• 14/04/2019 02:03

Encuestas de opinión en Panamá: ¿apuestas o pronósticos?

Varela, a quien pronosticaban estar rezagado, Ipsos le apuntaba 29.90 %, mientras que Quantix le vaticinaba 27.60 %.

Algunos candidatos presidenciales saben cómo defenderse cuando las encuestas les desfavorecen. Dudan de las publicaciones que hacen las encuestadoras, según argumentan, debido a sus fracasados pronósticos. La opinión de esos políticos suele cambiar cuando las predicciones les favorecen.

El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), dedicado a investigar y analizar los fenómenos políticos, económicos y sociales de América Latina, en un estudio publicado en su web en el 2017, hace referencia a lo ocurrido en Panamá durante las elecciones del 2014. Las encuestadoras Ipsos y Quantix Panamá colocaban al panameñista Juan Carlos Varela, hoy presidente de la República, en el último lugar de preferencia.

A 30 días de las elecciones generales, ambas empresas le daban ventaja al perredista Juan Carlos Navarro, con más del 35 % de aceptación. Quantix le atribuía 39.40 %, mientras que Ipsos le confería 35.20 %.

Varela, a quien pronosticaban estar rezagado, Ipsos le apuntaba 29.90 %, mientras que Quantix le vaticinaba 27.60 %.

Las dos empresas que situaban a Navarro en primer lugar y a Varela en tercera posición, se equivocaron en sus pronósticos. La excepción fue José Domingo Arias del colectivo Cambio Democrático, a quien colocaban en segundo lugar con más del 30 % de aceptación.

Para sorpresa de muchos, el 5 de mayo de 2014, Juan Carlos Varela Rodríguez se convirtió en presidente para el periodo 2014-2019, con el 39.1 %, 724 mil 762 votos. Arias obtuvo el segundo lugar, con el 31.4 %, 581 mil, 828 votos. Las predicciones sobre Navarro se desintegraron, apenas logró el 28.1 %, 521 mil, 842 votos, ubicándose así en el último lugar que llevó al PRD a su segunda derrota consecutiva.

La muestra en la encuesta, como método científico para medir la opinión, ha de ser representativa del universo. En términos fáciles, no es necesario tomar toda la sopa para conocer cómo sabe, suficiente con solo probar una cucharada. La imprecisión en determinar el universo o número exacto de los votantes, según el padrón electoral, es una de las fallas metodológicas en la que incurren algunas encuestadoras.

El informe publicado por el Celag en octubre de 2017, titulado: ‘Elecciones en América Latina: Las encuestas no aciertan', analiza los resultados oficiales de 14 elecciones presidenciales y otras consultas realizadas en 13 países latinoamericanos, versus los pronósticos de las encuestas. El estudio examina los comicios del periodo 2012-2017 y demuestra que el error de las encuestadoras en predecir los resultados electorales es un fenómeno regional.

En 2017, a 10 días de las elecciones generales en Ecuador, la encuestadora Celato otorgaba una ventaja de 7 puntos porcentuales a favor del candidato Guillermo Lasso por encima de Lenin Moreno, actual mandatario del país andino. Los resultados oficiales le dieron 51,16 % de los votos a Moreno y 48,84 % a Lasso.

En 2015, en Argentina, a 10 días de efectuarse los comicios, dos encuestadoras le daban más de 15 puntos al candidato Daniel Scioli sobre el actual presidente Mauricio Macri. Los resultados electorales favorecieron a Macri con el 51,34 % de los votos, mientras que Scioli logró el 48,66 % de las papeletas.

Las conclusiones del Celag exponen las causas del fracaso de las encuestadoras en América Latina; imprecisión en los criterios sobre el universo de los votos indecisos, sesgo o favoritismo político con la intención premeditada de posicionar resultados, carencia de un método apropiado para identificar el voto oculto y la ausencia de metodologías cualitativas para entender el comportamiento electoral.

El estudio de Celag, ayuda a recordar que durante mucho tiempo la práctica malsana de manipular la metodología y los resultados de las encuestas ha tenido algún efecto en los votantes. Ello se suma a la propaganda como instrumento de manipulación para lograr sumar adeptos. Parece tratarse de una especie de apuesta de carrera de caballos, con miras a lograr que los electores elijan al favorito.

¿Podría repetirse el panorama de 2014 con relación a los pronósticos? Muchos especulan y hasta hacen apuestas; políticos, periodistas, electores, nuevos votantes y hasta los menores en casa, que todavía no tienen derecho al sufragio. Lo cierto es que el panorama actual es muy diferente al de las otras elecciones. Ello complica los augurios y vaticinios de quién resultará electo. Una de esas diferencias es la constante exposición pública que, sin costo alguno, han tenido los candidatos a través de los medios masivos.

Los resultados finales el 5 de mayo determinarán si las encuestas siguen en el enigma de ser simples apuestas, o pronósticos sustentados en metodologías científicas y objetivas.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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