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- 17/11/2009 01:00
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El Partido Popular (PP) en la víspera de sus bodas de oro —50 años de su creación— se prepara para lo que han denominado “su renacimiento”. Según Jorge Hernan Rubio, candidato a la Secretaría General con este reverdecimiento buscan ser un partido de “masas” en sus ideales y convicciones. Rubio también afirma que el partido apuesta por ser una oposición responsable a la actual administración, por lo que estarán pendientes
El aparecer de Milton Henríquez como candidato a la presidencia del partido. Él es la cara del nuevo proyecto “Panamá Primer Mundo” y es el candidato que pretendemos impulsar para la presidencia. Si yo enfrentaba a Henríquez iba a tener que luchar y competir con él, y correr el riesgo de dañar o afectar su imagen como candidato. Si el resultado electoral me era favorable, produciría quizás un daño irreparable, algo que no quería hacer.
No es lo mismo oponerme a Roberto Méndez que a Milton Henríquez. No es porque Méndez sea menos o más que Henríquez, sino que Méndez no es la cara del proyecto del partido. Méndez es el actual subsecretario del partido, es la persona que ha estado pagada por el colectivo para organizarlo. Hoy día el partido está relativamente bien organizado, yo tengo mi propio estilo será distinto al de él.
Tenemos que hacer el esfuerzo de romper un esquema, un monopolio, un ejercicio del poder que tiene la nómina que encabeza "Tito" Méndez. Para poder llegar a eso tenemos que hacer el esfuerzo de aquí al día de las elecciones. No obstante hay una impugnación que nosotros hemos presentado a la candidatura de Méndez por considerar que él está inhabilitado para postularse para el cargo, pero eso es un tema que ya está en manos de la autoridad competente y eso corresponderá a la Comisión de Ética del partido.
Méndez trabaja para el partido, se le paga un salario mensual precisamente para organizar el colectivo a nivel nacional, para organizar las elecciones, la escogencia de delegados, por esta razón su candidatura viola el estatuto, porque está en una posición de ventaja frente a cualquier candidato. El fue quien escogió, organizó y coordinó la escogencia de los delegados que van a votar el 13 de diciembre.
Evidentemente estamos en una contienda y por ende hay grupos divididos. Dos fuerzas que esperamos nos unamos en un solo haz de voluntades. Si no ganamos la Secretaría General, nosotros nos incorporaremos al trabajo en la medida en que se nos permita.
Nosotros queremos que el renacimiento del partido sea volver al Partido Demócrata Cristiano (PDC), al partido de cuadros, pero no necesariamente cuando hablamos de profesionales queremos decir profesionales como si fuera una élite, porque nosotros no somos un partido elitista. Somos un partido incluyente. Lo que no somos ni queremos ser es un partido de masas en cuanto a la integración o adhesión al partido. En nuestros ideales en nuestras convicciones y principalmente en las elecciones.
Nosotros tenemos una visión muy clara de que el partido debe ser un partido de cuadros donde todos los ciudadanos estemos representados. Las puertas del partido están y estarán abierta para los campesinos, los productores, para los profesionales, trabajadores, los grupos de géneros, para los jóvenes, somos un partido incluyente.
Hay errores que si tuviéramos que repetirlos los repetiríamos. En la década de los noventa el PDC se atrevió a tomar decisiones drásticas que costaron la reelección a muchos diputados importantes como Milton Henríquez, las reformas a la Caja de Seguro Social, que lideró una diputada PDC, la Dra. Gloria Moreno de López, le costó al partido mucho sacrificio. La reformulación de lo que fue la Fuerza de Defensa a la Fuerza Pública, el trabajo que hizo Arias Calderón como ministro de Gobierno y Justicia, todas estas decisiones le salieron caro, pero si tuviéramos que volver hacerlo lo haríamos.
Hemos caído en la práctica del clientelismo político. La mala práctica de esos colectivos políticos que cuando se acerca al periodo de elecciones empiezan a buscar candidatos que no son del partido, que no comparten la ideología y los principios social, cristiano, humanistas que nosotros defendemos. Nuestras alianzas electorales no han sido buenas, pero han sido productivas, porque todos los partidos que se han aliado anteriormente con el PRD han desaparecido.
Complicada. Por la concentración de poder alrededor de Martinelli y su círculo de poder, siento que la unión de los otros partidos políticos llamada el “cambio”; que no ha cambiado nada, va a terminar en una crisis. Por ejemplo, en la Asamblea la bancada mayoritaria de gobierno es la panameñista, el tema del señor Posse ha creado ronchas, el Molirena con el cambio en la Lotería y el hecho que no tengan acceso a puestos de elección popular, está creando roncha que veo la solidez de esa alianza disminuida. Por otro lado, el PRD no acaba de salir de su crisis. Si bien han escogido un nuevo CEN, la elección a mi percepción no satisface a las bases del PRD.
El principal error es no haber cambiado nada, ser más de lo mismo. Nosotros lo dijimos en campaña, tú no puedes decir yo soy el cambio cuando hago alianzas con los sectores tradicionales de la política. Nosotros caímos y fue un error. Nos convertimos en un partido más donde el clientelismo político prevaleció frente a los ideales, los principios y la ideología. El otro error del gobierno es la concentración de poder alrededor de un círculo muy cerrado del presidente Martinelli, donde la democracia está siendo afectada, porque ese círculo de poder no sabe vivir en democracia, no sabe comer democracia, no entiende lo que es la democracia.
Yo creo que todavía no. Pero si no ponemos los correctivos, si no ejercemos el control y la fiscalización adecuada el pueblo panameño, no solo los partidos políticos, corremos el riesgo de que Martinelli pretenda modificar la Constitución para permitir elecciones, para disfrazar una reelección a través de una constituyente, y pretenda sencillamente perpetuarse en el poder.