• 02/07/2010 02:00

Polidoro Pinzón

El inexorable tiempo nos relata que serán 49 años los tiempos de aquél fatídico 11 de julio. Ese día de Destino arrancó de los surcos de...

El inexorable tiempo nos relata que serán 49 años los tiempos de aquél fatídico 11 de julio. Ese día de Destino arrancó de los surcos del Istmo a una de sus cifras más prometedoras, el joven de 22 años Polidoro Pinzón, a esa juvenil edad, ya había llenado el parnaso de la Patria con sus versos a la Madre ausente, al Guardia Compañero y al guerrillero, revolucionario que había abandonado la novia y el hogar feliz, para desde los cerros y llanos llenar de libertad la nación adolorida y en donde se conculcaban los derechos del cholo sin tierra, del estudiante sin aulas, del obrero sin salario decoroso.

Ese dolor los vivía Polidoro como auténtico revolucionario. Veraguas, provincia inmensamente rica, con dos mares, fresca y feraces tierras, con una orografía singular y con un centro escolar denominado el Escorial de América, la Normal J. D. Arosemena, para entonces era el granero electoral de los políticos y profesionales de esta ciencia de administración del Estado.

Estas líneas van dirigidas a los jóvenes panameños, llamados por la fuerza de sus mentes y el espíritu sin contagio que les adorna. No para los que claudicaron y se arrodillaron ante el becerro de oro. Los renegados de su pasado glorioso, y puro cuando eran soldados fraternos de una Panamá Mejor. Estos genuflexos, morirán rumiando sus propias tripas pestilentes del entreguismo. Ayer con los trabajadores y hoy con sus antípodas. Son los jóvenes entonces los llamados a levantar el lábaro de Justicia Social y Libertad, que soñó el Revolucionario auténtico y singular que fue Polidoro Pinzón Castrellón. Hasta siempre Comandante, la aurora te saludará heroico.

*PERIODISTA.

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