• 10/05/2014 02:06

Panamá y su pueblo

‘Lo fundamental hoy ha sido luchar por la DEMOCRACIA’.

Panamá y su pueblo ganaron en sus recientes elecciones, pero no solo fue un triunfo electoral, sino más bien un triunfo cívico y ético. Lo que demostró ese electorado fue su identificación con la dignidad, la honestidad, la tolerancia. Su respeto por las ideologías, la legalidad, la ética y los valores humanos. Pasó un mensaje claro, que no acepta la mercantilización de la política, la compra de conciencias, los intentos de engañarla, la publicidad barata, la violencia. Dijo que repudia a los partidos que vienen o van, a la violación de los DDHH y las dictaduras, que no se dejan desorientar por eslóganes, falsas promesas e intimidaciones, que no se deja seducir por el dinero ni los regalos, las encuestas manipulada, ni las promesas fáciles, que la soberbia y el autoritarismo no son compatibles con la democracia.

Lo fundamental hoy ha sido luchar por la DEMOCRACIA. Hay partidos que vienen de la narcodictadura armada. Otros de la dictadura del dinero. Los electores rechazaron ambas alternativas. Esta vez nuestros policías no cayeron en la ingenuidad de dejarse manipular por la oligarquía económica y las potencias extranjeras. Ni por los millones de la oligarquía económica corrupta.

El pronunciamiento de la sociedad ha expresado la necesidad de que nuestra juventud conozca la verdad real. Que sepa que la oligarquía económica y algunos malos militares en el pasado intervinieron en la política para proteger sus intereses y se dejaron usar, violando la Constitución, permitieron la intervención militar extranjera (Chiriquí) para aprobar un Tratado del Canal que permitió que las fuerzas extranjeras permanecieran 30 años más en nuestro territorio y al final nos convirtieron en Protectorado.

El Pueblo exige DESARROLLO SOCIAL: Seguridad alimenticia, Reglamentar a los intermediarios. No permitir explotar a los especuladores. Ir a la producción agraria con tecnificación, investigación y créditos. Que necesita empleos, Educación. Salud básica, Constituyente.

NACIONALISMO: Servicio pro mundi, para Panamá beneficio. Que las inversiones produzcan principalmente para el progreso de los que aquí trabajamos. Que la neutralidad no permita la intervención militar de ninguna potencia extranjera. Es preciso llegar a un nuevo tratado de neutralidad que modernice los términos y nos garantice absoluta soberanía e independencia.

La vuelta al campo, las inversiones privadas para la producción agraria, que es la seguridad alimenticia, otra urgencia. La revolución educativa conceptual, tecnológica y de cobertura general exige la participación de todos los niveles, especialmente los populares, mediante una amplia cobertura que incluya a los medios cotidianos de comunicación social (TV comercial).

JUSTICIA: Independencia Judicial. Que los corruptos y violadores de los DDHH sean enjuiciados y expropiados. Que paguen la deuda externa del país en que ellos nos metieron e indemnicen a todas sus víctimas, muertos, desaparecidos, exilados, con un fondo que provenga de los bienes que ellos usurparon. No permitir la impunidad para evitar que nunca más se entronicen las malas prácticas de la mercantilización de la política. Y se vaya a la superación por la exposición ideológica para el desarrollo social de todos.

Que la política deje de ser un negocio y las elecciones una inversión, para luego beneficiarse con la corrupción. Una reforma electoral profunda es urgente implementarla, ahora para preparar las próximas elecciones de constituyentes. Campañas cortas, donde no sean los donantes los que intenten decidir, ni una publicidad alienante que distorsione los valores nacionales, sin presiones materialistas que desorienten, sino una ciudadanía bien informada, con cultura cívica. consciente de su responsabilidad histórica y comprometida con el futuro de la patria.

La Unidad, el esfuerzo de todos, exige Justicia, depuración de la gobernabilidad. Eficacia por capacitación, concursos y méritos. Honestidad: Evaluando las trayectorias de los funcionarios, la percepción y prestigio obtenidos en sus desempeños, erradicando todo vestigio de corrupción y procedimientos que permitan las trampas, la impunidad y el despilfarro. Los electores deben estar atentos para denunciar y poder investigar todo acto sospechoso de prácticas que en el pasado fueran el juegavivo de los que se enriquecieron ilegalmente.

Las nuevas autoridades productos de esta superación cívica, se han comprometido a iniciar el camino de una nueva época que dé paso a un desarrollo social, a mejorar la calidad de vida, a que el empresariado cumpla su función social, y el trabajo se haga eficiente productivo y sus beneficios se distribuyan con equidad, tomando como meta que el pueblo es primero y la meta un Panamá mejor, como lo dijera el Dr. Arnulfo Arias y lo actualiza hoy el Excelentísimo Presidente Electo, Juan Carlos Varela.

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