El sistema de recolección de basura, en agonía

Actualizado
  • 18/06/2019 02:00
Creado
  • 18/06/2019 02:00
Contaminación y enfermedades son algunas de las consecuencias del mal tratamiento de los desperdicios. Panamá es una ciudad moderna sin basureros públicos, donde urge conciencia ambiental

El mar, con su natural gris azulado, deja entrever una estela anaranjada brillante. Son las seis de la mañana y comienza otro día en la ciudad de Panamá. A esa hora, ya muchas personas están avanzadas en su camino al trabajo y los niños a la escuela. A esa hora también, muchas personas han tomado su desayuno en la parada del bus y han dejado el envoltorio del emparedado o la lata de Coca-Cola por ahí tirada.

La lluvia oculta un poco la basura que se acumula con los días en las esquinas. La llena de lodo, la moja y a veces la entierra, pero eso no la desintegra. En cada rincón de la ciudad, o donde la gente piensa ‘qué más da', hay un cúmulo de basura que nadie recoge y a nadie le importa. Basura que está nadando en el mar o debajo de los puentes; apeñuscada en los manglares y entre los edificios.

Recolección deficiente en la ciudad

Jennifer Santamaría, administradora de cinco edificios en la ciudad de Panamá, paga a la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario $800 al mes —cuota que cubre solamente una torre — por un supuesto servicio de recolección de desechos dos veces a la semana. ‘No son constantes, a veces pasan por la basura y a veces no, hay que estar detrás, ya que no tienen ruta y nos toca llamar a los supervisores del área para que nos manden un camión'.

Los criterios de cobro de la AAUD no se cuantifican con base en la cantidad de desechos extraídos sino en el costo del inmueble de donde los extraen. Según Fernando Bell, jefe de Comercialización, las tarifas de recolección de desechos en áreas residenciales se dividen en tres niveles: nivel bajo, tipo de propiedad de bajos ingresos a los cuales cobran $5.60 si es casa y $5.00 si es apartamento. Nivel medio: se evalúa dependiendo de cómo es la propiedad; por ejemplo si es un apartamento sin área social o sin garita de seguridad y están en áreas que no son de niveles altos como los apartamentos en Betania o Carrasquilla se les cobran $7.20 y $7.50 a las casas. Y nivel alto, aquellas propiedades de lujo, situadas en barrios opulentos, su tarifa es $10.30 a los apartamentos y $11.50 a las casas. ‘El tema de los niveles es muy perceptivo, hay lugares como Punta Pacífica, con apartamentos de un millón de dólares o más, que también tiene casas en San Sebastián, que está al lado, y son de nivel bajo, entonces uno no puede ubicarse por área y para ello nos ayudan los inspectores de catastro'.

La AAUD tiene las rutas de extracción de basura tipificadas por zonas. El jefe de la Zona B —ruta que comprende desde San Francisco hasta Chanis— Carlos Douglas, le comentó a La Estrella de Panamá que si los carros no se averían, ellos pasan todos los días recogiendo la basura. ‘Yo tengo 17 rutas y solamente un carro, y si los carros están dañados ¿cómo hago? Necesitamos más medio de transporte'. Según Douglas, los automóviles son prácticamente nuevos ‘porque solamente tienen dos años, pero se usan demasiado', asegura, ya que las jornadas comprenden horarios desde las 4:00 de la mañana hasta las 12:00 de la noche.

Por su parte, Jennifer Santamaría agregó que a veces ‘se desborda la basura de los tinaqueros' en los edificios que administra debido a que puede pasar mucho tiempo hasta que lleguen a recoger los desperdicios. ‘Estamos buscando otro mecanismo de recolección, quizá una empresa privada, porque además es un ahorro para el edificio'. Bell indicó que aunque las personas opten por contratar una empresa privada, deben seguir pagando una cuota a la AAUD. ‘Se les cobra $1.75, aunque no utilicen el servicio por un tema ya establecido en la ley'. En este caso puntual, Santamaría tendría que pagar aproximadamente $119 a la AAUD, si el consorcio del edificio decide contratar otro servicio de recolección.

Y es que un servicio se torna demasiado caro cuando es ineficiente. Rita Spadafora, directora Ejecutiva de ANCÓN, mencionó que la Autoridad de Aseo debería ser solamente un ente regulador en lugar de manejar los residuos de la ciudad. ‘Fue una decisión nefasta que se tomó durante el gobierno de (Ricardo) Martinelli y es por ello que la Alcaldía no lo maneja como en todos los demás municipios, en donde son ellos los que contratan empresas de recolección'.

Por su parte, la asesora del Despacho Superior en la Alcaldía de Panamá, encargada de planificar e impulsar el Programa Basura Cero, Alida Spadafora, mencionó que aunque en 2010 el manejo de la basura haya pasado a manos de la AAUD, se necesita otra ley para pasar todos los bienes, infraestructura y personal, nuevamente a la Alcaldía. ‘Los planes, según he escuchado al presidente electo Cortizo y al alcalde electo Fábrega, es que esa recolección pase nuevamente a ser parte de la Alcaldía; eso facilitaría también la ejecución del programa Basura Cero'.

Para Rita, se necesita una ley comprensiva en el manejo de residuos. ‘No estamos hablando de botellas plásticas nada más, estamos hablando de residuos hospitalarios, llantas, etc. Todo ello combinado con un plan para el cierre de vertederos, haciéndolos más bien por región y no por ciudad, es lo que tiene más sentido para que sea manejado a través de contratos'.

