• 15/04/2015 02:00

Otra vez, el Camino de Gorgona

El Camino de Gorgona, al cual nos vamos a referir por ser el más desconocido y que se creía desaparecido

Con la nueva administración de Patrimonio Histórico, que promete contribuir con la investigación y conservación del patrimonio arqueológico, antropológico e histórico del país, ya se están elaborando los planes y proyectos para crear mediante ley la protección de los caminos coloniales. Camino Real, Camino de Cruces, Camino de Gorgona y otros. En ese empeño, esperamos pronto se pueda cristalizar el fundamento legal. La ley en mención incorporaría a las rutas coloniales, todas de importancia medular en la formación del Panamá histórico, en un patrimonio inalienable de la nación.

El Camino de Gorgona, al cual nos vamos a referir por ser el más desconocido y que se creía desaparecido, inclusive para los arqueólogos más ilustrados y, por supuesto, oír hablar de Gorgona, inmediatamente se asocia con el balneario de la playa en San Carlos. Con el episodio de la llamada fiebre del oro, gente de toda categoría, armada de instrumentos para la minería, presurosa, arribaba a la costa caribe de Panamá, cruzando la selva por tortuosos caminos, otrora construidos por los ingenieros militares, vetustos empedrados del poderío español en América. El codiciado mineral, encontrado en las cercanías del rancho Sutters Mill California, desató la incontrolable codicia de muchos por hacerse ricos en poco tiempo. El general Ulises Grand, después presidente de EE. UU., comandó tropas de caballería que utilizaron el Camino de Gorgona para tomar el vapor que les conduciría a San Francisco, a poner orden en la debacle minera.

Durante la colonia española en Panamá, Gorgona era una apacible aldea de indios y negros, a seis kilómetros al oeste de Cruces, en el río Chagres. Los propios aldeanos para movilizarse hicieron camino para ir a Cruces y al sur hacia Panamá. No fue en 1735, que se ordenó el empedramiento por el informe del capitán Nicolás Rodríguez al rey Carlos tercero. El motivo, eludir fuertes torrentes que hacían peligrosa la navegación hacia Cruces. San Gayetano de la Gorgona, probablemente inicio su existencia en 1667.

El antropólogo sueco Sven Erick Isacsson nos documenta que los indios gorgona, que habitaban próximos a la bahía Solano en Colombia, fueron trasladados a Panamá por indicaciones del gobernador Antonio Bravo de Laguna. El porqué, para evitar el exterminio de los gorgona por parte de tribus rivales. Ya catequizados, los gorgona, asentados en el río Chagres, ayudaron a los españoles a reforzar las defensas ribereñas, en especial La Venta de Cruces. Fueron los gorgona los que hostigaron a los filibusteros de Morgan, en su afán por llegar a Panamá. Armados de lanzas, flechas y dardos venenosos, le causaron bajas a los invasores.

El eje del empedrado redescubierto por el Señor Desconocido, después de cuatro años de obsesiva búsqueda, su alineamiento se pauta así: del sitio donde se apartan los caminos en Clayton hacia el alto Gorgona, con dirección NW, cruzan los ríos y quebradas Dominical, Camarón, Juan Sánchez, Caimitillo, Pedro Miguel, Parque Summit, Plantación, Sardinilla, Mandinga, Mariposa, Carabalí y por fin Gorgona. ‘Esperamos con ansias, la ley de los caminos coloniales'.

EXPLORADOR Y CONSERVACIONISTA.

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