• 13/06/2009 02:00

‘Solo un practicante’

Al culminar el plan de estudio de una licenciatura, cientos son los jóvenes que emprenden la lucha por titularse.

Al culminar el plan de estudio de una licenciatura, cientos son los jóvenes que emprenden la lucha por titularse.

En las universidades se ofrecen diferentes alternativas como opción al trabajo de grado, como lo son: tesis, seminarios y la práctica profesional, siendo esta última la que más expectativas despierta entre el estudiantado, talvez por la oportunidad que les brinda de acceder al campo laboral, adquirir experiencia o porque la ven como una opción factible, pues laboran en una empresa afín a su carrera.

Muchos de los que emprenden esta aventura en el campo laboral son contratados por su buen desempeño o por el simple hecho de “caer bien”. En cambio, otros enfrentan la dura realidad de no obtener un contrato y, más que salir con ánimos de luchar por la carrera escogida, se decepcionan de ésta, debido al trato no profesional que recibieron en la empresa donde se desempeñaron, causándoles inseguridad, al punto de creer haberse equivocado de profesión.

Este es el caso de una amiga de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Panamá, que realiza su practica profesional en una prestigiosa empresa, donde algunos de sus “colegas” , en lugar de instruirla o apoyarla con consejos de acuerdo a su experiencia en el medio, están empeñados en hacerla sentir menos. Quizás la razón sea el buen desempeño en sus labores, lo que despierta celos profesionales a su alrededor. Aquí entra en juego el bajo nivel de confianza que cada empleado contratado tenga en su trabajo, lo que los atemoriza y los hace denigrar la labor que otro pueda realizar. Un practicante llega a una institución del Estado o empresa privada con el deseo de poner en práctica los conocimientos teóricos que adquirió en la universidad, para aprender más y acumular experiencia. Pero, al parecer, esto es olvidado por quienes ya están en el campo laboral.

En muchas ocasiones la labor que desempeñan los practicantes no es tomada en serio por el personal permanente, porque los estereotipan como seres inmaduros, frescos o con falta de conocimientos. ¡Gran Error! ¿Cómo pedirle experiencia a un estudiante que jamás ha trabajado en la carrera que escogió? Mejor fijémonos en la disponibilidad y profesionalismo que éste demuestre, elementos con los cuales podemos determinar qué calidad de profesional tenemos a nuestro lado.

Los hoy practicantes esperamos que quienes ya tienen un cúmulo de experiencias en el campo profesional estén dispuestos a mantener una relación de respeto mutuo con nosotros, pues, pese a nuestra inexperiencia, nos esforzamos por cumplir con las tareas asignadas. Además, tengan presente que “un practicante es un colaborador y como practicante no nos quedaremos toda la vida”.

*Estudiante por graduar de la Escuela de Periodismo / UP.accastillo@hotmail.es

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