• 29/04/2010 02:00

Salud y seguridad de los trabajadores: Asunto de Estado

Nuestra nación requiere de inversiones millonarias en los estamentos estatales responsables de garantizar la vida y salud de los trabaja...

Nuestra nación requiere de inversiones millonarias en los estamentos estatales responsables de garantizar la vida y salud de los trabajadores, la implementación de estos programas es costosa, pero resulta mucho más costosa y dolorosa la inexistencia de estos.

No basta con que el gobierno exija que el empresario entregue botas y casco a un humilde trabajador que inicia sus labores en un proyecto, pensar que con esto cumple con la ley, constituye un gravísimo error.

Educar cuesta, pero resulta mucho más costosa la ignorancia, causante del luto y dolor en los hogares de panameños; hogares en que el padre de familia no regresa a su casa o lo hace en una silla de ruedas o un cajón de madera.

Mientras los altos personeros gubernamentales y de la empresa privada sigan pensando que los problemas de la seguridad se resumen en un casco y unas botas, nuestra nación continuara en el oscurantismo y encontraremos a cada momento las imágenes dantescas de otro trabajador fallecido por la negligencia de una sociedad incapaz de prevenir los mismos.

Educación y formación, clave del éxito en salud y seguridad: la cual se requiere a todos los niveles. Necesitamos de los profesionales más capaces y de los presupuestos adecuados para establecer planes a mediano y largo plazo.

La cultura de seguridad se va formando poco a poco, se debe iniciar a enseñar desde las primeras etapas escolares, hasta llegar a la formación superior. Basta de politiquería partidista en los cargos rectores de la materia, requerimos de profesionales capaces, bien remunerados que trasciendan los gobiernos y que sirvan al estado y la sociedad sin el temor de represalias del mandatario de turno o de sus amigos empresarios.

Debemos evolucionar hacia la creación de una Autoridad Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo, que administre y regule la materia a nivel público y privado.

En nuestra nación, abundan las reglamentaciones en salud y seguridad, dispersas en diversas instituciones, el estado ha sido incapaz de implementar programas de salud y seguridad que logren disminuir los accidentes y enfermedades. Esta responsabilidad directa del Estado, hábilmente se ha delegado en los empresarios y trabajadores, los cuales se culpan mutuamente.

Se requiere implementar los controles administrativos que se inician desde los altos mandos, incluyendo las planificaciones, capacitaciones y cualquier medida que reduzca la posibilidad de accidentes.

Los controles de ingeniería que modifican la estructura, maquinaria o sistema de trabajo y finalmente el equipo de protección personal que aísla al trabajador de los peligros a la salud o su integridad física. Se hace impostergable fomentar una cultura en salud y seguridad, como parte del diario quehacer, que vaya más allá del cumplimiento de reglas establecida.

El trabajador, el empresario y el gobierno deben entender que la salud y seguridad de los trabajadores es responsabilidad de todos, a cada uno le corresponde su parte.

Una cultura de seguridad en el trabajo, produce bienestar entre los trabajadores beneficios a la empresa y el Estado.

*Docente UniversitarioFranklin.solis@gmail.com

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