• 14/07/2010 02:00

Gobernabilidad, diálogo y negociación

Aun año de gestión, la administración Martinelli se debate entre aciertos y desaciertos. Algunos de los proyectos imperdonables (propues...

Aun año de gestión, la administración Martinelli se debate entre aciertos y desaciertos. Algunos de los proyectos imperdonables (propuestos en campaña y de estricta ejecución, según su plan de trabajo), se han hecho realidad recibiendo la aprobación la población, tal es el caso de los 100 para los 70, el aumento salarial a la Fuerza Pública, el incremento del salario mínimo, la dotación gratuita de mochilas, libros y útiles escolares, entre otros; que no han corrido igual suerte.

Lo cierto es que falta mucho camino por recorrer y profusos compromisos por cumplir, antes de culminar su periodo. Por encima de todo, las encuestas reflejan un considerable porcentaje de apoyo a la figura presidencial, sin embargo se observa un progresivo descenso. Tal vez producto del estilo de gestión un tanto inflexible, con un considerable porcentaje de figuras de alto nivel, cuyo actuar no satisface las expectativas de la población.

Tanto es así que los medios ‘eco—grafiaron’ el creciente descontento exteriorizado por diversos sectores de la sociedad civil. El Colegio Nacional de Periodistas protagonizó protesta frente a la Corte Suprema de Justicia, argumentando acometidas contra la libre expresión, en perjuicio de tres periodistas. Representantes de grupos indígenas, ambientalistas, educadores, médicos y obreros, entre otros, han marchado como demostración de censura a las llamadas Leyes Carcelazo y Chorizo (Ley 30), la cual modifica tres códigos (entre ellos el de Trabajo) y seis leyes.

La insatisfacción llega a niveles alarmantes. El conflicto obrero/laboral surgido entre la Bocas Fruit Company y su sindicato de trabajadores, se ha convertido en una guerra campal con alarmante saldo de heridos y varios muertos.

Existe incongruencia. La compañía, además de negarse a pagarle a los trabajadores, no descontó la cuota sindical aduciendo adoptar lo expuesto en la Ley Chorizo, mientras la ministra de Trabajo pareciera contradecirse; en diversos momentos expresó que la cuota sindical era voluntaria y las empresas no estaban obligadas a cobrarla, ahora señaló que la empresa sería sancionada por retener el salario de los trabajadores y el no descontar la cuota sindical producto de la convención colectiva.

Otro hecho derivado, fue el cierre temporal de la Universidad de Panamá. Los estudiantes de la Casa de Méndez Pereira se sumaron a los grupos de protesta en contra de la llamada Ley Chorizo y diferentes gremios convocan a huelga general.

El panorama descrito debe llevarnos a una profunda reflexión. El gobernar en democracia implica subsanar equivocaciones, adoptar caminos de diálogo y negociación, así como voluntad y actitud de las partes en conflicto. De nada vale tener una economía saludable y grados de inversión, si se pierde la paz social y la seguridad ciudadana.

Hace más de 200 años el ilustre pensador Rousseau dijo: ‘Toda ley que el pueblo no ratifica, es nula y no es ley’. De igual forma Montesquieu expresó: ‘Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa’.

*ECONOMISTA Y EDUCADORA.

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