• 12/11/2018 01:00

Honrando el buen periodismo

Hoy, celebro a mis profesores de comunicación (algunos ya fallecidos)

Hoy, celebro a mis profesores de comunicación (algunos ya fallecidos): Indalecio Rodríguez, Ronaldo Gálvez, Harry Iglesias, Luis González, Mélida Sepúlveda, Hipólito Donoso, Agustín del Rosario y Dorita de Reyna, quienes, entre otros, moldearon mis aptitudes profesionales. También a Pedro Rivera, Fernando Martínez, Gerardo Maloney y Griselda López, quienes me estimularon a ver los eventos del mundo desde variadas perspectivas. No puedo más que ejercer desde este espacio un periodismo de opinión responsable, comprometido y cuestionador.

En estos tiempos de Twitter, hacer buen periodismo fundamentado en la verdad de los hechos comprobables, es un reto extraordinario. La sociedad, enfrenta cada segundo, los embates de la desinformación desde todos los ángulos (local e internacionalmente) y los esfuerzos por aclarar o desmentir se pierden en la oleada de envíos y reenvíos de cualquiera que esgrime su derecho a opinar a como dé lugar.

Hoy la formación de periodistas y comunicadores comprometidos con la ética profesional es un reto para las universidades. Soy afortunado porque me tocó un tiempo diferente, un tiempo en que las expectativas no eran ser ‘figurita de televisión'. Mi generación fue afortunada porque tuvimos (además de los profesores arriba mencionados), el ejemplo de Mario Velásquez, recientemente fallecido. Los jóvenes periodistas de los últimos 15 años no tiene idea de lo que él representó para el periodismo nacional y su influencia en la discusión de importantes eventos que moldearon la vida del país desde la década de 1960, hasta hace tan solo unos años desde un espacio matutino en la radio.

Y personalmente, soy triplemente afortunado porque en mis años de formación tuve la oportunidad de aprender y nutrirme del trabajo periodístico de Peter Jennings en los noticieros de la tarde de ABC News y de Ed Bradley del programa investigativo 60 minutes. Sus trabajos y su visión periodística, coadyuvaron a la presentación educada de opiniones sobre los temas mundiales y sobre el periodismo en particular; sustentadas por informaciones claras y completas de una profundidad investigativa envidiable, educativas y consistentes en su contenido.

Cuando Jennings asumió las responsabilidades de conductor del noticiero (anchor) a finales de 1983, hizo parte de su rol como periodista y director de noticias, la tarea de enmarcar las informaciones cotidianas para el público estadounidense desde el punto vista mundial. Tenía muy claro que los efectos y vaivenes de los acontecimientos de la política, la economía y el desarrollo sociocultural a lo interno de los Estados Unidos, estaban intrínsicamente ligados a la relación y los efectos que sobre ellos ejercía la dinámica mundial. Y dentro de ese marco llevó a cabo la tarea de presentarles, en un espacio de 30 minutos, todas las tardes, una visión educada y justa sobre el mundo, para que ellos —los estadounidenses— pudieran encuadrar honestamente su papel como ciudadanos mundiales. Una visión periodística desmejorada hoy en ese país por las constantes 24 horas de ‘Breaking News'.

Cuando nos celebramos o nos premiamos y congratulamos en este oficio o en cualquier otro; cuando nos enviamos notas de felicitaciones o nos otorgamos certificados en vanidosas ceremonias, cerciorémonos de que en realidad lo hacemos sustentados en los méritos que encierra un desempeño riguroso de calidad y de excelencia. Que hemos labrado a cabalidad, con tesón y sacrificio por alcanzar y ofrecer lo mejor de nosotros y de nuestros colaboradores, muy importante a la hora de informar. Solo así y únicamente así, podremos elevar y dignificar el oficio que desempeñamos. Contribuir al desarrollo de un mundo mejor y al ennoblecimiento de nuestra condición humana con un compromiso real por construir una Patria grande, sustentada en la más alta responsabilidad profesional.

El reto siempre será superar el pasado, mejorar y establecer nuevos paradigmas en el ejercicio de las profesiones. Creo que en materia de periodismo y comunicación social, nos hemos quedado cortos, como dije, en este tiempo de matraqueo, intereses diversos y puntuales y de redes sociales.

Celebremos mañana, 13 de noviembre, a los periodistas que hacen un intento honesto y constructivo por subrayar la verdad, por educarnos, proponer alternativas para subsanarlas de los males que sufrimos, sin agendas ocultas ni manipulaciones. De esos hay pocos y las frustraciones que deben estar experimentando a diario por cumplir con su compromiso ético y profesional, debe ser monumental. Para el esfuerzo que debemos hacer por adecentar el país, un mejor periodismo es necesario y fundamental.

COMUNICADOR SOCIAL.

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