• 14/03/2009 01:00

Nueva oportunidad para 159 familias

Frente al inminente crecimiento de Panamá y el aumento del costo de la vida, es saludable establecer debates, no solo sobre los impactos...

Frente al inminente crecimiento de Panamá y el aumento del costo de la vida, es saludable establecer debates, no solo sobre los impactos que generan las construcciones de grandes infraestructuras, sino también evaluar sus beneficios.

En el caso del Proyecto Hidroeléctrico Changuinola I, que desarrolla AES en Bocas del Toro, además de aportar en materia de seguridad energética, es una alternativa real para la disminución del precio de la energía eléctrica, porque de estar operando hoy, el impacto de esta central sería de un 27 por ciento menos en el precio de la energía en el mercado ocasional.

Más allá de estos beneficios que tendrán un impacto directo para todos los sectores del país, es importante resaltar que el proyecto es una singular oportunidad para transformar en nivel de vida de los habitantes de las áreas de influencia del proyecto.

Existen cuatro comunidades en el área donde se construirán las principales estructuras y el futuro lago de la central que requieren ser reasentadas por la empresa desarrolladora.

Son cerca de 159 familias, aproximadamente 800 personas, que actualmente viven en condiciones de pobreza, hacinamiento, insalubridad y con escasa cobertura de los servicios públicos o sin ellos.

Con el programa de Reasentamiento Participativo, sus ranchos cambiarán a viviendas dignas que contarán con espacios segregados para recámaras, área de esparcimiento y cocina separada, evitando que los niños aspiren el humo de la leña que utilizan para cocinar como lo hacen ahora.

Su nueva comunidad quedará a tan solo metros de donde han vivido, incorporando escuela primaria, centro de salud, centro comunitario, áreas deportivas, abastecimiento de agua potable, sistema de electrificación rural y vías de transporte.

Lo más importante, es que todo el plan ha contemplado necesidades, preocupaciones e intereses de sus miembros, tomando en cuenta la voluntad de permanecer unidos en comunidad, viviendo dentro del Bosque Protector Palo Seco. Esto se logró por medio de muchos talleres de consulta y gestiones realizadas por la empresa, solicitando los permisos y estudios ambientales para la construcción de estas nuevas comunidades.

Pero el beneficio no termina aquí, pues no solo se entregarán casas y terrenos.

El programa de reasentamiento brinda capacitaciones en el manejo adecuado de los recursos económicos, manejo ambiental y brinda educación para el mejor aprovechamiento de la tierra a través de una producción agrícola eficiente para garantizar la sostenibilidad económica y su seguridad alimentaria.

Ya se han formado grupos comunitarios que desarrollan proyectos de autogestión en temas como artesanías, ebanistería, construcción, viveros y criaderos de pollos, quienes son proveedores de servicios y productos al proyecto, generando un verdadero ciclo de comercialización en el cual la empresa promotora y las comunidades vecinas se benefician mutuamente.

De esta manera, se contribuirá a generar no solo energía barata y limpia, sino una verdadera transformación social que impactará en el desarrollo integral de los ciudadanos y el medio ambiente.

-La autora es comunicadora social.vera.munoz@aes.com

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