• 23/12/2008 01:00

Boquete y su feria de las flores y el café

Visitar el Boquete de hoy siempre conlleva sorpresas, la mayoría agradables, por cuanto se trata de una comunidad que crece a pasos agig...

Visitar el Boquete de hoy siempre conlleva sorpresas, la mayoría agradables, por cuanto se trata de una comunidad que crece a pasos agigantados, con nuevas alternativas, ya sea en lo comercial como en el desarrollo turístico, donde incluso uno puede darse el lujo de degustar una gran variedad de comidas de diferentes culturas. Es tanta la incidencia del turismo que se ha afincado en este distrito que los bancos más fuertes del sistema panameño tienen agencias, lo cual hace más intensa e importante la fortaleza económica de sus actividades.

Todo lo anterior como preámbulo a lo que hoy motiva esta columna. Boquete cuenta con uno de los eventos feriales que, por su cualidad y calidad, es visitado por una gran cantidad de personas, porque allí se exhiben las más variadas, hermosas y exóticas flores, lo que es sumado al café, para que sus visitantes igualmente puedan degustar las variedades más increíbles. Es decir, se constituye en un pulmón económico que le permite a sus lugareños respirar profundo y que en definitiva les permite sobrevivir. Dicho lo anterior, nuestros lectores tendrán una mejor perspectiva de la importancia para Boquete de su feria internacional.

Hace unas semanas Boquete sufrió los embates de su río Caldera, que por las intensas lluvias, productos de un fenómeno climático que afectó a toda la región del Atlántico, se desbordó y arrasó con algunas estructuras y las flores de su feria. Los daños fueron mayúsculos y, para muchos, daba por terminado todo lo que se refería al evento del 2009. Sin embargo, las autoridades asumieron la responsabilidad de erguirse sobre los escombros para decirle al resto del país que había una voluntad de gigante para empezar de nuevo y mantener la fecha original para la inauguración de la feria el 8 de enero.

Hace poco visité el área y me fascinó ver a tantísimas personas laborando, con tal intensidad que me demostró que cuando se quiere se puede. Hablamos con el presidente encargado del patronato, Mario Serrano, quien, con vehemencia y entusiasmo, habló de todo lo que se está haciendo. Una de las fórmulas inventadas fue apelar a algunas empresas para que se encargaran de sembrar los jardines, en una especie de competencia en la que cada una igual pondría su nombre y redituarles así algo de publicidad.

Los cientos de expositores no dudaron tampoco en aceptar el reto y aunque uno de los extremos de la feria aún está destruido por la fuerte corriente, la parte principal ya está luciendo impecable.

Aplaudo a todos los que directa e indirectamente están contribuyendo con este sueño. Pasada la pesadilla, existen hombres y mujeres que, en vez de sentarse a llorar, hicieron todo lo contrario y demostraron su amor por la tierra que les pertenece, ahora más que nunca.

-El autor es periodista.emacor@cableonda.net

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