Gobierno elabora ley única para la Fuerza Pública

Los cambios en la Fuerza Pública no solo van dirigidos en la designación de nuevas figuras para ocupar la dirección de los estamentos de seguridad, también se trabaja en reformas estructurales con la creación de una “ley única” que regule los tres estamentos: la Policía Nacional (PN), el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) y el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).

La información fue revelada a La Estrella de Panamá por el coordinador de Proyectos y Programas de Seguridad de la Presidencia de la República, Severino Mejía, quien detalló que el documento está en evaluación en el Ministerio de Seguridad, para luego presentarlo ante el Consejo de Gabinete y posteriormente enviarlo como proyecto de ley a la Asamblea Nacional.

Mejía indicó que el documento busca eliminar la “estructura piramidal distorsionada” en los estamentos de seguridad, donde se nota que hay excesivos salarios y una cantidad elevada de comisionados y subcomisionados.

A juicio del funcionario se trata de un problema heredado de los anteriores gobiernos, desde 2010 con la gestión del presidente Ricardo Martinelli, y luego con Juan Carlos Varela donde se propició lo que estamos observando hoy.

“Con esta nueva ley lo que se busca es mando y control. Esto significa que no se den acciones discrecionales para permitir ascensos fuera de lo que establece el reglamento y la entrada de personas (uniformados) que estuvieron 10 y 15 años fuera de la institución y volvieron a entrar. Lo que se busca es poner orden y respetar la institucionalidad, evitar las perversidades que se dieron en las administraciones pasadas”, concluyó Mejía. Ebrahim Asvat, exdirector policial, considera que se requiere de cambios profundos en la Policía Nacional.

Por ejemplo, los uniformados están siendo ascendidos con jugosos salarios tomando en consideración la antigüedad en la institución. Sin embargo, para aspirar a un cargo superior se requiere preparación académica y profesional, y experiencia, agregó.

“Ahora todo el mundo entiende que son los años los que te hacen subir no tu superación profesional, no tu experiencia ni tus capacidades de liderazgo”, aseguró Asvat.

Según el exdirector de la policía, el problema es consecuencia de que varias administraciones de gobierno han relacionado la efectividad policial con un aumento de salario, lo que no ha resultado. “Tratar de rectificar va a requerir de un director muy valiente que haga entender a toda la oficialidad y a la tropa que la institución requiere de una reforma profunda...”. Eso, según Asvat, “se va a lograr cuando haya un presidente comprometido con esa reforma. No va a ser una labor fácil, va a ser una labor que tomará tiempo, pero es muy necesario”, advierte.

Una fuente vinculada al estamento de seguridad explicó que hay 135 comisionados y 184 subcomisionados que suman 319. Lo máximo debería ser 71, estirando el número, porque hay cargos que son de mayores, capitanes y tenientes, que están siendo ocupados por comisionados y subcomisionados, lo que no deja espacio a la cadena de mando a desarrollarse y ejercer sus funciones. Un comisionado gana en promedio $5 mil mensuales.

Ayer, el presidente Laurentino Cortizo designó a Gabriel Isaías Medina Delgado nuevo director general de la Policía Nacional en reemplazo de Jorge Miranda, quien en junio de 2019 cumplió 30 años de servicios llegando a su tiempo de jubilación.

El presidente también designó subdirector general de la Policía al comisionado Rafael de Jesús Álvarez Guardado, en sustitución del comisionado Alexis Muñoz.

El nuevo director cuenta con 28 años de servicio, es ingeniero militar del Colegio Militar de la República de México en 1991 e ingresó a la Policía Nacional en abril de 1992, siendo asignado como subteniente a labores netamente operativas y subsiguientemente de inteligencia.

Entre los cargos que ha ejercido durante su carrera destacan: subcomisionado de la Oficina de Seguridad de la Unidad Policial del Metro de Ancón y comisionado en la jefatura del Servicio Policial de Seguridad Penitenciaria en el Complejo Penitenciario La Joya.

Además, es licenciado en derecho y ciencias políticas por la Universidad de Panamá y tiene una serie de cursos policiales, seminarios y diversos diplomados en las áreas de inteligencia, logística y gestión pública, así como una maestría en seguridad y defensa interamericana.

Medina enfrenta el reto de mejorar su eficiencia en la lucha contra la criminalidad para generar un grado de confianza en la sociedad y asegurar que el ciudadano cumpla con las normas de bioseguridad impuestas por reducir los contagios de la covid-19.

El año pasado la cifra de homicidios aumentó, a pesar de la pandemia y las restricciones de movilidad. En comparación con 2019 se registraron 11 asesinatos más. Entre las víctimas había 39 menores. La violencia que se experimenta en el país está relacionada con las actividades del narcotráfico, según han establecido expertos consultados por este medio.

El nuevo director también tiene el reto de recuperar la credibilidad del estamento de seguridad, cuestionado por situaciones en las que se ha apreciado el abuso policial.

Durante la administración de Miranda, la policía se volvió “más abusiva con los ciudadanos decentes” y “más permisiva frente a la criminalidad”, señaló el politólogo y profesor de ciencias políticas Carlos Guevara Mann.