• 09/02/2009 01:00

Entre lealtades y adulación

Cada vez que se va definiendo el panorama político, inmediatamente nos vamos ubicando dentro de las estrategias. Los que están abajo en ...

Cada vez que se va definiendo el panorama político, inmediatamente nos vamos ubicando dentro de las estrategias. Los que están abajo en las encuestas intentan retomar los discursos perdidos y los cambios en estrategias, de forma que les permita refrescar las campañas. Por otro lado, los que están por arriba en las encuestas, comienzan a sumar a más personas y dentro de ese grupo de personas llega gente de todos lados.

Lo importante de toda campaña es saber quiénes han sido, son y siguen siendo leales a la campaña, y diferenciarlos claramente de los aduladores que van llegando a última hora y que desplazan a esos que creían en un proyecto por el cual nadie daba nada en un principio.

Son las artes de la política, donde siempre caen los candidatos que terminan creyendo en quienes los adulan a diario y se alejan del leal.

Muchos gobiernos han caído y se han precipitado aparatosamente, cuando los que adulan se tomaron el poder. Esto ha sucedido ya sea por que son amigos del presidente o bien por que son familiares que antes no lo apoyaban, pero que vieron en la ventana del parentesco la forma de hacerse del gobierno a su antojo.

Ojo, cada uno es libre de escoger con quién camina y con quién gobierna. Los castigos los da el electorado, que ve cómo son despreciados.

Balbina tiene en su equipo de trabajo muchos personajes aduladores, los que llevaron a Manuel Antonio Noriega al peor escenario que se podía vivir en política.

Todos hemos conocido el resultado final, y para poder lograr remontar en la encuestas se tiene que separar de ellos.

No cuenta con el apoyo de Martín Torrijos, pues este tiene su agenda propia, y en la misma, su primera tarea es acabar con sus dos contrincantes de peso, Balbina y Navarro.

Por el lado de la Alianza por el Cambio debemos ser claros y objetivos. No todos los que ahora están apoyando son los mismos que hace dos años atrás apoyaban el proyecto.

Primero se unió Unión Patriótica, los cuales se atrevieron y creyeron en el cambio.

Luego dejaron espacio para los del Molirena y por ultimo entró el Panameñismo, tratando de barrer con todo. Todo esto nos trae escenarios difíciles de manejar, por lo que se tiene que recoger el discurso y amoldarlo al nuevo escenario.

Pero todos los cambios que tengan que hacer reajustes, deben conllevar dosis de lealtades verdaderas y no pasajeras, de las que al primer problema dentro del gobierno salten e impongan su agenda político-partidista.

Acuérdense de que la Asamblea será el fiel de la balanza de donde saldrán la mayoría de los chantajes, y allí se miden las lealtades.

Así veo las cosas y así las cuento.

- El autor es abogado. roberto_ruiz_diaz@yahoo.es

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