• 17/03/2016 01:00

El canal en las Naciones Unidas (I)

‘La reunión en Panamá del Consejo de Seguridad constituyó una hermosa realización de la profecía de Bolívar' 

‘La reunión en Panamá del Consejo de Seguridad constituyó una hermosa realización de la profecía de Bolívar', Juan Antonio Tack, ministro de Relaciones Exteriores de Panamá.

Entre el 15 y el 21 de marzo, se conmemoran 43 años de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en Panamá. El presente relato da fe del papel, desconocido para el público, que jugué en este evento, que sirvió para rectificar su rumbo equivocado desde sus inicios. Lo actuado se concatena con nuestra lucha de mucho antes, especialmente contra los proyectos Robles-Johnson de 1967, entre febrero de 1966 y octubre de 1968. No soy, pues, un recién llegado, y este relato constituye una parte de mis Memorias.

En agosto de 1968 pronuncié un discurso en mi toma de posesión como presidente de la Asociación de Estudiantes de Diplomacia ante los Gobiernos de Marco Robles y Arnulfo Arias (presidente electo) y el Cuerpo Diplomático, Charles W. Adair, embajador de EE.UU., dos meses antes del golpe del 11 de octubre. Allí desmenucé por primera vez, punto por punto, las causas de nulidad del Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903 y lancé el siguiente reto:

‘Si Panamá, ante la terrible disyuntiva en que pudieran ponerla los Estados Unidos, decide al fin ponerse los pantalones y aspira un tratado que, consultando su interés nacional con el legítimo interés del pueblo norteamericano, salvaguarde el interés de la comunidad internacional, que se vea en el espejo de España que acaba de retornar victoriosa de las Naciones Unidas, y lleve el Canal de Panamá, Gibraltar americano, ante tan acogedor seno, para que allí se decida la suerte de este problema, que es uno político y no jurídico (porque esto último está claro) y, fundamentalmente internacional. Allí la justicia espera al pueblo panameño porque, como dijo el poeta Pablo Neruda sobre el futuro del Canal: ‘estas aguas azules de dos mares/ no deben ser la espada que divide/ a los felices de los miserables, / debiera ser la puerta de esta espuma/ la gran unión de dos mundos nupciales: / un pequeño camino construido / para hombres y no para caimanes, / para el amor y no para el dinero, / no para el odio sino para los panes, / y hay que decir que a ti te pertenece / este canal y todos los canales / que se construyan en tu territorio: / éstos son tus sagrados manantiales', (El Canal de Panamá, Calvario de un Pueblo, págs. 213-238).

Luego de mi encarcelamiento, mi escape a la Zona y mi exilio en La Haya, Holanda, donde hice estudios avanzados de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales, además de una maestría en Ciencias Sociales; y en España, desde donde, a preguntas del canciller Juan Antonio Tack y el general Omar Torrijos, les contesté que consideraba inaceptables los proyectos de tratados de 1971/1972, regresé a Panamá en agosto de 1972 a ver a mi madre.

Luego de que Torrijos y el ministro Tack me invitaran a asesorar al Gobierno como persona independiente, con todas las garantías de libertad y respeto, acepté a condición de que solo asesoraría las negociaciones del Canal, ya que tenía mis aprehensiones por la represión de 1968/1971. Por esa razón no acepté ningún cargo en el Gobierno, pero el canciller Tack, jefe de las negociaciones, me solicitó ser su asesor personal, lo cual acepté solo como funcionario de la carrera diplomática adscrito a la Cancillería, por parte de la Universidad. No fue un nombramiento político.

Algo parecido ocurrió con los expresidentes e internacionalistas Ricardo J. Alfaro y Harmodio Arias, cuando el presidente y coronel José Antonio Remón Cantera les invitó a ser asesores de las negociaciones del Tratado de 1955, a pesar de que tanto Arias como Alfaro eran antimilitares confesos. Lo asesoraron por razones de Patria. Por esa razón, hasta febrero de 1974, cuando me nombraron asesor de Política Exterior, mantuve un perfil discreto.

OPINION@LAESTRELLA.COM.PA

*ANALISTA INTERNACIONAL, EXASESOR DE POLÍTICA EXTERIOR Y ESCRITOR.

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