La opinión del periodista

Los medios de comunicación social son símbolos de la democracia panameña, por su postura activa en la cobertura informativa; sin embargo, algunos han decaído en el lenguaje social, al estigmatizar las normas amarillistas de otros países.

Cuando nos inspiramos para este mensaje lo hacemos con respeto hacia nuestros colegas; animados por despertar la conciencia pública sobre normas periodísticas, las cuales se han perdido, debido a los abusos otorgados por Ley a ciertos funcionarios y al libertinaje informativo.

En Panamá ha existido siempre el derecho legal para las personas que se sientan calumniadas en su honor mediante denuncia a los tribunales de justicia; pero las acciones jurídicas pasan a entidades públicas y tribunales de honor que no se ajustan a la realidad.

El Gobierno presentó hace unos años un anteproyecto de ley que deroga varias disposiciones contenidas en las denominadas ‘leyes mordaza ' contra la libertad de expresión. El documento presentado a la Asamblea Nacional prohíbe a todo servidor público con mando y jurisdicción imponer a periodistas sanciones pecuniarias o privativas de libertad a quienes consideren que se faltó el respeto en el ejercicio de sus funciones.

A mi entender el objetivo del proyecto fue promover un proceso por autorregulación propia y ética en los medios de comunicación social, promoviendo el respeto libre de expresión. Los principios periodísticos deben respetar las acciones e ideas de cada persona sin llegar a usar los medios en forma negativa, a fin de solucionar problemas de tipo personal.

Hoy, en medio de una Ley para regular el periodismo, la cual fue archivada hasta segunda orden, creemos, como nos dijeron nuestros profesores, que nuestra profesión es un trabajo, un negocio con principios sociales de solidaridad hacia la ciudadanía.

Nada que hemos dicho en el párrafo anterior tiene que ver con la Libertad de Expresión o los derechos y deberes de los ciudadanos a la información. Lo que importa es regular una profesión que tiene sus derechos como cualquier otra. Mas, los últimos acontecimientos en materia comunicacional por una Ley pareciera una sed de venganza que choca con los mismos principios sobre Libertad de Expresión y Derechos Humanos.

Pero en mi opinión, sin ajustarme a los términos jurídicos que pudieran determinar la sanción legal hacia los comunicadores, nuestra condición para defender la libertad de expresión deber ser única y solidaria, a pesar de las presiones del Estado e intereses privados. Gracias.

PERIODISTA