Griselda López: ‘para cambiar el mundo hay que ser periodista'

Actualizado
  • 26/05/2017 02:06
Creado
  • 26/05/2017 02:06
Aunque promueve la autocrítica y reconoce que en el oficio también se cometen faltas, la directora de la Escuela de Periodismo de la UP 

Como si de formar superhéroes se tratara, Griselda López, a cargo de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Panamá durante los últimos cinco años, se ha dado a la tarea de equipar a sus alumnos con la más poderosa de todas las herramientas de transformación: pensamiento crítico y capacidad de análisis. ‘Para cambiar el mundo hay que entenderlo y para verdaderamente comprender algo hay que saber sintetizar, separar las cosas en sus partes y componerlas otra vez en su dimensión real. Los periodistas trabajamos con la cabeza. No se nos puede olvidar eso', dice a La Estrella de Panamá durante una entrevista sobre el país que imagina mejor.

‘Soy un poco crítica con la libertad de expresión mal entendida. La libertad de uno acaba cuando empieza la del vecino. Y se puede caer en la falta de respeto en nombre de la libertad de expresión'.

Maestra de maestros, López ha recibido a un año de cumplir los ochenta el Gran Premio a la Excelencia del Fórum Nacional de Periodistas por las Libertades de Expresión e Información. Desde su labor formativa de más de cuarenta años, aboga por una capacitación sofisticada del periodista para que afronte con acierto sus obligaciones con la sociedad: poner luz donde no la hay, incluso cuando se identifica la voluntad del secretismo. Y recuerda como ejemplos de buen periodismo a intelectuales de la talla de Gil Blas Tejeira, cuyo retrato preside su despacho como guía y redentor intelectual. ‘En Panamá sí se puede hacer buen periodismo', recalca.

¿CUÁL ES EL PAPEL DEL PERIODISTA?

El papel del periodista de hoy es luchar contra la corrupción que, aunque siempre ha existido, ahora es más evidente, y es evidente también que las autoridades están en la jugada junto con algunos sectores privados. Eso genera un poder que es mucho más difícil de combatir. Es aplastante. Ante ese poder está el periodismo.

¿QUE EJEMPLO DE ESE TRABAJO SERÍA EL MÁS DIDÁCTICO?

El caso Odebrecht es un ejemplo en el que podemos ver el papel del periodismo. Es una trama larga que no empezó hoy. La indagación lleva muchos años en Brasil, pero salta por las primeras publicaciones periodísticas en ese país que luego han seguido los medios de todos los países implicados, como una red de colaboración que ha resultado más eficaz casi que la judicial, porque ha imprimido presión para que las autoridades respondan con transparencia ante el interés de la población. La corrupción nos afecta a todos y tenemos derecho a saber, derecho a la información.

‘No hay periodismo de antes versus el periodismo de ahora. Existe el periodismo a secas, el buen periodismo; la plataforma de distribución es una herramienta y el lenguaje, un canal'.

¿A QUÉ VALORES SE DEBE EL PERIODISTA?

Cuando sale a flote la información, ya no se puede tapar. El papel del periodista es ese, poner luz donde hay oscuridad, revelar lo que esconden los poderes fácticos. Y en este caso (Odebrecht), los periodistas lo están haciendo muy bien.

No se trata, sin embargo, de linchar a nadie. Un periodista debe trabajar con conocimiento de la ley y respetar la presunción de inocencia y los derechos individuales. No nos podemos convertir en verdugos de nadie. Es muy importante la ecuanimidad. Ser certeros con la verdad.

¿CREE QUE CONOCE LA SOCIEDAD LA IMPORTANCIA DEL PERIODISMO?

La corrupción se está convirtiendo en una manera de ser. En la manera correcta de actuar. Ya no hay personajes ejemplares que se paren firmes frente al corrupto, que está en todas partes. Si nadie dice lo que está bien y lo que está mal; si no se denuncian las malas actuaciones, se perderán las referencias y este será un mundo en el que todo vale. Otra vez la ley del más fuerte. La selva. Es ahí donde es fundamental tener un periodismo independiente. En Panamá estamos viendo que son los periodistas los que están llevando la bandera del denunciante. El periodista necesita ser una persona culta. Saber más que su fuente para no dejarse engañar, y escuchar con criterio y sentido crítico. No es hacer un buen trabajo solo repetir lo que se escucha. Hay que contextualizar para el lector. Confirmar, comprobar.

