• 05/04/2015 03:00

Reforma urbana con Puerto Libre

'Pero todo cambio supone no afectar su esencialidad, la cual ha sido trastocada por el tiempo'

La pretendida renovación urbana de la ciudad de Colón, ideada desde el poder político, sin la participación ciudadana y sin las consultas pertinentes tiene que terminar sin buenos resultados. Ningún proyecto social puede estar al margen de la gente. Su fortaleza está precisamente en el apoderamiento que hagan los que recibirán sus efectos, desde la concepción del mismo como en su fase de desarrollo.

La renovación urbana es desconocida en su contenido por la sociedad colonense. La histórica ciudad de Colón tiene obligatoriamente que incorporarse a los cambios que experimenta el mundo de hoy. Pero todo cambio supone no afectar su esencialidad, la cual ha sido trastocada por el tiempo, por los intereses económicos, y por proyectos precipitados por quienes han aprovechado el espacio citadino colonense para propio beneficio. Los debates sostenidos en el tiempo —deben estar presentes— para que nada parezca impuesto, como ha sido la práctica común en el caso colonense.

El deterioro físico de la ciudad ha sido inducido, con claras intenciones. Desde pasados Gobiernos se han abiertos ilusas expectativas las que han contribuido, entre otros factores, con una forma de ser colonense que se expresa con conductas explosivas, por el desengaño y la falsedad. El tiempo transcurrido es mucho, sin la presencia de obras de impacto en la ciudad de Colón. Muy por el contrario, el desajuste social gana mucho espacio ante la inacción de un Gobierno local, principalmente de un alcalde que mal administra el municipio de Colón.

Ahora bien, el impulso de una renovación urbana, inconsulta e impuesta, busca crear las condiciones para impulsar el Puerto Libre, el cual fue un tema que motivó preocupación de los distintos sectores sociales, que rechazaron la Ley 29 de 30 de diciembre de 1992 que creaba el Puerto Libre.

Escribí en el ensayo ‘El Proyecto del Puerto Libre. Bases para una Discusión’ que: ‘Transcurridas más de dos décadas de la aprobación de la Ley en 1992, y sin haberse implementado, la Cámara de Comercio y la Asociación de la Zona Libre de Colón ahora en el Gobierno de Juan Carlos Varela proponen darle un impulso como respaldo a la propuesta eleccionaria del mandatario, quien a lo largo de su campaña propuso una ‘renovación urbana del casco de la ciudad de Colón’, obviamente para crear las condiciones para la implementación del Puerto Libre. Si bien observamos es una acción mancomunada entre el Gobierno de claro corte empresarial y los comerciantes de la zona franca y la Cámara de Comercio de Colón’.

Ya la gerencia de la Zona Libre adelanta preparativos, junto con la Autoridad Nacional de Aduanas, Dirección de Ingresos y el Servicio Nacional Migración, para el desarrollo del Puerto Libre. Se habla de renta sustitutiva, incentivos del 7 % para los turistas, tope de compras para los nacionales entre $1200 y $ 2000 por año, exoneración del pago de impuesto a los residentes del casco de la ciudad, etc. Todo esto a espaldas de la comunidad y sin información y consulta. Por su parte, la Cámara de Comercio de Colón solicitó al Gobierno que explicara con claridad cómo se llevaría a cabo.

Definitivamente, estamos ante dos proyectos inconsultos que deben ser de conocimiento ciudadano.

DOCENTE UNIVERSITARIO.

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