• 29/03/2009 01:00

O un mejor país o un emperador

Cuando faltaban 720 días para el 3 de mayo de 2009, opinamos sobre las intenciones de los políticos tradicionales de retornar con descar...

Cuando faltaban 720 días para el 3 de mayo de 2009, opinamos sobre las intenciones de los políticos tradicionales de retornar con descaros imaginables y con las mismas tácticas del pasado de alimentar el odio y cabalgar el miedo.

Poco después, a meses de los comicios más interesantes en la que se definirá si tenemos dos cabezas o una sola identidad nacional, advertí la proximidad de llegar al tejemeneje panameño, donde los ciudadanos mayores de 18 años decidirán si eligen un mejor país o a un emperador, al estilo de Silvio Berlusconi.

Berlusconi, es un acaudalado italiano que pese a su fortuna, se ha aferrado al poder político, pero antes le aconsejaron apoderarse de los medios de comunicación social y se hizo de las grandes cadenas de televisión, a objeto de, con su propaganda mediática y negativa, confundir electoralmente a sus conciudadanos.

El resultado es un desastre nacional, la pobreza es mayor en una nación industrializada, Italia está unida contra él y todos los días las pailas suenan por razón del desgobierno existente.

La estrategia del engaño permanente como fórmula de la neopolítica panameña con la sola idea del poder, en vez de la de gobernar, es una peligrosa oportunidad y un error que redundará en un desprecio a las reglas de la convivencia pacífica y al desarrollo que el país ha vivido en los últimos 40 años.

Con la ayuda del viejo librito de Joseph Goebbels, se busca torcer que en 40 años en Panamá no ha pasado nada, olvidando que el Ingenio La Victoria fue el producto del Plan Veraguas que Omar Torrijos puso en ejecución para mejorar la calidad de vida de los macheteros veragüenses.

Hoy en día, ¿quién es el dueño de esa obra?

Y para información y paradójicamente, hace poco, la Corte Suprema de Justicia falló a favor de los trabajadores cañeros que reclamaron más de doscientos mil dólares en prestaciones laborales y décimo tercer mes negados por el “nuevo empresario”.

Ese fallo es una conquista del Código Laboral.

El 3 de mayo no es la oportunidad para llegar al poder a humillar a los diputados, ridiculizar a la justicia y al pueblo, sino para fortalecer nuestra identidad nacional, que se perfecciona desde el 7 de septiembre de 1977.

Un relevo generacional luchó y derramó su sangre para derribar la quinta frontera, desmantelar los tribunales de justicia foráneos y retirar las tropas del poderoso ejército de Estados Unidos de América.

En estos 40 años se recuperó la soberanía, la geografía nacional es de un solo color y los panameños estamos administrando y operando el Canal.

Otro logro son, por ejemplo, los asentamientos campesinos de Trinchera y Carrizal en el sur de Soná, comunidades que quedaron asfixiados por gamonales latifundistas que acumularon riquezas y negaron mejor calidad de vida de estos panameños.

“La democracia no es un consejo de administración de una empresa”, ha dicho el líder opositor italiano Walter Veltroni, por eso los panameños y panameñas no debemos dejarnos seducir políticamente por odios y miedo, por promesas irreales, agendas ocultas diseñadas en La Cresta y Clayton y muchos menos por quien confiesa que ha quedado en bancarrota, y tras entrar en 1994 y 1999 al gobierno es millonario otra vez.

-El autor es periodista.rroberto3@yahoo.com

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