¿Y CÓMO SE ENSEÑA ESA DISCIPLINA?

En la Universidad de Panamá estamos trabajando para que nuestros estudiantes de periodismo salgan con esas herramientas. Hemos revisado el currículo educativo para introducir mejor capacitación en periodismo económico, en periodismo judicial, porque hemos identificado que esos son los grandes temas que tratan los medios.

El desconocimiento puede llevar al error o a la fácil manipulación y los dos posibles son malos. En Panamá tenemos, además, el problema de que las leyes —con todos mis respetos para los abogados—, están a merced de la interpretación del letrado, y para enfrentar esa situación también el periodista debe tener un criterio educado. La Universidad debe tener la capacidad para dotar de argumentos a sus egresados. La formación de un periodista debe ser de las más sofisticadas, porque se enfrentan ante las más variadas situaciones y no siempre la fuente es colaboradora. El periodista debe estar a la altura de las expectativas de la sociedad y convertirse en un referente. Lo que se publica en un medio debe ser incuestionable.

¿Y CÓMO SE ENCIENDE ESA ‘LINTERNA' QUE DEBE LLEVAR EL PERIODISTA?

Sin educación, sin formación, sin cultura, los periodistas quedan a merced de los que dicen que son versados. Para identificar el mal, es fundamental conocer el bien; sin duda alguna. Saber dónde está realmente la verdad sin dejarse confundir; esa es la difícil tarea del periodista. El periodista tiene que ser, ante todo, sagaz.

¿CONSIDERA USTED QUE ESTE ES UN TRABAJO ‘SOCIAL'?

Ante la falta de información de la sociedad e incluso de referencias claras, es labor del periodista buscarlas. Poner voz a los que tienen algo importante que decir, incluso aunque no estén en la corriente de comunicación masiva; dar el micrófono a quien tiene algo verdaderamente relevante que decir. Ese es un trabajo de curaduría. Sí, es un trabajo social porque es para el bien de la sociedad. Yo le digo a mis alumnos que el periodismo es un oficio. Se enseña en la universidad, pero se aprende en la calle, en los medios, donde día a día hay que enfrentar una batalla contra los intereses creados. El compromiso del periodista es con la sociedad y eso también intentamos que quede muy claro.

¿ESTÁN LAS AUTORIDADES A LA ALTURA DE LAS DENUNCIAS PERIODÍSTICAS?

Si esto sigue así, vamos a tener una población confusa que se queda haciéndose interrogantes que generalmente se quedan en el aire. En el caso de la corrupción, la pregunta es si hecha la denuncia se penará o no se penará, y si no hay respuestas, se alimenta el descreimiento y la apatía. Me preocupa que en todos los países afectados por la trama de Odebrecht ha habido manifestaciones masivas de protesta e indignación y aquí no ha pasado casi nada. Nunca había visto en la historia de nuestro país una sociedad tan pasiva. Y aunque no parezca, cuando la sociedad no se mueve refleja permisividad. Creo que además hace falta liderazgo. La Asamblea Nacional, que vela por los intereses del pueblo, tampoco lo ha entendido y no tiene liderazgo ni tiene respeto. Estamos en una sociedad con muchos valores en entredicho y es un problema que tenemos que ver cómo combatirlo y eso solo lo hace un periodista honesto.

¿Y LOS HAY?

Creo que ante todo debemos ser autocríticos, pero saber también que así como la audiencia identifica el trabajo bien hecho y lo premia con su fidelidad, también castiga lo que carece de honestidad. La gente no es tonta. Por eso quienes se asombran del surgimiento de protestas populares o revoluciones aparentemente repentinas es porque no han sabido interpretar a la sociedad. La protesta es un caldo de cultivo que está creciendo a la espera de un liderazgo. Los periodistas deben dar la alerta oportuna.

