• 01/01/2016 01:03

Serían diez años

Si alguien ama a este periódico tanto o más que la Lic. Hubbard-Castillo ha sido Eduardo Quirós

El 20 de septiembre de 2007 recibí una carta impresa y firmada en original de quien entonces era presidente del Grupo Editorial El Siglo - La Estrella de Panamá , ( GESE ), Dr. Ebrahim Asvat y su director, Lic. Gerardo Berroa, invitándome a publicar en forma semanal mis opiniones y ser parte de su equipo de columnistas. Esa carta, porque uno no deja de ser romántico, aún la conservo, y pretendía enmarcarla cuando se cumplieran 10 años de escribir todos los domingos en este diario, en forma ininterrumpida. Solo en dos ocasiones no se publicaron mis columnas: una vez que no le llegó a la editora mi colaboración, a fines del 2008, porque yo estaba de viaje y el WiFi se interpuso en la comunicación y la segunda vez, en 2015, porque sufrí un accidente de automóvil y no pude mandar mi texto a tiempo. Tanto la editora, Doris Hubbard-Castillo, como las personas que dejó a cargo en sus esporádicas vacaciones, han sido siempre respetuosas, atentas y sobre todo, muy profesionales.

Antes de esa cálida invitación, había publicado desde 1981 tanto columnas de opinión como artículos culturales en La Prensa, El Panamá América y en El Universal. Al Panamá América llegué por invitación del Dr. Ricardo Arias Calderón a inicios del año 2000 y al Universal por deferencia de su director, Carlos Ernesto González de la Lastra. En La Prensa, a pesar de estar escribiendo con mucha regularidad desde los años 90, el deterioro y manipulación en que fue cayendo ese periódico me puso en la lista de ‘los que no salen ni en una foto', sobre todo en los años del terror que atravesaron, y del que no se han librado ni columnistas ni muchos empleados que han salido de manera intempestiva, a pesar de haberse puesto de alfombras para que los pisaran los caprichosos antojos de los que sin estar allí mandan.

No me gustan las despedidas y mucho menos pensar que éste será mi último artículo de opinión en este diario, que ha ido cimentando su reputación e imparcialidad a fuerza de muchos esfuerzos, sacrificios y sobre todo, fe en hacer un buen periodismo. Cuando llegó a la Presidencia del grupo el Lic. Eduardo Quirós tuve cierta reserva pues él venía del partido hoy en el poder, pero lo primero que me dijo fue halagador y a partir de allí hemos compartido momentos agridulces, de batallas y triunfos. Si alguien ama a este periódico tanto o más que la Lic. Hubbard-Castillo ha sido Eduardo Quirós.

A don Abdul Waked lo he visto un par de veces, la mayoría de ellas en ocasiones sociales, pero su convicción de blindar estos diarios de los vaivenes de la política, a pesar de las presiones que pueden ejercer de manera nefasta las agencias de publicidad en nombre de sus clientes y las oficinas de comunicación de las oficinas del Estado han cimentado mi respeto hacia él. La Estrella de Panamá se ha ido colocando en el lugar que todos los panameños deseamos que volviera a estar: una estrella en el firmamento nacional, una guía para entender los avatares de la política nacional, una fuente de información inagotable, manejada con imparcialidad y con respeto a la libertad de expresión y de información de todos, sean del bando que sean. Sus investigaciones y más recientemente, las crónicas de los miembros del grupo Concolón y las perlas históricas de Mónica Guardia han reforzado la solidez de los contenidos que nos entregan a diario.

Yo tenía preparado un artículo jocoso para este domingo, donde ofrecía sugerencias de regalos para ciertos personajes conspicuos de nuestro mundillo político, como los ministros de la Presidencia, Economía y Vivienda, que esta semana corrieron a salir en el noticiero de Canal 13 porque Álvaro Alvarado estaba de vacaciones, así como al alcalde, la primera dama, el embajador gringo, el presidente, a algunos diputados, la procuradora, el expresidente, políticos y otras personas que son responsables de la conducción de este país. Espero poder publicar esas sugerencias de regalos el próximo domingo porque, tal como dijo el arzobispo Ulloa, ‘confío en que La Estrella y El Siglo no dejen de brillar en el firmamento panameño'.

Si la portada de La Estrella de Panamá llega a ponerse negra de recuadros, caerá una sombra negra sobre las conciencias de quienes han sido responsables de su cierre, ya sea por comisión confesa o por hacer muy poco o nada. Mis artículos de opinión se publican en dos diarios digitales de España y a través de ellos también se sabrá la injusticia que se ha cometido en Panamá.

ARQUITECTA Y EX MINISTRA DE ESTADO.

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