un sistema de justicia debilitado', puntualizó.

Gandásegui, por su parte, no culpa a la tecnología de los hechos delictivos. El problema real, a su criterio, son las contradicciones que caracterizan a nuestra sociedad, donde unos tienen mucho y otros, muy poco.

EL CASO DE CRISTIANI

Más recientemente, el homicidio de una menor de edad ocurrido en La Chorrera consternó a la ciudadanía y encendió las alarmas .

La mañana del 18 de diciembre, las redes sociales y los medios de comunicación reportaban la desaparición de una niña de seis años. Su nombre era Cristani Erlenis Grand y su cadáver fue encontrado entre ropa sucia y sábanas en la residencia de su padrino, el 19 de diciembre.

El cuerpo de la niña mostraba heridas punzocortantes, un golpe en el rostro y marcas en el cuello. Su verdugo era el hijo de su padrino, un joven que se había criado con su padre.

El Ministerio Público, por su parte, explicó se está a la espera del resultado de necropsia y de los análisis forenses para realizar un estudio y establecer las posibles causas de este hecho de sangre.

A juicio del criminólogo Álvarez, el homicidio de la menor puede tratarse de un criminis causae. ‘La niña pudo haber sido testigo ocular de algún movimiento criminal y por ello pagó', dijo el especialista.

Cuando el testigo es potencialmente identificable, se le mata para silenciarlo, para que reine la impunidad, añade Álvarez.

Hay que preguntarse ¿qué está pasando?, dice Gandásegui. A su juicio, estos son problemas propios de nuestra sociedad. ‘Son tragedias que no se salen de nuestro medio. Lo sucedido con la niña y con el fotógrafo no hay que verlo como algo extraordinario o que esté marcando una tendencia en la sociedad. No debemos alarmarnos', aclaró.

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