Panamá, una ciudad española que representa el poder del rey en América

Actualizado
  • 11/10/2019 13:48
Creado
  • 11/10/2019 13:48
Una conversación con Katti Osorio, directora de Patrimonio Histórico, expone la historia de una ciudad que sirvió de puerto para la exploración y la conquista

Hace 500 años se fundó la ciudad de Panamá como centro estratégico del imperio español para la conquista de otros territorios americanos. Con el descubrimiento del Mar del Sur, por Vasco Núñez de Balboa, en 1513, un nuevo pero desconocido mundo se abrió para los europeos. Era la confirmación de la existencia de nuevos territorios y de un mar inmenso por dominar. La ciudad panameña nació como un puerto de avanzada para continuar con la exploración y la conquista española en América.

Katti Osorio, directora de Patrimonio Histórico, reconstruye los testimonios de ese pasado histórico y los comparte con los lectores de La Estrella de Panamá .

¿Cómo era la estructura social y política de la ciudad de Panamá?

Los españoles tenían una política de conquista a través del establecimiento de ciudades y poblados. Así entonces, la ciudad de Panamá nació de la necesidad de dominar el territorio.

Las estructuras administrativas preexistentes, que eran las de los pueblos originarios, desaparecieron cuando se estableció la ciudad española. Cuando se avistó el Mar del Sur, en 1513, se abrió todo un mundo nuevo para los europeos. Era la confirmación de que no se estaba en la India, sino en un istmo y que, más allá, al sur, habían otras tierras y un mar inmenso por dominar. De inmediato surge la necesidad de fundar un puerto de avanzada que permita continuar con la exploración y la conquista. Allí aparece la ciudad de Panamá.

Antes de su fundación como ciudad, ¿cómo era Panamá?

Era un poblado de pescadores. Y sabemos que era así por una carta que Pedrarias Dávila le dirige a la corona quejándose de por qué se le había concedido a Vasco Núñez de Balboa la gobernación de Panamá y Coiba. Pedrarias dijo que Panamá era solo un poblado de pescadores. Pero Panamá se convirtió en ese puerto de avanzada que articuló el territorio. Y, por su importancia, se trasladó la diócesis que tenía su asiento en Santa María la Antigua a Panamá.

¿Cómo era la cultura de aquella época?, ¿cómo compararla con la de hoy?

La cultura era muy distinta, era fundamentalmente la de una ciudad española. A Panamá primero se le concedió el título de ciudad, con un escudo de armas, porque inicialmente era un pueblo. Posteriormente se le concedió el título de la ‘muy noble y leal' ciudad de Panamá. ‘Leal', por el papel que desempeñó en la defensa contra los ataques de los cimarrones y de los piratas. Y ‘muy noble' porque era una ciudad principal, un puerto muy importante y una de las principales conexiones.

A través de la ruta istmeña se produjo un intercambio por donde pasó el 60% de la producción argentífera del sur. La plata que se produjo en las minas de Potosí pasó a través de Panamá. Mientras que en Portobelo se hacía una gran feria, como la de Expocomer, donde los comerciantes exponían su producción y adquirían mercancías que venían de Europa.

En aquella época, tener cosas que procedían de Europa eran símbolo de prestigio, que las personas acomodadas podían adquirir para mantener un nivel de vida grupero. La seda, los tintes, el arte religioso y sevillano se fueron diseminando en el resto del continente a través de la conexión con Panamá.

Y, las clases sociales, ¿cómo eran?

En aquel tiempo, las clases sociales eran muy cortantes y muy rígidas. Los puestos públicos importantes eran para las personas blancas, para los peninsulares. Por la escasez de blancos, se empezaron a abrir posiciones de escribanos y para la persona que acompañaba al abogado, que podía ser un mestizo. Y, sin embargo, había que acudir al Consejo de Indias para justificar que podía ejercer ese cargo. Las personas negras, que estaban en las capas más bajas de la sociedad, podían ser artesanos y herreros. Habían ciertas profesiones limitadas para los estratos de la sociedad, que los españoles consideraban los más bajos de la sociedad. La gente nacía condicionada a la situación de la madre: si eran esclavos, ellos también lo serían. Otra cosa, si el padre era blanco y reconocía a su hijo como natural, no heredaba a menos que fuera incluido en el testamento.

¿Qué permanece de aquella cultura?

Hay algunas cosas que permanecen, como, por ejemplo, los azulejos. En el museo de la Plaza Mayor de Panamá La Vieja hay una representación de las piezas de cerámicas. Cuando se produjo el incendio de la ciudad de Panamá, en 1671, los azulejos estallaron. Se han recuperado algunos, se han reconstruidos algunos mosaicos y se ha determinado que tienen influencia sevillana. Hay diferentes influencias que convergen, que crean lo que se llama Panamá.

¿Cómo estaba delimitada la jurisdicción de la ciudad de Panamá?

