• 30/04/2019 13:17

Manifiesto a la conciencia nacional

El pueblo panameño no puede ni debe continuar siendo “convidado de piedra”, ni permitir ser objeto de la manipulación mediática

Ante el escandaloso saqueo del erario público por la suma de 243 millones 800 mil balboas, realizado sistemáticamente durante cinco años, por los diputados de la Asamblea Nacional, con el visto bueno, beneplácito y auspicio del presidente de la República y refrendado por el Contralor, en virtud de un contrato espurio de clientelismo político puro y duro.

El pueblo panameño no puede ni debe continuar siendo “convidado de piedra”, ni permitir ser objeto de la manipulación mediática, por el contrario ha llegado la hora de realizar la más concienzuda reflexión en torno a la decisión que debe tomar el próximo 5 de mayo, fecha que se deben escoger las autoridades de elección popular.

Desde el punto de vista estructural dos son los ejes fundamentales que deben guiar el accionar del nuevo gobierno que se instalará el 1 de julio de 2019: La modificación de la institucionalidad antidemocrática corrupta y clientelista existente en la actualidad, a través de la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, donde sea el pueblo soberano y no 71 diputados, quien decida su futuro. Y, la transformación profunda del sistema educativo vigente, mediante una verdadera “revolución educativa” basada en el perfil “STEML”, por sus siglas en inglés. (Ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas e idiomas).

En la coyuntura electoral del 5 de mayo se tiene que tener en cuenta que si vas a votar por Laurentino Cortizo o Rómulo Roux, quienes les van a buscar los votos son los mismos diputados, supuestamente, involucrados en el cohecho de las partidas legislativas 080 y 172 y muchos de ellos serán los que aprobarán las “reformas constitucionales” que mantendrá el statu quo político de una República dirigida por un “cartel” plutocrático organizado para saquear la hacienda pública. Simplemente, porque ambos –Cortizo y Roux- han expresado en diversas ocasiones, durante el desarrollo de la campaña electoral, que se oponen a realizar la consulta popular para la Constituyente y prefieren que sean los diputados maleantes políticos o políticos maleantes quienes aprueben las reformas constitucionales. ¡Así de sencilla es la cosa!

El autor es abogado y analista político.

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