Vistazo a Cerro Patacón

Dentro del plan estratégico de la AAUD 2014-2019 de la Administración del presidente Juan Carlos Varela, figura la de creación de programas de reciclaje así como la de mejoras en Cerro Patacón. Según información proporcionada por Juan David Arosemena, administrador de Proyectos Ambientales de la AAUD, aún no se han alcanzando las condiciones óptimas que requiere la galera —que la concesión de operación del relleno sanitario Cerro Patacón establece en su contrato— para separación de material reciclable.

Sin embargo, según Juan David, las condiciones del relleno sanitario Cerro Patacón han mejorado desde la aplicación de tres restricciones: la operación de quema y vertido de drogas, aguas residuales y desechos hospitalarios.

‘Cerro Patacón es un nicho de contaminación. Un tema primordial que hay que abordar es el saneamiento de todos los vertederos a cielo abierto donde no hay rellenos sanitarios, sino que son botaderos que impactan a la salud humana', indicó la asesora de temas de residuos, Alida Spadafora.

Una ciudad moderna sin basureros públicos

Los edificios en Panamá son conocidos por sus grandes y espaciosos ventanales y sus vistas privilegiadas a la ciudad y al mar. Por donde se vea a través de ellos, aparecen las calles que se abren a los caseríos, a las avenidas y la vida que circunda. Pero en ninguna de sus esquinas calurosas o sobre las avenidas principales; muy escuetamente en las paradas de buses o fuera de las escuelas públicas, hay basureros. Panamá es una ciudad moderna sin basureros públicos.

Para Rita Spadafora, el mantenimiento de los basureros es altísimo, ya que al día siguiente ya están desbordados. ‘En muchos países del mundo ni siquiera se ponen basureros, creo que a lo que debemos apuntarle y nuestra campaña es: su basura es suya, llévesela a su casa, si no hay donde botarla'.

Andrea Morales, licenciada guatemalteca residente en Madrid, comentó que en dicha ciudad hay basureros por todos lados: ‘Tenemos los botes grandes que están afuera de cada casa, como los pequeños que están en los postes, ya sea para botar la ceniza del cigarro o el papel del helado; Madrid está llena de basureros. En París también hay muchos basureros y lo mismo en Roma, lo que pasa es que tienen un sistema que funciona para recoger la basura y la forma en la que están puestos, ornamentalmente, no parecen basureros'.

Ximena Greenhouse, ciudadana americana que estudia una maestría en NYU, comentó a La Estrella de Panamá que en Nueva York hay basureros en cada esquina. ‘La ciudad es la que vela por la limpieza aunque es una urbe muy densa: viven 8 millones de personas, llegan a trabajar aproximadamente dos millones más y a eso se le suman los turistas, por eso aunque lleguen cada hora a limpiar, siempre hay aspectos que mejorar, aunque hacen lo mejor que pueden con lo que tienen y yo creo que hacen un buen trabajo'.

Y es que en Panamá, a la falta de basureros donde botar los desechos y vehículos para recolectarlos, se le agrega la problemática de la falta de conciencia de las personas. Así lo mencionó Rodolfo Pérez, jefe de la Zona A de la AAUD —ruta que comprende Ancón, Betania, Santa Ana, El Chorrillo, Calidonia, entre otras—. ‘La gente tira mal la basura, la riega, no la tira dentro del contenedor, por eso también la ciudad se ve sucia, porque el usuario no coopera'. ‘Se lo digo como es o se lo adorno, somos cochinos', manifestó Carlos Douglas, jefe de la Zona B.

Rita Spadafora agregó que la falta de basureros no es excusa para que se tiren los desperdicios en cualquier lugar: ‘Jamás es permisible utilizarlo como excusa'.

Conciencia y educación ambiental

Los patios de comida en los centros comerciales panameños están llenos de creatividad, diversas opciones de comida del mundo y hasta parques para que los niños se diviertan. Los food court son lugares que siempre están atestados, y a pesar de su popularidad, la gente no parece inmutarse a la hora de terminar de comer y dejar la bandeja llena de basura sobre la mesa. La conciencia de aseo, respeto ajeno y consideración ambiental parecen no existir en Panamá. ¿Por qué?

‘Es muy pobre la educación ambiental en Panamá porque, aunque por ley se debe dar, el tema es trasversal a varias materias y es algo adicional que los maestros y profesores en las escuelas públicas imparten, pero como algo voluntario según el interés de cada profesor', agregó Alida Spadafora sobre la conciencia ambiental.

Otilia Arroyo, funcionaria de la Dirección de Ambiente del Ministerio de Educación, explicó que la educación ambiental empezó como un tema a trabajarse en las aulas por iniciativa de docentes en la década del 90; dicha inquietud escaló hasta crearse una oficina de educación ambiental. En la actualidad, en Panamá existe la Ley 38 del 2 de diciembre de 2014, que estipula que la educación ambiental es obligatoria y se da como un eje trasversal desde la preprimaria. Aunque según Arroyo, la conciencia ambiental viene desde el hogar: ‘Si le enseñas al niño, apenas él empieza a caminar, a que no organice y que no deje las cosas en su lugar, él va a seguir así; es una tarea demasiado grande, ya que el educador no puede dedicarse a formar; el hogar y la familia tienen un rol importante'.

Cuando La Estrella de Panamá se acercó al Ministerio de Ambiente para indagar sobre sus planes de concienciación a población adulta, no recibió respuesta.

El problema de la basura en Panamá tiene raíces muy profundas que crea problemas mayores. Mientras la lluvia siga cayendo y los ríos aumentando su caudal, seguirán arrastrando consigo toda la basura producto de la poca inversión gubernamental, la inconsciencia, la falta de educación y la indiferencia, que pagamos todos.

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