Era hasta donde se hablaba la lengua de los indios Cueva. El ejido de Panamá iba de Chepo a Chame, que estimamos que eran dos ríos. Hasta la cordillera Central y las islas de Las Perlas.

El incendio en 1671 lo ordenó el gobernador Juan Pérez de Guzmán. Cuando se llamó a rendición de cuentas, dijo que el prefería ver la ciudad quemada que en manos de los piratas. Los mismos piratas incluso intentaron apagar el fuego porque lo que querían era robar y las llamas atentaban contra su objetivo.

¿Cómo se dio la reconstrucción de la ciudad de Panamá?

Antonio Fernández, el gobernador que reemplazó a Juan Pérez de Guzmán, destituido por la derrota ante los piratas. Fernández de Córdoba planificó y realizó el traslado de la ciudad de Panamá (1671-1673) en nombre de la Corona Española. Estableció el diseño de la traza urbana y la fortificación de la ciudad de Panamá, que se mantuvo en su mayor parte. Juan Betín y Bernardo Ceballos lo asistieron en el diseño de la ciudad y sus murallas como obra coronada (o sea, como un recinto cerrado). Gracias a Antonio Fernández de Córdoba tenemos ciudad hoy.

¿Cómo era el panameño de aquella época?

Esa es un pregunta muy compleja. En Panamá, habían caballeros veinticuatro (un cargo equivalente al de regidor o concejal y estaba asociado a la nobleza y posición social de quien lo ostentaba), como los que habían en Sevilla, que eran hombres que tenían una distinción de honor. Panamá era una ciudad española, que representaba el poder del rey en América.

El asunto era que para los que estaban en la parte superior de la pirámide, ser panameño era ser español. Ni siquiera los que estaban en el último extremo, que eran las personas en condiciones de esclavitud, se consideraban panameños. Ellos querían volver a África, a su casa.

¿Qué nos dejaron los españoles, más allá del idioma y la religión católica?

Nuestra estructura legal. El derecho tiene sus raíces en el español. Eso es lo que entiendo.

‘En aquel tiempo, las clases sociales eran muy cortantes y muy rígidas. Los puestos públicos eran para las personas blancas, para los peninsulares...'

En verdad, es muy difícil separar una cosa de la otra y decir exactamente de dónde provino tal o cual cosa. Por ejemplo, de las personas que vinieron esclavizadas de África nos llegaron alimentos que reconocemos como panameños. Hay diferentes tubérculos que llegaron a Panamá. Un sancocho tiene elementos que provienen de distintas partes del mundo. Otro ejemplo, el mango y el plátano vienen de Asia.

El paisaje se transformó y, así mismo, la manera en la que las personas preparaban los alimentos. Un arroz con pollo tiene elementos semejantes a la paella. Se le tiñe el arroz, pero en lugar de usar azafrán se usa achiote, que había en Panamá. Hay una innovación y creatividad cultural que se refleja en la gastronomía panameña.

PERFIL DEL ENTREVISTADO

Sus principales intereses son la conservación y gestión del patrimonio cultural.

Nombre completo: Katti Osorio Ugarte

Nacimiento: 12 de octubre, ciudad de Panamá.

Ocupación: Directora de Patrimonio Histórico.

Resumen de su carrera: Es arquitecta egresada de la Universidad de Panamá. Obtuvo en dos ocasiones la beca para estudios superiores del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón, completando con éxito su máster en Conservación de Bienes Culturales con especialización en edificios y distritos en la Universidad de Tokio de las Artes, y su doctorado de Filosofía en Estudios del Patrimonio Mundial en la Universidad de Tsukuba.

Hay toda una estructura celestial que hemos aprendido y que vino de España. Todavía, en la actualidad, las personas que tienen una mayor composición afro tienen proclividad a ciertas enfermedades, como las cardiacas, diabetes y todas esas cosas son parte de aquel encuentro de culturas que se dio aquí en Panamá.

¿Cómo conectar la visión de Panamá, perla del Pacífico, con nuestra realidad de hoy?

Allí hay varias cosas. Por un lado, Panamá tenía las islas de Las Perlas, donde las pesquerías de las joyas eran importantes. Allí se descubrió la perla llamada La Peregrina, en el siglo XVI, una de las gemas más valiosas y legendarias de la corona española. La perla sale de Panamá y encuentra su destino en España y posteriormente empieza su peregrinaje por el mundo.

Panamá era una de las vías más importantes para que el imperio español mantuviera su hegemonía y para difundir su cultura que, según ellos, debía prevalecer.

Los cimarrones y los indígenas quedaron prácticamente anulados de la historia hispana, ¿por qué?

En parte, por la manera en que se construyó el discurso de lo nacional, donde se destaca el pasado hispano.

Así es, lo primero que sale a relucir es el pasado hispano: las iglesias, las ruinas de piedras, los conjuntos monumentales.

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