• 25/12/2008 01:00

De rodillas, para ganar grandes luchas

Las grandes batallas de la vida se ganan de rodillas ante Dios. Si quieres edificar grandes cosas para Dios, fundamenta cada una de tus ...

Las grandes batallas de la vida se ganan de rodillas ante Dios. Si quieres edificar grandes cosas para Dios, fundamenta cada una de tus acciones en el poder de la oración.

Si estás pasando por momentos de dificultad, algún ser querido se abate en la cama de un hospital, la alacena está vacía, la soledad es tu única compañía y tu corazón sufre, entonces es el tiempo de derramar tu alma delante de Dios.

La oración es al alma, lo que el alimento es para el cuerpo, tu vida espiritual no puede sobrevivir sin oración. Si quieres permanecer de pie en medio de la inclemente tormenta de la prueba, mantente de rodillas ante tu Dios.

No olvides que el hombre que más se inclina en la presencia de Dios, es el que más firme e impasible se mantiene en medio del horno de fuego.

Cuando todo ande bien, ora, cuando todo ande mal, ora, cuando no tengas ganas de orar, ora. Orar te hará crecer y te permitirá conocer al Dios que abre el Mar Rojo.

Eleva incienso de olor grato a tu Dios, en todo tiempo, cuando haya tempestad o cuando el viento y la mar estén en calma. El enemigo no le teme a tus estudios teológicos ni a tus elocuentes sermones, se ríe de tus grandes obras y se burla de tu sabiduría, pero tiembla, cuando te postras de rodillas ante Dios. Cuando te postras de rodillas, el corazón de Dios se abre, las cosas cambian y lo que era un imposible, se convierte en posible.

Recuerda, el hombre más poderoso que existió sobre la tierra fue Jesucristo, los mares y los vientos le obedecían, pero aún Él necesitaba hacer algo básico y fundamental cada día, orar.

El tiempo que pasas de rodillas ante Dios no es tiempo perdido. Es bueno que te ocupes trabajando en la viña del Señor, pero es mejor intimar en oración con el Señor de la viña.

Busca a Dios en oración cada día con osadía y atrevimiento reverente, creyendo que para Dios no hay nada imposible, no olvides su promesa, “Pedid y se os dará para que vuestro gozo sea cumplido”.

Nunca olvides que Dios se deleita en responder tu oración, a ti te corresponde deleitarte en buscarle en oración cada día. “Deléitate en Jehová y Él te concederá las peticiones de tu corazón”.

La Reina de Inglaterra dijo una vez, en referencia a John Wesley: “Le temo más a las rodillas de ese hombre que a un ejercito de 10,000 hombres”. Quieres ser conocido en el cielo, permanece de rodillas ante Dios y determina creer en Él a pesar de las circunstancias.

Y cuando todo se torne gris en medio de las luchas, ora y no dependas de tus talentos ni de tus habilidades. En tu tiempo de angustia determina confiar en las fuerzas y las posibilidades de Dios, descubrirás entonces que cuando estás ante Él de rodillas, eres invencible. Dios te bendiga.

-El autor es periodista.aquilinoortega2@hotmail.com

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