• 10/06/2009 02:00

Loor al dictador

Es mi opinión que en Panamá le tenemos un apego especial al dictador en cuyo mandato se cometieron crímenes, violaciones a los derechos ...

Es mi opinión que en Panamá le tenemos un apego especial al dictador en cuyo mandato se cometieron crímenes, violaciones a los derechos humanos, burlas y endeudamientos públicos. Me supongo que es debido a que no era feo. Perdonamos todo menos la fealdad.

Empezamos por el aeropuerto de Tocumen que en un tiempo —por fortuna breve— se llamó “General de Brigada Omar Torrijos Herrera”. Nombre tan largo, y eso que el dictador no participó en guerra alguna..

Al caer la dictadura, una de las cosas que hizo el primer presidente de la democracia fue eliminar tan molesto nombre que era el que recibía a los que regresaban del exilio.

Tenemos un parque (Parque Omar, a veces llamado Gallego dependiendo del período) el que me parece que sí lo merece. De ahí hemos pasado a un Parque Nacional —aunque no hizo mucho por la naturaleza, más bien puso su granote de arena para ayudar a la deforestación. Luego pasamos a una avenida, calle, barriada (con nombre y apellido: Torrijos Carter), monumentos, dentro del país y fuera de él, pues en este gobierno que está por despedirse con un acostumbrado paseito, un miembro de la pareja presidencial fue al exterior a inaugurar un monumento también. En Centroamérica.

Había otro monumento en el antiguo Fuerte Amador, tipo mausoleo, custodiado por cuatro hermosas estatuas masculinas militares erguidas en posición de atención que nos recordaban la frase “siempre de pie, nunca de rodillas”. En honor a la verdad, las cuatro estatuas parecían estar haciendo “pis”.

También tenemos por lo menos una escuela, a pesar de que el descalabro que tiene nuestro sistema educativo fue iniciado por el dictador en los años 70. Últimamente, su hijo Martín inauguró un estadio y un hospital también con su nombre, a pesar de que nuestro sistema de la Caja del Seguro Social padece de quebrantos de salud ocasionados por sus malas ideas.

En esta línea, hace un par de años también se inauguró un Centro Oftalmológico también con su nombre. Muy tedioso.

No critico para nada la inauguración de hospitales, estadios y escuelas. Ni siquiera las avenidas. Critico el abuso del nombre, cuando en Panamá ha habido personas ilustres que han ayudado a engrandecer a este país —sin haber cometido ni horrores ni golpes de Estado— y que seguimos olvidando: educadores, músicos, escritores, médicos, arquitectos, de todas las profesiones, y sexos, y que pasarán a la historia ignorados por sus propios coterráneos masoquistas que sólo sabrán decir: “Omar, Omar, Oh, mar”.

Creo que si llegara a la Presidencia otro hijo de este dictador, o nuevamente el que tenemos, hasta el nombre Panamá sería cambiado al de Omar Torrijos. No seríamos más “panameños, panameñas” , sino “omartorrijeños” , “omartorrijeñas”.

-La autora es jubilada.malfaro2000@yahoo.com

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