• 31/10/2015 01:01

Independencia

‘El mundo se agita entre neoliberales guerreristas y socialistas de diferentes matices. 

Por estas épocas se transcriben valiosos títulos sobre este tema. Heroicos, patrióticos, pero también objeciones, oportunismos, entreguismos y traiciones. El mérito histórico basado en evidencias no siempre se da: los intereses, la versión del supuesto vencedor, la especial opinión del escritor, y las condiciones de las geopolíticas momentáneas fijan criterios que se pueden popularizar o entrar en debates. Y que duran hasta siglos.

El liberalismo de principios del siglo pasado controló el destino del país, especialmente en el área económica frente a las luchas fraticidas con los conservadores. Ante la presencia real del intervencionismo y capitalismo norteamericano, surgió como reacción natural una ola de nacionalismo defensivo que se mantuvo beligerante durante toda la centuria de 1900.

Es correcto señalar que desde el aspecto psicosocial e histórico político ese objetivo y propósito existió desde el inicio del tiempo conocido, bajo el nombre precolombino de Panamá. Los próceres, los inquilinarios, los liberales en todas sus formas, el renacimiento del pensamiento socialista, los Patrióticos de la Juventud, el pensamiento Panameñista, y hasta la dictadura militar utilizaron argumentos en este sentido para intentar identificarse con el ‘alma ' del Pueblo. Hasta hoy, se mantiene una lucha por la INDEPENDENCIA real, efectiva y digna. Desde Abbis Ayala y sus disputas tribales con su segmentación, y sus grandes imperios subcontinentales dieron el desigual combate por los grandes principios humanos: Libertad, Dignidad, Justicia Social, Bienestar general, Progreso.

Respeto a sus dioses, Paz. La Conquista Europea, la Colonia, la Liberación Republicana fueron fases de una lucha heróica de los pueblos contra la Dependencia y la coartación de la Libertad. Hoy la lucha continua en otro nivel, con otras armas, con otros contrincantes, con otras etnias; pero lo que persiste son las mismas ansias, las mismas metas, la misma ignorancia, la misma pobreza, las mismas enfermedades, el mismo autoritarismo, la misma mentalidad explotadora. Ya no son todos foráneos invasores. La prepotencia, el egoísmo, la avaricia, la violación de los Derechos Humanos son la mismas. Los liberales económicos y neoliberales protegieron sus negocio y nos dejaron una deuda de B/7 millones. Y un tratado del canal colonial.

En 1936 el Panameñismo eliminó la cláusula que permitía la invasión de EE.UU. El 11-10-68 la Dictadura colonial fascista (todo por la patria ‘Franco '), disfrazada de Social Nacionalismo, muy mal copiada de Arnulfo Arias, violó los Derechos Humanos, encarceló, torturó, desapareció, asesinó, exiló igual que Pinochet. Otra vez violan nuestra independencia cuando militares perredé, espías de EE.UU., dieron como potable un Tratado que nos volvió a convertir en protectorado y nos invadieron por el tráfico de armas. Ahora la deuda es de 25 000 millones.

El mundo se agita entre neoliberales guerreristas y socialistas de diferentes matices. Sobre ese esquema debe estar el concepto panameñista de Panamá: Primero Panamá, Para un Panamá Mejor, Ancestral, raizal. Que el desarrollo económico sea para el Desarrollo Social. Que empresarios, intelectuales, trabajadores y campesinos trabajen juntos para que la riqueza de nuestra geografía sea para el beneficio de todos los que aquí viven.

Las grandes corporaciones transnacionales, algunas organizaciones mundiales (OCDE), con egoísta distorsión de la solidaridad universal, presionan por concentrar las riquezas de la Tierra y las investigaciones de la ciencia que todos creamos, al margen de una distribución más equitativa de los esfuerzos y beneficios. Allí entra el concepto de independencia, autogestión y suficiencia económica en lo productivo , crecimiento social, dignidad y paz política. Bolívar tiene qué hacer en América todavía.

— En memoria de Floyd Britton.

— Retransmita los menajes de salud pública.

MÉDICO Y EX MINISTRO DE ESTADO.

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