• 17/09/2008 02:00

¿Propuestas?... Una opinión

“La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos”, Parménides De Elea.

“La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos”, Parménides De Elea.

El 7 de septiembre, el secretario general del PRD dijo: “la diferencia del partido con la oposición es que los que aspiran a llegar a la Presidencia sólo quieren derrotar al partido gobernante”. ?. “a esos candidatos les interesa derrotar a un partido político y por eso está garantizado su fracaso”. Explicó que su colectivo tiene “un proyecto de país y busca devolverles las esperanzas a los panameños con propuestas”. Excelente mescolanza, porque confunde a los desprevenidos.

La parte cierta es que los candidatos de la “oposición”, muchos de sus principales voceros y hasta algunos columnistas insisten en la necesidad de “unirse para ganarle al oficialismo”, incluso un alto dirigente político está dedicado a esa misión. Lo increíble es que a estas alturas el mandatario afirme que el PRD tiene un proyecto de país, a menos que se haya referido al proyecto neoliberal, que ha fortalecido el poder del capital financiero internacional junto a sus cómplices internos, concentrando la riqueza en manos de unos cuantos “afortunados”, mientras tiran migajas a los pobres. Pero el colmo es decir que buscan devolvernos la esperanza... “con propuestas”.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, “propuesta” es la idea que se manifiesta y ofrece a alguien para un fin; deriva del verbo “proponer”, que corresponde a la acción de manifestar con razones algo para conocimiento de alguien, o para inducirle a adoptarlo. El problema para aquellos que no ciframos esperanzas en los procesos electorales, es que los políticos tradicionales, defensores de la democracia “represen? tontiva” lo único que hacen es presentar propuestas, inducir al electorado a compartir ilusiones, burbujas de jabón; ¿cómo olvidar las propuestas de la “patria nueva”?

Los políticos tradicionales actúan como si la mayoría del electorado fuéramos doncellas inocentes, que bastan algunas promesas para aceptar ser engañadas, dándoles el voto, además. Las elecciones del 2004 lo confirman; con el escenario económico y social que prevalecía al término del mandato de la Sra. Moscoso, las propuestas de “una patria nueva”, con “más empleos”, “transparencia” y “cero corrupción”, fueron suficientes para concederles el ejercicio del poder. La juventud cayó redondita y hasta algunos de los electores más escépticos compraron el espurio producto de mercadotecnia y publicidad.

Ningún partido ha tratado de identificar las causas de los problemas fundamentales de la sociedad, y menos presentado un plan coherente; limitándose a las misma politiquería absurda, ni siquiera han formulado críticas constructivas a los continuos desaciertos del actual “gobierno”, entre los cuales sobresalen los decretos leyes, entregados en Washington al ex – asesor de Noriega, para la recomposición institucional que facilite reinstalar el autoritarismo cuando el instrumento civil pierda su capacidad de ejecutar las tareas encomendadas. ¿Qué partido, o cuál de los candidatos, ha planteado un proyecto nacional de desarrollo ubicando al ser humano como objetivo fundamental, comprometido a concretar la participación ciudadana, a la justa distribución de los beneficios del desarrollo económico? No necesitamos más propuestas demagógicas, sino respuestas concretas a las necesidades de la mayoría, un alto al aumento de la canasta básica y al injustificable aumento del precio del combustible. ¿Usted qué opina?

Lo Nuevo
comments powered by Disqus