Finlandia, un dúo suramericano

Las múltiples y diversas migraciones que llegaron al vasto territorio suramericano encontraron un escenario propicio para amalgamar sonidos, ritmos y manifestaciones que se extienden desde los simples ecos de instrumentos creados con materiales naturales, que producen melodías sencillas, hasta combinaciones para ofrecer una música compleja profunda y llena de connotaciones sensoriales.

Entre Brasil y Argentina existen inmensos parajes que, estimulados por la brisa, la lluvia, la nieve o el agua que cae desde alturas increíbles y se estrella contra las rocas o circula por estrechos corredores entre la selva, despliegan junto a la extensa fauna rumores que estimulan a remedarlos. El susurro de las hojas movidas por el aire; el arrastre de las olas en las playas, el vuelo de insectos y aves generan un ambiente con sonoridad mayúscula.

Dos jóvenes oriundos de ambos países, Raphael Evangelista y Mauricio Candussi, se criaron en regiones llenas de estas expresiones ofrecidas por el entorno. Pronto aprendieron a reproducirlas en forma armónica y las llevaron a sus maderas, cuerdas, vientos y se hicieron de violonchelo, acordeón, teclados y un puñado de efectos mecánicos y electrónicos para generar un nuevo tipo de acordes y el resultado es una tonalidad y mezclas originales.

Hubo un proceso de formación. Buscaron consolidar su sello rítmico y se introdujeron en los candombes, milongas, charandas, chacareras, payadas y otras, extraídas de la cultura popular campera; procedieron a reformularlas desde la perspectiva electrónica y así establecieron Finlandia, un dúo que parece un conjunto más numeroso. Se fueron a recorrer otros rincones planetarios para brindar conciertos y hacer grabaciones con sus productos.

Rapha y Mauri aprendieron a hacer fiesta con sus herramientas sobre el tablado. En ocasiones ruidosa y llena de vibraciones agudas y en otras, con la melancolía propia de comunidades empobrecidas con sus luchas cotidianas. Adquirieron la capacidad de juntar variados estímulos y proyectarlos con sus notas que emanan de la ejecución y ponen el acento sureño convertido en retumbos universales.

En poco tiempo, alcanzaron una experiencia que les llevó a diferentes salas y estudios para consumar una obra variada y plurales distinciones. Mejor grupo instrumental en 2011, destaque de artista global en 2012, premios Showlivre y Embrulhador en 2015; casi veinte países que les han escuchado con sus conciertos llenos de pequeños detalles que entusiasman a sus audiencias porque alcanzan a exorcizarlos con sus propuestas.

Ahora van a presentarse en el Ateneo de la Ciudad del Saber este jueves, gracias a la producción de World Music Panama 2016, que les han seleccionado para mostrar capacidades y la sensibilidad interpretativa con su selección instrumental y repertorio que incluye las fusiones que han armado con mucha dedicación y entrega. Mundo rural , es el nombre del espectáculo que se adorna con efectos audiovisuales coloridos.

El trabajo de esta pareja está plasmado, además de sus conciertos frente al público, en cinco discos. Cada uno de ellos es el resultado de una búsqueda en un universo muy rico de comunidades campesinas, de poblados y de parajes donde las condiciones son precisas para hacer fértil la imaginación, que ambos han recogido y procesado notablemente para mantener el aliento bucólico y dejar en las piezas, ese sentido tan singular.

Finlandia, llega a un sitio caracterizado por la calidad de quienes ocupan el proscenio en la programación de artistas provenientes de diferentes lugares de varios continentes. Todos ellos, como ha sido la nota durante los años que Óscar Oviedo ha estado impulsando estas demostraciones culturales, llenos de aprendizajes y que se complementan con talleres para estudiantes universitarios de música.

Hagamos un paréntesis en la semana activa y escuchemos durante un rato, este mensaje que nos traen ambos jóvenes. Con seguridad, saldremos satisfechos.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.