• 10/02/2017 01:00

La República en estado ruinoso

Cada día los panameños que padecemos en carne propia las condiciones ruinosas de nuestras instituciones

Cada día los panameños que padecemos en carne propia las condiciones ruinosas de nuestras instituciones, principalmente desde el punto de vista moral, como lógica consecuencia de los que integran los partidos políticos en nuestro país en que todos predican, cínicamente, velar por la estabilidad democrática, pero resulta que ninguno ofrece en su formación o plan constitutivo un empeño blindado de verdadera honestidad, ya que se contradicen en lo que prometen para arribar al poder que los mismos en sus iniciadores, con bolsas de millones en manos van por esas calles de Dios, con los voluminosos libros de inscripción, comprando las mismas, por unos cuantos dólares, víveres o cualquier otro bien material que amortigüe temporalmente sus apremiantes necedades, sea de la índole que fuere en que no faltará el licor embrutecedor.

Y así, ¡por ese camino tortuoso de corrupción! llegado el momento de la campaña electoral, cada uno de los candidatos a los distintos puestos de elección, seguirá comprando más conciencias y luego vendrán todas las maquinaciones, las triquiñuelas de que son duchos, como buenos politiqueros para que las suman de los sufragantes se incline hacia los más poderosos y así será el círculo vicio y el resultado para los que se dejaron comprar, un poco anonadados, no tardarán en darse cuenta de que se repite un nuevo Gobierno corrupto que ha de velar desde el poder por sus propios intereses y ya con las credenciales en manos, como la política la entienden como una inversión, dirán para sí: ‘Nada les debo y voy a buscar las ganancias'.

Y así; desde el Poder Ejecutivo se militará por esa misma ruta: no habrán, Gobierno tras Gobierno, las inversiones necesarias para que el sistema educativo mejore científicamente, porque lo que buscan tales gobernantes impopulares es que todos los que pasen por las aulas se mantengan en la ignorancia que piensen que no existe más nada fuera de este planeta que todo ser vivo habita desde hace millones de años. Y al final del camino, con tantos diplomas colgados en los respectivos hogares y en función de profesionales, sea en empresas privadas o públicas, la suma de todo será mediocre, ya que lo importante será seguir ascendiendo con influencia, siempre inscritos en los mismos partidos, en cada período gobiernan.

¿Y qué del Poder Legislativo?, allí estarán ocupando su curul, levantando la mano para aprobar lo que les conviene en el negociado político, habrá excepciones, pero estos nada podrán hacer, se les tendrá en cuenta como los más honestos, nada más.

Esos dos poderes engendrarán el Poder Judicial y su imagen no será menos lamentable. Y solo aquel que no quiera manchar su toga sabrá renunciar antes que machar su dignidad.

Podríamos referirnos al caso Odebrecht que ya es un escándalo de gran magnitud en muchos países de nuestra América y en Panamá ya comienza a ser piedra de escándalo, comenzando con el caballero que se autoexilio en los Estados Unidos, de nombre Ricardo Martinelli, que casi acaba con la República que amamos de corazón los buenos panameños. Esperamos que Trump por lo menos lo mande a otros lares, mientras no pueda ser extraditado.

Por lo demás, solo Dios sabrá cómo saldremos de este infierno sin seguridad para nadie.

ABOGADO Y PERIODISTA.

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