• 08/02/2018 01:02

Memoria del mundo vs planilla de la vergüenza

Tan viejo como el mundo, el programa de ‘memoria' fue impulsado y con bastante éxito por el Gobierno de Madagascar, desde 1992

Tan viejo como el mundo, el programa de ‘memoria' fue impulsado y con bastante éxito por el Gobierno de Madagascar, desde 1992, fecha de su adopción por la Conferencia General de Unesco. La idea no era competir ni buscar alternativas paralelas a la lista tan apreciada del patrimonio histórico de la humanidad. La completaba, en alguna forma.

Se buscó sensibilizar a la comunidad internacional sobre la inmensa riqueza humana ‘de memoria', llamémoslo capital patrimonial, frente a la otra cara de la moneda, promovida como ‘patrimonio mundial', lo monumental e impactante de las piedras, o el barro, o el oro... convertidos en ruinas... u objetos de museos, ante lo que fuera en algún momento ‘hábitat'. Se crearon Comités Nacionales para impulsar el proyecto —El Salvador—. Sin embargo, poco a poco la idea fue perdiendo aliento, en la medida en que el ambicioso programa se fue quedando sin financiamiento. Igual suerte corrieron muchos otros. La Historia General de América Latina y el Caribe, para mencionar solo uno.

La falta de fondos obligó a la Conferencia General a descentralizar el programa a sus Comités Regionales de la Memoria del Mundo. Aterrizó para nosotros, como lo vemos hoy, en la Oficina de Quito, en principio, especializada en comunicación y sus colateralidades.

Reducida ahora a su mínima expresión, como ‘memoria documental' del mundo, aparecerá ligada a archivos y bibliotecas.

Por supuesto que la idea de ‘descentralización' no es buena ni mala en sí. Sin embargo, su matrimonio con descentralización del personal asignado a los programas, nunca me pareció buena. Como presidenta de la Asociación Internacional del Personal de Unesco-AIPU, siempre me opuse en mis intervenciones ante el Consejo Ejecutivo a la especificidad de la descentralización. Me explico: latinos con latinos, chinos con chinos, por considerar que en algo banalizaban la dimensión internacional de nuestro trabajo, llamado justamente a promover la cooperación intelectual a nivel internacional. En algo, la experiencia del chino debería enriquecer la latinoamericana, y viceversa. Lo dejo ahí...

La ocasión es propicia para destacar el pasado reportaje firmado por Ana Cerrud, ‘El Panamá que queremos', mostrando el alcance del proyecto, en manos hoy de la Dirección Técnica de la Biblioteca Nacional, Guadalupe García de Rivera, al mando. Señalaba García de Rivera, el registro por Panamá, de un solo documento. ‘Es una fotografía del Museo del Canal de Panamá sobre empleados antillanos del ‘Silver Roll' o planilla de plata, aceptada en 2011 como propuesta colectiva de Barbados, Jamaica, Santa Lucía, Reino Unido, Estados Unidos y Panamá'.

Llama la atención el vacío que deja dicha foto, ya registrada, dejando invisibles a los trabajadores antillanos franceses de Martinica, Guadalupe, Dominica, Montserrat, Haití, igualmente ‘Silver Rollers', como los otros de habla inglesa, sin contar con los pocos panameños que también compartieron la ‘planilla' de la vergüenza, mi propio abuelo paterno.

Agrego a lo anterior, el deseo de algunos rescatados del ‘Silver Roll' encontrados en Schoelcher, Martinica, el pasado mes de octubre, durante una reunión tenida bajo el tema: ‘Salud mental y función del olvido', para cooperar en trabajos tendientes a no olvidar esa parte de la memoria que los une con la historia documental o no de Panamá y su Canal. Enfrentar ahora, en forma positiva, el levantamiento de ‘la vergüenza'. Un primer paso sería lograr un hermanamiento entre una comunidad ‘canalera' en Panamá y Schoelcher.

En medio de este rodar de ideas encontramos otra que nos parece sumamente importante y que emerge de nuestra región. Ella, apunta a identificar ‘ciudades/naciones amigas', valor agregado de la memoria histórica. Ampliamos la propuesta original del amigo Dr. Alex Kalache, Brasil y ex-OMS, centrada únicamente sobre ‘salud y adultos mayores' en un entorno urbano hostil o amigo. Queremos mostrar, de lograrse el hermanamiento anterior, que también hay un sesgo de salud mental colectiva, alimentada o no por el olvido que es absolutamente necesario investigar en la oralidad o en documentos y archivos'.

Sin embargo, más allá de la investigación documental... museística y de bibliotecas, está el ‘museo imaginario' del negro latinoamericano, caribeño o no, enfrentado al experimento de la implantación de un sistema económico y social cruel y discriminatorio, vergüenza ante el mundo, con o sin Malraux, con o sin bibliotecas...

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