• 14/05/2015 02:00

El servicio por cárcel para el periodismo

Lo que pasa es que uno se acuesta y amanece de todas maneras con la espantosa secuela de información que en vano logra alegrar la vida

No debo desconocer, después de lo que me dijo en la entrada de la farmacia San Lorenzo de Penonomé, recientemente una dama muy elegante, para mi desconocida, que por favor escribiera cosas alegres, que no me desviara de mi humor por la pesadilla diaria que vivimos aquí, con las noticias relacionadas con la inseguridad, peculados y sobreprecios. Le dije: ‘Tiene razón señora', y me contestó feliz, apuntándome con el índice: ‘¡Señorita!'. Por lo que me dije mentalmente: ‘¡Ah carajo!'. Y me fui.

Lo que pasa es que uno se acuesta y amanece de todas maneras con la espantosa secuela de información que en vano logra alegrar la vida. Y, eso que los medios escogen de la lista de noticias las más entretenedoras. Y en este juego se unen el sartal de ONG con y sin fines de lucro, chocando sus maletines unos con otros en aparente defensa del pueblo y de la verdad.

Mientras que casos que están sucediendo en nuestro país y que provocarían que nos alzáramos en armas, no se publican: El cianuro en la minería, ¿qué daños está causando actualmente la extracción de oro en Panamá, cómo tratan los dueños de esas concesiones a los nacionales, por qué tantos camiones transportando material y casas prefabricadas hacia esas montañas por estos días de abril y mayo de 2015, si supuestamente están quebrados, qué panameños tienen participación pecunaria en esas explotaciones, qué institución nacional debe hacer una prueba de ácido contable para ver si vale la pena que esos tipos continúen despalillando el lomo del Istmo panameño, dónde están los millones de árboles que iban a plantar y que anunciaron con publicidad subliminal de espejitos para bobos, por qué se les permite a estos concesionarios el abuso de no pago de salarios y prestaciones a los empleados (millones de dólares)?

Ustedes verán que podríamos perder todo lo que vamos a ganar con el canal ampliado si ocurre un derrame de cianuro en el lago que hay entre Donoso y La Pintada, mejor dirección entre los corregimientos San José General (Donoso) y el Harino de La Pintada. Esta tenebrosa letrina de cianuro es casi navegable y si la diferencia entre el uranio y el cianuro es parecida a la existente entre Capira y Pacora, este enorme depósito contaminante es nuestro Chernóbil por ahora. Valdría la pena una excursión de la Asamblea Nacional, supuestamente preocupada en estos tiempos tan aciagos en piropos, blindajes y en el cambio de letrinas por sanitarios.

ESCRITOR COSTUMBRISTA.

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