Nonagésimo aniversario académico

Estudiar la lengua y promover el trabajo de sus figuras más connotadas en la creación literaria, fue el objetivo de un conjunto de intelectuales y la gestión de diplomáticos ante las instituciones ibéricas, que dieron como resultado el establecimiento el 12 de mayo y días después, el 19, de las Academias de la Lengua en Panamá y Cuba en 1926. Ambos colectivos asumen el compromiso básico de rescatar el habla nacional en sus países.

Eran momentos importantes. Acá en el istmo, Ricardo Miró escribía Versos patrióticos y recitaciones escolares. Demetrio Korsi, El viento de la montaña y Octavio Méndez Pereira, Emociones y evocaciones. Allá en la isla, Nicolás Guillén ejercía tareas periodísticas y publicaba Poemas de transición ; mientras que Alejo Carpentier, concebía un año después desde la cárcel, su primera novela ¡Écue-Yamba-ó! , antes de partir hacia el exilio en Francia.

Ambas instituciones han construido una plataforma para alcanzar, en correspondencia con la Academia Española de la Lengua, aportes para completar y enriquecer el diccionario y también en el contexto de las respectivas culturas nacionales, dar sentido al español local y a formas de comunicación a través del lenguaje, que implican la corrección, la consulta y publicación frecuente de notas sobre usos del léxico.

Ambas entidades llegan a su nonagésimo aniversario y este viernes se celebrará un acto público en La Habana, simultáneamente a la toma de posesión de la nueva junta directiva de la corporación cubana. Allí, se rendirá homenaje al organismo panameño con un reconocimiento a su directora Margarita Vásquez Quirós y se entregará la medalla como miembro correspondiente al escritor y académico panameño, Guillermo Sánchez Borbón.

Esta actividad tendrá lugar en el Colegio San Gerónimo, un edificio cuadrado reconstruido sobre la histórica vía peatonal Obispo y que tiene la cualidad de haber sido restaurado sobre su antigua estructura, de la que conserva el pórtico. Sus paredes son de vidrio —contrapunto con el resto del área— y reflejan por los cuatro costados las fachadas coloniales que le rodean al otro lado de las calles adoquinadas.

Esta sede fue puesta a disposición por Eusebio Leal, historiador de la ciudad de La Habana y académico, en dicho espacio tradicional lleno de antigüedad y tradición, luego que los estudiosos de la lengua recorrieran varios lugares en la ciudad durante años.

El nuevo director de la academia cubana, profesor, ensayista e investigador Rogelio Rodríguez Coronel, sucede a la poetisa Nancy Morejón. Es autor de importantes ensayos, entre otros La novela de la revolución mexicana y La novela de la revolución cubana. Junto a Margarita Vásquez, publicó Doce ensayos sobre la literatura en Panamá ; país visitado, al igual que otros centros superiores internacionales para ofrecer cursos, talleres y conferencias.

Es importante el reconocimiento a Tristán Solarte, seudónimo del poeta, novelista y periodista panameño, Sánchez Borbón, autor que ha atestiguado el siglo XX y presenciado los grandes acontecimientos sociopolíticos. Estos momentos cruciales han sido comentados, reseñados por él y le han servido de inspiración para su prolífica obra.

Desde hace varios años, Solarte ha realizado una importante tarea en la Academia, como miembro de su junta directiva. Su novela El ahogado , es un hito en la literatura panameña, así como su poesía y ensayos.

Panamá estuvo unida a Colombia por casi un siglo; sin embargo no tomó el acento característico de ese país ni de la vecina Costa Rica; sino de formas caribeñas con sus peculiaridades.

El trabajo de las dos instituciones nonagenarias adquiere un sello trascendental. El centro de su labor consiste en auscultar y resguardar el habla cotidiana y precisar sus deformaciones para corregir este patrimonio. Tienen ahora una labor que debe ser valorada por las implicaciones del idioma para las respectivas sociedades en ambos confines del Caribe.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.