• 22/03/2014 01:00

Efectividad popular

Son muchas las injusticias que están pendientes... Antes y ahora, los reclamos de la sociedad son generalizados.

La conflictiva situación socioeconómica del continente ha estado muy inestable en los últimos años. Como consecuencia las tradicionales relaciones diplomáticas también han tenido irregularidades. La fraternidad entre los pueblos se ha mantenido, no solo por razones culturales e históricas, sino por sufrir también los mismos problemas, aunque a diferentes niveles. La ineficiencia, la corrupción y las desigualdades han hecho estragos en la productividad, la educación, el progreso y aún en la organización política de los pueblos. 

La planificación centralizada que debería organizar la sociedad a un justo equilibrio, se ve distorsionada por el autoritarismo y el clientelismo en algunos casos. Y por la globalización, el intervencionismo y las presiones directas o indirectas en otros casos. El nacionalismo y el regionalismo continental se ha visto tranzar, ceder, o solo ser utilizado como un velo para cubrir debilidades, conveniencias coyunturales y excusas de incapacidades o imposibilidades de lograr los objetivos finales leales de desarrollo soberano. 

Se recurre a soluciones llamadas populistas, tanto del capitalismo salvajes como del socialismo impositivo. Paleando en ambos casos los problemas sociales, pero sin erradicar sus verdaderas causas; y sin llegar a la conciencia social, la formación de estructuras y a una productividad efectiva y transparente. Las diferencias de metodologías y de partidos en una población al parecer divida por igual en algunos lugares, debe llamarnos a todos a la unidad en el trabajo y en los objetivos comunes. 

Definitivamente en el tiempo, los sectores económicamente altos de la sociedad se han beneficiado por el trabajo, la eficiencia, o en otros casos, por la corrupción o las dictaduras. El hecho concreto es que esas elites han monopolizado el poder político, no permitiendo un desarrollo social integral de toda la sociedad, lo que ha motivado bolsones de pobreza con todas sus consecuencias de delincuencia, enfermedad, desempleo, etc. Por otra parte, en los últimos años han surgido corrientes de base popular que, con la muy sana intención de resolver estas desigualdades, han intervenido en los mecanismos tradicionales de producción empresarial; los que al verse afectados han reaccionado con el desabastecimiento, baja producción y fuga de capitales. 

Los inversionistas dependen de sus clientes y sus trabajadores, además de la organización tecnología, mercadeo, etc. Los consumidores dependen de los productores y de toda la cadena de mercadeo. Es decir, tiene que haber una simbiosis en todos los integrantes de la sociedad. 

De los contrario, persisten las injusticias sociales que han existido siempre, o se detiene la producción y la creación de riquezas para todos. Las desigualdades son el tóxico social que tenemos que evitar. Los pobres solo tienen sus sufrimientos, ignorancias y dolores. Pero son los MÁS. Los empresarios, que son los que tienen el poder económico, la tecnología y han tenido el control político, son los llamados, con responsabilidad social, a permitir y facilitar las soluciones de equidad, producción y soluciones sociales por el mismo Pueblo. Aquí están los llamados mensajes de amor al prójimo. Y participación social. 

Con ello, es posible que se reduzcan las ganancias y los excedentes monetarios. Que se ralentice el progreso económico, (China 2014), pero se va a lograr mayor seguridad ciudadana, más salud para todos, tranquilidad y paz. Además, hay que tomar en cuenta que en el uso y abuso del poder político económico de los que hoy son dueños de los partidos que llevan en su nombre ‘democráticos’, se llegó al control político o militar con el disfraz de populismo, revoluciones o conquistas soberanas, que desde nuestra independencia y con los tratados del Canal, terminaron manteniéndonos como protectorado de USA y sujetos al ‘Pro mundi beneficio’, por estos 5 y por los 50. Son los mismos que despilfarran tus impuestos y nos endeudan. 

Son muchas las injusticias que están pendientes y las denuncias de malversación de los dineros del pueblo. Antes y ahora, los reclamos de la sociedad son generalizados. Los muertos desaparecidos, asesinados, torturados, exilados de diferentes épocas siguen esperando JUSTICIA e indemnización. La Justicia previene la impunidad y la corrupción. Con este panorama, con visión futurista y pensando en el bienestar de todos, es que tenemos que pensar en resolver los problemas de la desigualdad. 

MÉDICO

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