¿CÓMO VALORA SU TRABAJO EN LA UNIVERSIDAD CON LOS OJOS PUESTOS YA EN LA JUBILACIÓN?

Nuestro sistema educativo es muy malo. Viene así desde primaria, pasa por secundaria y nos llega a nosotros también. Cada año tenemos que adecuarnos al estudiante que viene bajando el listón para que nos pueda entender lo que queremos decirle. Es un esfuerzo bastante grande y doloroso. Aquí es donde nos toca ayudarles a que tengan contacto con la realidad. Panamá está es un nivel educativo bastante atrasado en relación a otros países del área y la medición es mundial. Es una realidad que tenemos que analizar urgentemente. Estamos cambiando las prioridades. Este país da más importancia al crecimiento de rascacielos que a la educación de su gente. Hay mucha riqueza y a la vez una gran ignorancia a todos los niveles, y por eso es fácil que los medios de comunicación puedan tener empleados fáciles de manejar y pasivos. La falta de conocimiento es parte del problema y nosotros intentamos resolverlo en la medida que podemos, con mucho esfuerzo. Sin conocimiento, sin educación no hay interés ni surge la curiosidad.

¿ES UN PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA FRENTE A LA PRIVADA?

Creo que el problema es general. El profesor que da clases aquí también da clases en otras facultades de universidades privadas. Pero hemos identificado la situación y estamos actuando todos. La universidad está bajo parámetros bastante rígidos. Estamos cambiando el plan de estudios siguiendo los requerimientos internacionales para homologar la oferta educativa. Tenemos que enriquecer el pensamiento y adaptarnos a las nuevas exigencias del medio, con las nuevas tecnologías y las necesidades de los medios.

¿ESTÁN PREPARANDO AL ESTUDIANTE PARA EL NUEVO PERIODISMO?

Hay que atender a las nuevas audiencias, pero el buen periodismo no ha cambiado. No hay periodismo de antes versus el periodismo de ahora. Existe el periodismo a secas, el buen periodismo; la plataforma de distribución es una herramienta y el lenguaje, un canal. La tecnología siempre ha ayudado al periodista y al periodismo. Yo empecé haciendo periodismo en una máquina de escribir, una Underwood que todavía tengo guardada, pero dominar la herramienta, en este caso podría ser una pluma, no es el objetivo, sino desarrollar la capacidad o la habilidad para usarla. La tecnología es esa nueva herramienta. En el pasado tuvimos excelentes periodistas, gente muy culta, grandes escritores que optaron por este oficio comprometido.

Escribían muy bien y eran grandes analistas. Ese es el periodismo que tenemos que recuperar. Gil Blas Tejeira sería también hoy un buen periodista. La tecnología se domina, la vocación se alimenta y el compromiso se aprende.

¿Y QUE HAY DEL PERIODISMO EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES?

Cuando el periodista de hoy se enfrenta a los nuevos canales de distribución de comunicación como las redes sociales es cuando más responsabilidad tiene que tener. Las redes sociales se han visto como un entretenimiento y todo el mundo quiere escribir y lo hacen mal, sin método. La escritura es la estructuración del pensamiento. Requiere de un ejercicio intelectual. Creo que solo el periódico impreso está manteniendo los estándares. Se está confundiendo la rapidez de los medios digitales con la falta de cuidado, porque los errores se pueden corregir sobre la marcha. Eso no es ser responsable con el lector.

¿QUÉ HABILIDAD CONSIDERA QUE DEBE CULTIVAR EL PERIODISTA?

La buena escritura es una habilidad fundamental para él, porque es la manera que tiene para expresar sus ideas, que son realmente la materia prima de nuestro trabajo.

