• 03/08/2009 02:00

Señor presidente, confiamos en usted

En verdad que los directivos y bases transportistas tienen la cara granítea, cuando se atreven a lanzarle ultimátums y a establecerle pl...

En verdad que los directivos y bases transportistas tienen la cara granítea, cuando se atreven a lanzarle ultimátums y a establecerle plazos al gobierno, para que los premie con explicaciones e indemnizaciones, por el proyecto gubernamental de dar solución final al feo y longevo problema que ellos mismos han establecido en la Ciudad de Panamá y las rutas interurbanas que sirven a los sitios aledaños a la capital del país especialmente, pero que también extienden su abanico de desorden al resto del país.

Con la idea de que aún están tratando con la presidencia de Martín Torrijos, de quien hicieron lo que les dio la gana gracias a su pusilanimidad y a sus directivos transportistas enquistados en las esferas políticas de su administración, pretenden chantajear al presidente Ricardo Martinelli con la amenaza huelguística de siempre.

El gobierno de Martinelli, tiene apenas 33 días de gobernar, por mandato constitucional de casi un millón de panameños, que confiaron en sus promesas de campaña. Y ese mandato lo recibió de una población asqueada de tantas sinvergüenzuras, chantajes, conciliábulos trasnochados y arreglos políticos con esa dirigencia corrupta, que intenta mantener la cuota de poder que lograron hasta con los militares.

No tiene Martinelli que tenerle miedo a eliminar los certificados de operación a quienes encabecen acciones para desestabilizar la capital. No enfrenta el gobierno ningún costo político a estas alturas. El costo político sería negativo si no frenan a estos insaciables malos panameños, que se niegan a modernizarse. Estamos casi seguros de que en esta oportunidad se van a estrellar contra el muro de firmeza, fuerza de carácter y, sobre todo, de una profunda convicción de entrega a la misión de componer éste país en beneficio de los panameños —elementos sólidamente integrados en la personalidad del mandatario— y así, los demonios del volante no tendrán otra alternativa que poner retroceso en sus planes de “meterle a Martinelli los pelos para adentro” , como decimos en buen panameño.

Pero de todas maneras, nos permitimos exhortar al mandatario, a fin de que no se deje chantajear por las amenazas de los políticos oligarca de Canatra y por el contrario se confirme en los “zapatos del pueblo” , que está harto ya de tanta basura y deshonestidad por parte de los “demonios rojos” del transporte.

Siga adelante señor presidente con su planes del metro, pero no les de ni un solo centavo a los chantajistas. Las penurias, las angustias, los dolores, las lágrimas y los lutos que ha sufrido el pueblo durante tantos años por causa del desastroso sistema que ellos nos impusieron ya tienen que terminar. Así como salió a derrumbar muros y a ejercer la acción de cobros ante algunos irresponsables, de esa misma forma debe salir el presidente a ponerlos en su lugar. Yo no voté por Usted, señor presidente, pero me gusta su estilo.

*Periodista.erluga@cwpanama.net

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