• 21/04/2010 02:00

No seamos mezquinos

Sin perjuicio de mantenernos alerta para exigir a los gobernantes que cumplan sus promesas y sin cejar en denunciar cuando las olvidan, ...

Sin perjuicio de mantenernos alerta para exigir a los gobernantes que cumplan sus promesas y sin cejar en denunciar cuando las olvidan, es apropiado reforzar la conducta positiva cuando ella se manifiesta.

Por eso, a pesar de que podamos discrepar con medidas del gobierno nacional en muchos otros campos, opino que no debemos ser mezquinos dejando de reconocer un par de buenas iniciativas y no debemos regatearles el aplauso que merecen. Me refiero a la exitosa celebración de las competencias deportivas centroamericanas y al esfuerzo por solucionar el problema de la acumulación de basura en la ciudad capital y áreas aledañas.

El éxito de la organización y desarrollo de los juegos deportivos regionales es de muchísimas personas que seguramente brindaron su tiempo y su talento de manera generosa. Todos ellos cerraron fila para compartir el objetivo; cumplieron la meta inspirados en la satisfacción personal de contribuir a promover el deporte nacional, de incentivar a nuestros atletas, de demostrar lo que podemos hacer los panameños contra reloj cuando nos lo proponemos, y de consignar el buen nombre de Panamá. Desde que surgió la idea de celebrar aquí esos juegos —que parecía extemporánea y descabellada en su momento— el desafío fue aceptado por personas dispuestas a “jugársela” y a participar desinteresadamente en la organización de algo tan estimulante.

Todos hemos ganado: los deportistas que compitieron hoy y los jóvenes que querrán seguir ese ejemplo en el futuro, los técnicos y asesores de cada una de las disciplinas deportivas, el público espectador que fue a apoyar a los nuestros, los organizadores que demostraron su capacidad, el gobierno nacional que lanzó la idea y brindó su respaldo, los estadios renovados e instalaciones deportivas mejoradas. Es muy posible que en la organización haya habido muchos problemas y que durante el desarrollo de las competencias hubiese muchos obstáculos que superar a como diese lugar, pero es evidente que sería una demostración de tacañería tratar de regatearles a los organizadores —desde el más encumbrado hasta el más humilde— las felicitaciones por su trabajo. Solo resta que no nos durmamos en nuestros laureles y logremos el necesario apoyo oficial y privado en lo que debe ser el inicio de una nueva etapa de esperanza para los deportistas panameños: más y mejores instalaciones deportivas, más y mejores semilleros de jóvenes deportistas, más y mejores ligas organizadas de deportes. Por su lado, el problema de la basura no tiene nombre.

Es denigrante, vergonzoso y un peligro para la salud. No importan las excusas que se quieran ofrecer porque es prueba contundente de incapacidad gubernamental. Los residentes de esta ciudad no nos merecemos un gobierno municipal que, con ingresos que superan los 100 millones de balboas, se muestre incapaz de recoger la basura. Por eso la decisión del gobierno nacional de acometer este problema en el área metropolitana es una medida respaldada por quienes añoramos recuperar aquella ciudad que fue una tacita de oro. Sin embargo, las medidas tomadas no deben ser soluciones de coyuntura para ser también relegadas al olvido. Si el problema ha sido endémico, se requiere una reingeniería que provea resultados eficientes y permanentes para todos.

Apoyar el deporte y acabar con la basura: al tiempo que hoy aplaudimos las medidas, exigimos que no deriven en llamaradas de capullo.

* Ex diputada de la Repúblicamireyalasso@yahoo.com

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