La política se pone faldas en Panamá

Definitivamente una nueva clase de dirigentes hay en Latinoamérica, todos con una diversidad política e ideológica que permiten construir los consensos, que hoy marcan el norte de nuestros pueblos.

En Panamá, aun con su herida del “latazo” que le dieron en Penonomé, Balbina del Carmen Herrera, se convirtió en la primera mujer en alcanzar la candidatura presidencial por el PRD. Ella representa la opción más popular y nacionalista del pueblo. La Chola pone en aprietos a la oligarquía criolla, ahora unida y con ganas de retomar el poder político, encara una candidatura feminista con experiencia política y gubernamental, con un programa clasista y hecho para buscar el bienestar de las grandes mayorías del pueblo panameño.

Esta apasionada figura panameña refuerza la tendencia feminista que recorre América, hoy encontramos a Verónica Michelle Bachelet, presidenta de Chile, desde muy niña fue exiliada por Pinochet, pero con valentía y constancia labró su camino hacia el poder político de Chile, donde funge hoy un gobierno popular y eficiente.

Así mismo tenemos a Cristina Fernández, en Argentina, que además de sobrepasar las crisis, determinó cancelar la deuda que Argentina tenía pendiente con el Club de París. En las elecciones pasadas de EUA, dos figuras femeninas dinamizaron la contienda, Sarah Palin e Hillary Clinton hoy secretaria de Estado, quien apuntaló el triunfo demócrata.

Hoy no es posible hablar de democracia y ciudadanía si no logramos que esta sea participativa y con equidad de género. Parece ser que las elecciones presidenciales de mayo brindaran esta oportunidad histórica, una mujer de abajo, del pueblo aspira llegar a la Presidencia, la respalda un partido fuerte y toda una generación femenina que abre sus brazos para asegurar su propia representación, sabe y entiende que “si le pegas a una, le pegas a todas”, este es el resultado del “latazo” de los culecos, hoy fortalecida y abrumadoramente respaldada por las mujeres panameñas, sabe que llegará al Palacio de las Garzas, con corazón y conciencia.

-El autor es economista.elamphrey@hotmail.com