Para poder hablar correctamente, hay que pensar correctamente, articular correctamente el pensamiento; esa es la clave. Reflexión, concepto, idea, responsabilidad. Escribir no es poner palabras juntas. Estamos perdiendo capacidad de síntesis porque estamos perdiendo la capacidad de pensar. El periodista tiene que establecer bien sus ideas para elegir bien las palabras. Las palabras pesan, son el reflejo de las ideas. Las palabras son muy importantes. Cuando damos más importancia a la imagen que a la palabra, sufre el pensamiento, la capacidad de pensar, de razonar. La imagen está sustituyendo al pensamiento y eso no es bueno

¿CÓMO VE EL FUTURO DEL PERIODISMO?

Los jóvenes tienen capacidad de impresionar. Cada generación encuentro grupos que aportan perspectivas nuevas. También se aprende de los jóvenes. Se contagia de su entusiasmo. Para ser periodista, hay que ser joven, aunque se vayan a cumplir 80 años, como yo.

¿CUÁL ES SU VALORACIÓN DE LA LIBERTAD E EXPRESIÓN EN EL PAÍS?

Soy un poco crítica con la libertad de expresión mal entendida. La libertad de uno acaba cuando empieza la del vecino. Y se puede caer en la falta de respeto en nombre de la libertad de expresión. Hay temas de ética, de género, que se tapan con el derecho a la libertad de expresión. Algunos medios no han hecho la reflexión de que cosificando la imagen de la mujer puede ganarse a corto plazo con criterios mercantilistas, pero el daño que se hace a la sociedad puede ser irreversible si no se combate a tiempo. La libertad de expresión no puede ir contra los fundamentos éticos del periodismo. La libertad de expresión también tiene parámetros.

¿QUE RECUERDA DE SU TIEMPO EN LA TELEVISIÓN? ¿CÓMO HA CAMBIADO EL SECTOR?

La televisión está educando a su público según las conveniencias del medio. Es una televisión comunitaria y complaciente con la denuncia ciudadana que distrae de los grandes temas. En Panamá no hay televisión para gente educada. Las televisiones educativas, como Canal 11, que surgió con el apoyo de los canales privados y el régimen del momento, ha perdido relevancia y se ha desdibujado su propósito, que era formar y capacitar y educar. No hay una política de Estado y cada quien hace lo que quiere de la manera que quiere, y priman los intereses personales. Se fragmentan los intereses del Estado y pierde la población.

SOBRE LAS POLÍTICAS DE COMUNICACIÓN, ¿CREE QUE HAY TRANSPARENCIA?

La sociedad en general desprecia al periodista porque no se entiende su función. Y también por los errores que cometemos. Se malinterpreta la relación entre los periodistas y las fuentes. Las empresas y las instituciones piensan que el periodista es solo un canal de distribución de información y que incluso lo ayudan como ‘proveedores' de información; desconocen o desprecian su función crítica que un buen profesional no puede olvidar. Esta situación favorece la corrupción también en nuestro sector. Si no hay una comunicación transparente, abierta y honesta, desinteresada, la sociedad no recibe la información que le hace falta.

¿ES USTED PESIMISTA ANTE EL FUTURO DEL OFICIO?

La audiencia necesita el canal crítico y abierto del periodismo para acceder a los mensajes relevantes, no a los patrocinados que promueven las redes sociales con destinatarios masivos y de origen cada vez más incierto. Me asusta cómo esa información llega sin filtro a todos los que tengan un teléfono. Hay que tener cuidado con la apología que se está colando en el periodismo. El periodista tiene que tener cuidado con lo que repite y la intención y las consecuencias de sus publicaciones. La libertad de expresión no es decir todo lo que se escucha. Hace falta filtro. Nuestro trabajo, repito, es un trabajo intelectual.

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¿QUIÉN ES?

Griselda López, directora de la Escuela de Periodismo de la UP

Nombre completo: Griselda López

Nacimiento: Guararé, provincia de Los Santos

Ocupación: Docente

Resumen de su carrera: Licenciada en Filosofía, Letras y Educación con especialidad en Periodismo. Realizó estudios superiores en Comunicación Social en la Ciudad de México. Exdirectora de Radio y TV Educativa y de Canal Once, columnista en diversos periódicos. Ha publicado cuentos, artículos y en revistas del país y del exterior. Es autora de cuentos y ensayos. Docente en la Universidad de Panamá.

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