• 18/06/2018 02:02

Odebrecht: en la ruta del ejemplo alemán

Escucho voces que piden la desaparición de Odebrecht de Panamá, en lo que pareciera ser la satanización de esta empresa

La reputación de una empresa es proporcional al grado de confianza, admiración y respeto con que ella cuenta en una sociedad, en un país. Toda empresa impactada por una crisis reputacional requiere someterse a un exhaustivo proceso para recuperar los niveles de credibilidad y confianza de los que disfrutaba antes de la presentación de la crisis.

En este proceso ha entrado Odebrecht, la compañía que antes de ser afectada por el escándalo de coimas en obras de construcción, era reconocida en todo el mundo por su seriedad, responsabilidad ambiental y el cumplimiento que daba a sus compromisos en los países donde opera.

Escucho voces que piden la desaparición de Odebrecht de Panamá, en lo que pareciera ser la satanización de esta empresa, esto es comprensible, porque las sociedades de hoy son menos tolerantes con las malas prácticas, pero es indudable que, con independencia de la gravedad del caso, y de las drásticas sanciones de que ha sido objetivo en el ámbito legal en distintos lugares, la empresa conserva muchos de los atributos que la llevaron a un lugar prominente en la industria de la construcción en el mundo.

Reconocer los errores a lo interno de la empresa, esto es con el personal que la conforma, es uno de los primeros pasos a emprender, puesto que los colaboradores son elemento fundamental para avanzar en la dirección correcta y lograr cambios perdurables. Odebrecht comenzó por reinventarse internamente, introduciendo cambios significativos en toda su estructura jerárquica y altos cargos de mando. Esto facilita la promoción a posiciones de liderazgo dentro de la compañía de colaboradores con probada capacidad y experiencia.

El propósito mencionado se dirige también a garantizar, con relación a Panamá, por ejemplo, que la compañía conserve los satisfactorios órdenes operativos y administrativos que dan orientación y soporte a los más de 10 000 panameños que laboran en los diferentes proyectos que en la actualidad desarrolla en el país. Estudios independientes demuestran la satisfacción que expresa el personal de la empresa sobre sus condiciones laborales, otorgándole altas calificaciones en la región.

Odebrecht esta en la fase de cumplimiento de los diferentes procesos de acuerdo que le permiten continuar trabajando, entre otros países, en EE.UU. y Panamá. Así, firmó un Acuerdo de Cooperación Eficaz con el Ministerio Público de Panamá, ha promovido una nueva generación de empresarios para las funciones de liderazgo e implementó medidas de conformidad alineadas con estándares internacionales. Esto fue recientemente reconocido por la ONG Transparencia Internacional, la cual le otorgó una nota máxima por sus procedimientos anticorrupción.

¿Difícil de creer? Quizás no. El consorcio está bajo la lupa de monitores independientes asignados por la justicia de Brasil y de EE.UU., los cuales acompañan el cumplimiento de los compromisos asumidos. Un nuevo error sería mortal para la constructora. Por eso podría decirse que actualmente es la constructora que lidera estos procesos, justamente por haber pasado por todos los problemas de corrupción, blanqueo de capitales y lavado de dinero.

El caso de Odebrecht debería ser visto de cerca por otras multinacionales, empresas en la industria de la construcción y empresas panameñas. Si antes buscaban ganar contratos bajo pago de coimas, ahora deben adoptar procesos anticorrupción y colaborar con la justicia para que todos los involucrados en cualquier posible delito sean identificados y castigados, además de ayudar a extinguir el sistema de coimas que prevalece en nuestro país.

Alemania es uno de los países menos corruptos del mundo, según Transparencia Internacional, sin embargo, no ha estado exento de escándalos de corrupción como el que involucró a Siemens en 2006 y que llevó a la empresa a adoptar medidas como la apertura de una vacante en el Consejo de Administración para que un profesional fiscalizara la adopción de reglas limpias. Hoy en día la empresa es referencia de actuación transparente, influenciando de forma positiva a sus socios y competidores.

Un ejemplo más reciente es Volkswagen, el escándalo de polución que afectó a unos 600 000 vehículos de esa marca costó cerca de $20 000 millones en EE.UU. y en Europa la compañía alemana pagó al menos 2000 millones de euros, pero la respuesta de Volkswagen no se hizo esperar, la automotriz más grande de Alemania pagó un alto costo, pero hizo los cambios y reestructuraciones necesarias y hoy sigue siendo una de las empresas insignias de la industria automotriz alemana.

En el mundo hay otros casos de multinacionales que han enfrentado desafíos similares y se han abocado a cambios sustanciales, pudiendo superar la crisis y hoy día continúan siendo empresas líderes en sus respectivas industrias.

PERIODISTA

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