• 03/07/2017 02:00

¡Cultura autodestructiva!

No hay que descubrir el agua tibia para encontrar soluciones 

No soy técnico ni especialista en temática ambiental. Simplemente un ciudadano y político que se interesa y preocupa por temas de singular relevancia, como es la de una vida en armónica convivencia con la naturaleza. No es algo nuevo. De hecho cuando fui director regional de la Digedecom, Dirección General para el Desarrollo de la Comunidad, en labor interinstitucional con Inrenare (MiAmbiente) y mi homólogo del Área Oeste, Ing. Rodolfo Jaén, realizamos una evaluación y supervisión de los posibles daños de contaminación en el río Caimito del distrito de La Chorrera. Para ello realizamos un recorrido desde El Chorro hasta su nacimiento en el río Trinidad de Capira. Como resultado elaboramos informe y diagnóstico que, si existen, presumo se cobijan en brazos de Morfeo.

Lo traigo a colación porque hace pocos días participé en un Foro de la Secretaría de Ambiente del PRD, denominado ‘Política Ambiental para un Desarrollo Sostenible'. Muy interesante la exposición por parte de dos (2) expositores que nos ilustraron de la realidad nacional y global del Cambio Climático con sus consecuencias y perspectivas para enfrentarlo. Dentro de la disertación se observó de manera espontánea la aceptación de políticas erradas e improvisadas de las diferentes administraciones gubernamentales. No ha existido definición y plan coherente cuya aplicación resulte viable concretar de manera que produzca frutos de aceptable compatibilidad. Para lograr tal objetivo, las conclusiones y recomendaciones son elevar a Título Constitucional el asunto, de tal forma de convertirlo en obligante política de Estado y no en proyectos o improvisaciones quinquenales.

No obstante, sin menoscabar lo detallado por el calentamiento global, me pareció que la charla y orientación debió ser más amplia, a fin de que lo alarmante de la situación, tal como dijo uno de los exponentes, se convierta en atemorizante información que estremezca la conciencia ciudadana. Por ejemplo, entre 1970 y 2012, según la Organización Planeta Vivo 2016 del WORLD Wildlife Fund (WWF), a nivel mundial ha desaparecido y decaído 58 % de vertebrados, considerando que para 2020 alcanzará un 67 %. Las escalofriantes cifras indican que el mayor descenso, 81 %, afecta las especies de agua dulce. Tal información nos debe conducir y motivar a realizar una investigación para conocer dentro de las 52 cuencas hidrográficas y alrededor de 480 ríos en Panamá, cuántos han desaparecido y cuál es el estatus real de los existentes, producto de la devastación y contaminación de los mismos.

Incluidos aves y mamíferos, se afectan productos del mar. Tal vez pocos saben que el pescado y marisco consumidos tienen grados de impurezas cancerígenas por mercurio. No es un problema exclusivo de nuestro país, pero el asunto se agrava por mal manejo de desechos líquidos y sólidos (basura). En tal sentido, el tema del reciclaje es una necesidad y urgencia imperativa. Las baterías, bombillos y lámparas que contienen mercurio se mezclan entre los desechos y muchos son arrojados al mar. En analogía están los productos plásticos, bolsas y botellas que extinguen especies marinas, peces, tortugas y moluscos, entre otros. Tal escenario obliga a un cambio radical e inmediato en la actuación de quienes tienen el honor y privilegio de dirigir la nación.

No hay que descubrir el agua tibia para encontrar soluciones. En primer lugar apartar de la mente los negocios y el amor al dinero. Daños irreversibles se han producido debido al exceso en permisos y autorizaciones que perjudican ecosistema (hidroeléctricas). Paralelamente la disminución de humedales y manglares del hábitat marino por inapropiadas edificaciones. Un país privilegiado por Dios, como el nuestro, no merece tal inconsecuencia. Humillante irresponsabilidad es saber la cantidad de fuentes hídricas y en términos generales carecer de agua potable, aunado a distribuir un producto de mala calidad. Las autoridades tienen que elaborar programas permanentes de concienciación para superar crisis y debilidades. Dentro de ese marco de referencia se impone ejecutar políticas permanentes a nivel nacional. Reiterativo el reciclaje y procedimiento con la basura en los estamentos municipales o privados.

No es ni será fácil. De lo que sí estoy seguro es de que predicando con el ejemplo y actuando con autoridad y rigidez todo es posible. Cuando se quiere, se puede. Por encima de ambiciones o interés particular está la vida del planeta.

DELEGADO NACIONAL DEL PRD.

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