• 24/04/2017 02:03

Peligros para la supervivencia

Lo definen los llantos o carcajadas que va dejando él o sus seres queridos

Hace un tiempo escribí que para nuestros primeros antepasados ‘La supervivencia era lo fundamental, y tomó varios cientos de años entender este principio, pero una vez diseñado y puesto en práctica –los mecanismos más fundamentales para supervivir de las diversas formas en que la historia social nos lo cuenta– llevó al desarrollo sostenido de los grupos humanos que hoy habitamos esta Tierra. Eso no es todo, el trabajo organizativo en todos los campos del saber (las ciencias, la cultura, la ingeniería, las ciencias humanas, etc.) ha permitido extender considerablemente las expectativas de vida del ser humano y ha permitido subyugar las condiciones amenazantes del entorno que nos acechaba'.

Al ser humano lo hacen, desde su primer día, sus vivencias. Esculpido con pinceladas sutiles o rudamente cortado a medida que transita por su tiempo. Surge de sus necesidades más apremiantes de longevidad y de estabilidad. Moldeado por las historias que lo cautivan, por las influencias de su medio; narraciones de hechos pasados que son de su interés o por eventos creados por el mismo. Por sus observaciones en el afán por mejorar su vida y garantizar la preservación de la especie. Perfeccionar su estado humano.

Lo definen los llantos o carcajadas que va dejando él o sus seres queridos. Su temperamento se limita por lo ideal o lo práctico; lo justo o lo indebido. La vergüenza o el descaro. En fin, por una variedad de influjos que lo envuelven incesantemente a lo largo de su vida: la ignorancia, el conocimiento, la ciencia, la religión, la culpa, el perdón, el deporte, la cultura, la música, el arte, la política, el sexo, la familia, la responsabilidad, la irresponsabilidad, el color de su piel, la guerra, el dinero, el delito, la tecnología…

Entre esa maraña de situaciones va cimentando su escala de valores… su forma muy particular de ver el mundo; y con eso, diseña y rediseña su hoja de ruta con que pretende hacer lo necesario para supervivir y para no dejarse. Ese comportamiento, con todas esas influencias, puede llevarlo en dos direcciones: el camino ingenioso y creativo en la construcción de un futuro digno para él, los suyos y su comunidad o hacia la decadencia y la destrucción de él, los suyos y de su comunidad. Vale reflexionar sobre los eventos que han ocurrido en el ambiente político local recientemente y en el escenario global ante las amenazas de guerra. La conducta de los actores. Sus recelos y motivaciones. ¿Vivimos o no un momento peligroso?

Localmente, las evidentes muestras de deterioro social (estructural y psicológico) han incursionado en la psique del panameño a todos los niveles; permitiendo la pérdida de su capacidad de razonamiento crítico sobre las amenazas a su certidumbre social. La claridad cognitiva que demostraba décadas atrás en las luchas por la recuperación de la soberanía nacional ha sido canjeado por una representación irreal de hombre y mujer ‘moderno' y ese acondicionamiento psíquico ha sido producto de la influencia de los medios y de su visión artificial sobre las circunstancias de él o ella como individuos.

Nuestra clase política es incapaz de crecer intelectualmente para formular nuevos modelos de accionar. ¿Qué tenemos como consecuencia? Que la actividad sociopolítica yace en la corrupción. El negociado con los bienes del Estado, el matraqueo vulgar y descarado, la compra y venta de conciencia, el trueque desmesurado de los ideales (si es que los tiene) por la oportunidad… es el escenario en donde nuestros hijos crecen y que no da lugar a visualizar un mejor futuro.

En el escenario global, tambores de guerra irrumpen la tranquilidad que busca un mejor camino para la supervivencia humana. La discusión y ostentación sobre los tamaños y la potencia de armamentos para la destrucción del mundo (literalmente) deja en evidencia que le hemos cedido el poder de gobernarnos a la capa de la humanidad menos inteligente y con el dedo en el gatillo.

Al final, como ya había dicho en alguna oportunidad, hay un argumento puntual que tiene que ver con la supervivencia. Nuestra condición natural es la de procurar que la especie supere las dificultades del entorno, naturales o creadas por él, a fin de que seamos más los que estemos presentes para adelantar hacia el futuro nuestra presencia en el tiempo. Con estos actores, el futuro está en duda.

COMUNICADOR SOCIAL.

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